13 - Dame algo de ti

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Perdóname, mi amor, por lo que estoy a punto de hacer. Sin embargo, tú me lo pediste y aun sabiendo a lo que me exponía... Yo te lo doy.

***

Necesitaba que le dijera algo, que la abrazara, que la amara con toda su alma y le susurrara algo bonito al oído. Estaba de pie en mitad del salón y observó cómo depositaba la bolsa de mano en el suelo. El juego seguía, estaba segura de ello, su mirada imperturbable se lo decía una vez más.

—¿Te encuentras bien? —preguntó.

—Sí...

Taehyung ni siquiera había entrado, posiblemente tomaría un par de cervezas con su hermano y volvería a reprocharle sus comentarios que no había entendido tan siquiera.

—No quiero saber que te han hecho... recuérdalo.

—No... Si crees que...

—No quiero saber nada —la interrumpió—. Nada.

Hyeyeon lo observó durante breves momentos. Como siempre, las manos en los bolsillos, su semblante serio, su mirada fija.

—¿Seguimos adelante? —le preguntó.

—Seguimos.

—Entonces desnúdate y póstrate.

Obedeció rápidamente y con soltura Nunca había sido tan rápida en aquellas circunstancias pero empezaba a ser habitual y no le costó más que segundos obedecer sus órdenes. Yoongi pasó a su lado y fue lo único y necesario para sentir excitación al oler su perfume. ¡Por dios, cuánto deseaba que la tocara! ¡Qué tormento más aterrador! Vendó sus ojos con fuerza, tanto que la tela oscura se clavaba en su piel provocándole un leve dolor punzante en las mejillas.

—Sigue mis pasos, a cuatro princesa...

Gateó torpemente escaleras arriba, no ver nada dificultaba la tarea. Giró a la derecha y avanzó por el pasillo hasta la que parecía por la distancia la última habitación que había en la casa. Al llegar se mantuvo expectante oyendo diversos ruiditos que no identifico, luego la cogió por el brazo y la levantó para sujetarla muy cerca del techo. Se quedó de puntillas, demasiado justo para estar cómoda, sus deditos apenas rozaban la tarima y si se mantenía así mucho tiempo sería horrible para ella. Creyó sentir un leve calambre en una de sus piernas y la movió.

—Es incomodo pero para una chica preparada como tu es una tontería, ¿verdad, mi amor?

Rozó con los dedos sus piernas y la entrada de su sexo.

—¡Tócame! —pensaba ansiosa—. Tócame una y otra vez, quiero sentirte. ¿Cuánto llevo así? Una semana... necesito tanto de ti...

Las correas o lo que fuera que apresaban sus muñecas la apretaban con dureza y la rozaban la piel cuando intentaba mantener el equilibrio, Para su sorpresa la levantó la pierna derecha, flexionándosela y atándola con maestría ajustando otra cuerda a su cintura.

—No puedo apenas...

—Lo sé, mi amor.

—¿Me vas a dejar así?

—Tal cual... No des saltitos... eso solo incrementará el dolor de tus brazos cuando tu peso caiga de nuevo hacia el suelo.

Parecía agotado, al menos esa era la sensación que sacaba de su tono de voz, eso o que la calma que le invadía era extremadamente paralizante. Hablaba despacio, con suavidad, sin prisa y con cariño. Sintió como se alejaba de ella, quizá se mantuviera a unos metros observando su figura o como bien decía Seokjin la muñeca de porcelana. Qué irónico, se sentía nerviosa por el no saber que vendría pero sus fuerzas y su valentía habían aumentado con el paso de os días y las pruebas superadas.

Avenged » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora