La sinceridad es parte de nuestra vida, sin ella no somos nadie. Necesitamos conocer vuestras entrañas para sacar de ellas lo que necesitamos.
***
Le hizo el amor sin más, no porque tuviera miedo a su rechazo, al temor, al daño que podría ocasionarla después de su sufrimiento, no era eso siquiera. Sencillamente era lo que necesitaba de ella, quererla sin más. De una forma sencilla, como el resto del mundo, de la misma forma que la hubiera querido cualquier hombre que no fuera él. Así le sentía a veces, que estaba mejor lejos de él, con una persona que la diera el cariño y el afecto de una forma limpia y sin dobles caros pero luego la observaba, analizaba sus formas y como en sus palabras añoraba cada uno de los que la rodearon todo este tiempo con él y dudaba si sería feliz en una vida sencilla. Yoongi permanecía tumbado de lado con el brazo flexionado sobre la cabeza, la observaba con gesto ceñudo intentando traducir la expresión de su cara. Ella permanecía en silencio mirando al techo, la mirada perdida, su pelo desparramado por la almohada, su hermoso cabello que él tanto amaba en ella. Dedujo la lucha interna que podría estar viviendo, aun así, le había dicho que si, que se casaría con él, que lo quería desde el día que lo conoció y la obligó a amarlo a su manera. Ella, Hyeyeon, el amor de su vida, la única mujer que había querido. Movió levemente la cabeza y le sonrió. Yoongi solo vio tristeza en sus ojos.
—¿Por qué me miras así? —se giró hacia él en una postura idéntica y apoyó la mano en la cabeza—. Me analizas constantemente, lo sé, ya te conozco bien.
—Analizo tu tristeza. Los ojos de la gente dicen mucho de su alma.
—¿Mi tristeza? —sonrió con una mueva vaga y sus mechones galoparon por su pecho.
—Sí, princesa, tu tristeza, ahora dudo si es porque te has dado cuenta de que no eres feliz o... —pestañeó mientras cerraba levemente los ojos.
—Siempre he creído que me lees la mente de alguna forma.
—Tienes terror a lo que crees que te has convertido, lo que has sido capaz desde que me conoces de hacer —susurró—. Hyeyeon...
Meneó la cabeza negativamente y le apartó un mechón de la cara.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Falté a mi palabra de no tocar tu familia ni tu vida personal — continuó—. No lo hice por mí, los acontecimientos me hicieron decidir fallarte en ese punto por tu hermano, por Jimin, me siento culpable cada día que pasa.
—No... No quiero hablar de eso ahora —le interrumpió.
—No has tenido, no hemos tenido una conversación «humana» desde que nos conocemos, no huyas de eso, no puedes, ya no. Tengo que decirte cómo me siento, es el momento ¿No te das cuenta? No soy un personaje de una historia, no soy irreal, soy un hombre como cualquier de los que te cruzas cada día, con las misma debilidades, los mismos fallos y las mismas carencias y tormentos... Tienes que entenderme, saber la razón por la que hago las cosas y tomo decisiones...
—Me resulta extraño escucharte hablar así —le dirigió una mirada tímida y se tapó con la sábana—. Supongo que los he perdonado a ambos.
—No, no nos has perdonado a ninguno —rió melancólicamente y la besó—. Lo has aceptado sin más. No soy un tirano, Hyeyeon, no soy un dictador, solo soy una persona que ama de una forma... dolorosa. Es todo lo que puedo darte... Eso y todo lo que tengo....
—¿Quieres sinceridad? —preguntó angustiada.
—Por supuesto —contestó.
—No concibo una vida sin vosotros, sin ti, sin tu entorno, eso me aterra, me aterra pensar de lo que he sido capaz desde que te conocí, esa falta de amor propio cuando me pides algo y te obedezco sin pensarlo, pasar el día intentando averiguar qué te gustaría que hiciera, como debería comportarme, ser mejor que el resto, tu eres el mejor de todos debería estar a la altura de lo que esperaste siempre, es horrible... —se quedó en silencio y apoyó la cabeza en la almohada de nuevo— horrible irme un mes y darme cuenta que soy capaz de destrozar hasta mi familia si tú me lo pidieras. ¿Sabes lo horrible que me siento? —hizo una pausa y continuó—. No te puedes hacer a la idea... Creí que si me iba vería las cosas de otra manera, sería capaz de llamar a mi padre, disculparme con él, calmar a mi madre y volver a casa a abrazarlos pero no quiero, no soy capaz de ver mi vida con el orden que antes tenía por vuestra culpa. ¡Me acosté con mi hermano, con el que debía ser mi hermano! No ha sido fácil aceptarlo pero lo peor de todo es que después de saberlo aún le quiero del mismo modo y volvería hacerlo una y otra vez... ¡Eso es horrible moralmente! Me expuse a gente que ni siquiera conocía y ¿sabes? Me sentí orgullosa de ello porque te demostraba que era mejor que las demás, eso también es una locura ¿Quién que esté en su sano juicio entiende eso, Yoongi? Tú, yo... Eoduun bam... nadie más...
—¿Y qué te importa la gente? ¿Lo moralmente correcto? ¿Te piensas que el mundo que te rodea no se mata a pajas pensando en aberraciones cuando nadie los ve? ¿Que sus fantasías son más púdicas que las tuyas o lo que tú haces? —soltó una risa y se dejó caer en la almohada—. Si supieras las veces que todos nos hemos preguntado lo mismo que tú...
Hyeyeon se incorporó y apoyó la cabeza en el cabecero, se frotó la cara y meneó la cabeza negativamente. Eran más de las doce de la noche y el ruido sonoro de los coches perforaba el suave silencio de un hotel dormido.
Yoongi se frotó los ojos y se rió.
—Nunca... —musitó—. Nunca seas hipócrita contigo misma, princesa.
—¿Qué quieres decir con eso?
Yoongi se incorporó y tiró de ella hacía sí. Apoyó su frente en la suya y la miró con dureza.
—Si durante el tiempo que llevas a mi lado hubiera visto en ti un atisbo de que algo de lo que te rodea no te gustara, no hubiera seguido con esto. Sí, es cierto que hay ciertos momentos en los que no lo has pasado bien, reconozco que si me enfado disfruto con ciertas cosas poco éticas pero volvías a mí una y otra vez a por más.
—Eso es cierto.
La sujetó del cuello y la besó en la frente, los músculos de sus brazos se tensaron como si pretendiera cogerla por el pelo e intentara controlar aquel impulso.
—Entonces no intentes auto convencerte de que algo con lo que disfrutas está mal... No eres la única mujer en este mundo que gozaría como lo haces tú con esta vida, la mayoría solo fantasean por que los hombres que las rodean no son lo suficientemente valientes para soltar su alter ego y darles lo que necesitan... —volvió a sonreír y tiró de ella con más fuerza—. ¿Prefieres que te haga el amor con delicadeza? Puedo hacerlo... Pídemelo...
Se ruborizó, aún después de tanto tiempo era capaz de ponerla nerviosa en tan solo segundos.
—Vamos... pídemelo... Pídeme que te hable con dulzura, que te diga esas bonitas palabras que te diría cualquier otro si te tuviera en su cama.
La besaba en la mejilla mientras la apartaba el pelo con delicadeza y bajaba a su cuello para seguir besándola.
—Para Yoongi... No es eso lo que...
—Yo podría decirte eso pero no es lo que quieres... —notó como la apretaba la nuca y la metía la lengua con más firmeza en la boca—. Lo que pasa es que aún no eres capaz, de decir con la boca llena lo que realmente deseas de mí...
—Si soy capaz... Ya sí...
Yoongi se apartó de ella y abrió los ojos con ironía.
—Pues dilo.
—No... No seas así ahora.
—Dímelo —repitió de nuevo sin soltarla mientras deslizaba la mano por debajo de la sábana y rozaba su sexo ya empapado.
—Lo sabes ya...
—También sabes que te quiero y aun así necesitas que te lo recuerde.
—Yoongi... No me hagas esto ahora... No me siento...
—Mírame a la cara, Hyeyeon, no te lo estoy ordenando, te lo estoy pidiendo sin más. No te voy a obligar a...
Hyeyeon dio un salto al notar los dedos dentro y se pegó más a su cuerpo.
—A nada... —susurró con suavidad—. Hoy no, mañana tampoco pero sé franca conmigo...
La pasó la lengua por la boca y clavó los dedos.
—Dime que no disfrutas cuando te pongo de rodillas, dime que no es lo que quieres...
Notaba sus dedos jugar dentro de ella, como rozaba esa fina zona detrás de su clítoris donde el placer y el tacto aumentaban los calambres cada vez más. Separó las piernas, casi lo tenía encima y su mano apenas la daba tregua mientras olía su pelo, su mejilla, mientras la susurraba en la penumbra de aquella forma que tanto había echado de menos.
—No puedo decirte eso —jadeó—. Lo sabes.
—Entonces deja de compadecerte de ti misma —le dio la vuelta y la puso boca abajo— y demuéstrame en que has cambiado en todo este tiempo Hyeyeon... —susurró en su oído mientras se abría paso entre sus piernas.
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hola, he vuelto!! :v es el primer capitulo de este nuevo año, espero que le haya gustado. bye nos leemos.
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Avenged » Min Yoongi; BTS✔
Fanfiction"Con solo tenerte a mi lado no es suficiente" ↠Segunda parte de Revenge -ALTO CONTENIDO SEXUAL -CONTENIDO VIOLENTO -LENGUAJE VULGAR