VI

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—¿A quién comprarás, cerecita? —sintió la intensidad de los ojos marrones sobre su cuerpo. La miró con extrañeza antes de que lo rodeara por el cuello comenzando a caminar juntos.

—¿Comprar? —preguntó dudoso sin saber a qué se refería. Quizás debían llevar algo a clases y el no estaba enterado—. ¿Comprar qué?

—¿No te lo había explicado ya?

—¿El qué?

La morena resopló acomodándose el flequillo—. Por si no lo notaste... aunque está pegado por todos lados. Hoy tendremos la subasta anual de maestros, es una de esas cosas tontas que el consejo estudiantil se inventó para que las chicas pudieran pasar tiempo con sus maestros.

—¿Eso no es...?

—¿Una burla para esta sociedad? Claro que sí, pero Yoona es la hija del director y gusta contentar a sus amigas —se encogió de hombros como si no fuese el gran caso—. Debe haber visto una serie japonesa y quedó chiflada.

Sin embargo, para el resto de los estudiantes era una aventura, la mayoría participaba para obtener las respuestas del examen final o para cumplir sus deseos adolescentes.

Baekhyun seguía consternado ante la situación, en sus tiempos las cosas no parecían ser tan alocadas, aunque de todos él era el más desviado por tener una relación con un chico menor, romper por miedo y tratar de pedir perdón antes de morir.

—¿Cómo es que consigues un maestro?

—Suelen hacerte preguntas de sus clases, así consiguen que los mortales como nosotros prestemos atención a cada cosa que dicen y poder tener un chance de ganar.

Estaba considerando no dormir durante, la noche para ganar algo de tiempo con Chanyeol—. ¿Qué tan difíciles son esas preguntas?

—Es difícil saberlo, yo prefiero tomarme el día libre. Escuché que el señor Park pregunta cosas sobre su vida para que nadie gane. Jongin dijo que le preguntó sobre las flores favoritas de su novio, ¿cómo mi hermano podría saber eso?

—Las gardenias —susurró sin ser escuchado. Gain le regaló una sonrisa hasta que llegaron a sus asientos.

—¿Lo intentarás entonces? —lo codeó mientras el profesor de matemáticas entraba al aula y todos lo saludaron armoniosamente—. Es una experiencia que deberías vivir.

—Puede que sí, solo que no quiero perder.

—Seguro lo harás excelente.

Sus clases transcurrieron rápidamente, por lo menos para él que mordía el lápiz con la ansiedad a tope pensando en cómo iba a vencer a Chanyeol en sus preguntas. Si decía cosas tan fácil como su pasado podría acertar sin problemas, si hablaba de su vida adulta estaba acabado y si preguntaba sobre la historia de la música sería un rotundo cero a la izquierda.

No pudo pegar un ojo en toda la noche mientras se quemaba las pestañas estudiando. Ya no sabía ni que sabía, porque los nombres y datos históricos se habían mezclado en su cabeza, de las fechas ni que hablar.

Estaba frito, pero Gain lo consolaba con una sonrisa acariciándole la mejilla como si fuese su madre, la que nunca tuvo.

—No me acuerdo de una mierda, todo lo que aprendí lo olvidé en el sueño.

—Por eso dicen que no debes hacer las cosas a última hora. ¿Por qué te esfuerzas tanto? ¿A quién quieres ganar?

—Al señor Park de música.

—Ya veo... ¿tienes problemas paternales o algo?

—No tengo papá —soltó como si no fuese una gran noticia, pero Gain tragó en seco sintiendo que había arruinado todo el ambiente.

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