42 - Por ti

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Te dije que mi vida giraba en torno ti. Cuando te odiaba, cuando solo te amé. Siempre...

***

Había salido todo como realmente había esperado. Se levantó muy temprano, Hyeyeon dormía profundamente y aún tenían que tomar el vuelo que les llevaría lejos de allí. Miró la hora, apenas las ocho y todos dormían en Eoduun bam. No era el mejor momento para dejar sola a Soomin, tenía muchas cosas que hablar con ella y con Seokjin pero lo necesitaba tanto... Se duchó y vistió y cogió el coche en dirección al Hotel. Al llegar al aparcamiento ya había más de un miembro de los más ancianos aparcando sus flamantes coches. Los Shirai, unas de las familias japonesas que con más poder en Corea. Habían fletado las plantas de las Suite pero los demás que se distribuía por el resto de hoteles de la zona ya desayunaban en las terrazas del Hotel mientras los más mayores se agrupaban en torno a la mesa de conferencias de una de las salas de la planta baja. Un hombre del hotel le sonrió afablemente mientras avanzaba hacia la puerta. Vio a Hyun Jo en uno de los extremos sentado junto al mayor de los Shirai y cuatro hombres más. Sihyuk ya estaba allí, permanecía algo ido mientras el resto hablaba poniéndose al día de sus negocios.

—Pasa, Yoongi, hijo —dijo un anciano de cabello cano y cejas pobladas encorvado—. Aprovechamos tu boda para reunirnos, Sihyuk te diría la razón de esta pequeña asamblea.

Se rió suavemente y se sentó junto a Sihyuk. Otros cuatro hombres de edad avanzada entraron a paso ligero y tomaron sus asientos.

—Bien, al grano —dijo otro—. Muchos deben tomar vuelos de regreso—apoyó sus manos huesudas en la encimera de madera y frunció el ceño —. Muchacho, sabemos que tu esposa ha firmado los papeles que toda mujer que se casa con un heredero debe firmar. Perfecto. ¿No ha puesto impedimentos?

Yoongi se balanceó en la silla y sonrió.

—En absoluto —dijo.

—Bien —continuó ahora el anciano Shirai—. La reunión es más informativa que otra cosa, una de las empresas Shirai se fusionará con otra de Eoduun bam, Sihyuk ha aceptado pero lógicamente quien llevará y gestionará dicha unión serás tú y no Soomin. ¿También estás al tanto?

Yoongi entrelazó los dedos de las manos y apoyó la barbilla en ellas, frunció el ceño y meneó la cabeza afirmativamente.

—Entonces perfecto, antes de irnos firmaremos todo lo concerniente a ese tema.

—Recuerda mandar por fax los papeles que firmó la muchacha —un anciano se apoyó en el bastón y meneó la cabeza con prisa.

—No creo que sea posible, Hiroaki —musitó de repente.

—¿Disculpa?

Sihyuk cerró los ojos y negó con la cabeza al escuchar aquello.

—Que no creo que sea posible —repitió buscando algo en su bolso—. No voy a pasar ningún papel a nadie.

—Yoongi -Hyun Jo lo miró fijamente—. Esto es una gran familia, nuestras empresas son la madre nutricia de las vuestras, todos nos ayudamos siempre y cuando cumplamos los requisitos y cuando un heredero se...

—No me repitas la oratoria, Hyun Jo. La sé.

—Yoongi... —Sihyuk empezaba a ponerse nervioso.

—No. Tú empresa...

—Mi empresa —continuó él— se alimenta un cuarenta por ciento de vuestros contactos, no he querido jamás depender de una organización al completo —sacó los papeles y los rompió—. Mi mujer no va vivir a la sombra de nadie. Y si así fuera, sería única y exclusivamente decisión mía.

Todos susurraron algo y Hiroaki encolerizó.

—No sabes lo que dices, Min, una mujer no va a modificar las reglas que durante siglos esta...

—En mi casa las reglas las pongo yo —se reclinó hacia delante y miró con frialdad a Hiroaki —. Repito que mi esposa no va a perder nada si decide irse. Mis hijas no quedaran relegadas a ser un objeto que rifarse entre los Shirai y...

Más murmullos y varios comentarios de enfado emergieron entre los ancianos.

—Y mi hermana Soomin heredará íntegramente lo que a mí me corresponda.

—Tu negocio perderá sus clientes potenciales si haces eso Min —otro de los ancianos se levantó y lanzó el bastón sobre la mesa—. Seré el primero en cancelar los contratos de Namjoon con la construcción de...

—No puedes —negó Yoongi riendo.

—¿Ah, no? —rió con una mueca grotesca—. ¿Lo dices tú?

—Sí, porque soy abogado, el mejor —lo miró y le sonrió—, y si incumples dichos contratos iría a por ti... Lo gracioso de todo esto es que sabes que soy el mejor, no porque tu familia haya pagado mis servicios no... Si algo hice desde niño es no depender de la gracia de millonarios como tú.

—¡Esto es inaudito, Min!

Yoongi se levantó y lanzó los papeles sobre la mesa.

—Creo —otro anciano que no se había pronunciado de acento mandarín se levantó— que estamos sacando las cosas de quicio caballeros. Nunca hemos necesitado controlar las familias, este caso fue por lo que fue —miró a Yoongi—. Muchacho, ¿sabes a lo que te expones?

—Me da igual. —contestó dando una palmada a Sihyuk, que estaba paralizado en su silla—. Me da igual... Mi imperio no depende de vosotros, sí, os debo mucho, pero no voy a ser una marioneta de cuatro ancianos que temen el poder de una mujer. Eoduun bam no necesita eso.

—No me lo puedo creer —Hyun Jo soltó una carcajada.

—Es mi última palabra —caminó hacia la puerta y la abrió.

—¡Min! —Hiroaki le señalaba con el dedo amenazadoramente—. ¡No toleraré esto, hundiré vuestras empresas!

Se giró y lo miró.

—Pues entonces nos veremos en los tribunales, viejo amigo.

Se alejó por el pasillo. Hyun Jo no dejaba de reír como un loco. Sihyuk estaba pálido y Hiroaki tenía un ligero temblor en el párpado mientras todos cuchicheaban entre sí.

—Vamos, Hiroaki —dijo Hyun Jo—. ¿No lo esperabas? —rió otra vez—. Es Min. ¿Qué pretendías?

—Acabaré con él...

Salió al aparcamiento y se puso las gafas de sol. La brisa soplaba y el sol aquella mañana amenazaba con ser colérico. Miró el reloj, las diez. La hora perfecta para volver a casa coger las cosas e irse. Miró el teléfono y marcó su número.

—¿Sí? —la voz de Hyeyeon le devolvió a la realidad.

—¿Lista para irte?

—Sí —contestó—. ¿Dónde estás?

—A unos minutos de la finca. Un tema de trabajo, princesa. Despídete de tu hermano, si no le tendré que aguantar dos meses quejándose.

Hyeyeon se rió con timidez, parecía cansada aún por la noche anterior.

—Está bien, así lo haré. ¿Dónde vamos?

—Ya te lo dije, al fin del mundo —se quedó en silencio y arrancó el coche—. Voy para allá, estate lista, nos queda poco tiempo para coger el vuelo.

-

¡Gracias por leer! 

... ¿tercera temporada? ¿si o no? 


Avenged » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora