XVI

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—¿Quién demonios era ese vejestorio? —lo miró con cara de pocos amigos antes de incluso pensar en contestarle. Kyungsoo no se preocupó por la expresión en el rostro de su mejor amigo, se llevó una cucharada de arroz a la boca empujando hacia adelante la bandeja del almuerzo para apoyar los codos sobre la mesa por muy maleducado que fuese.

—Es un amigo.

—¿Desde cuándo tienes ese tipo de amigos?

—Lo conozco hace mucho, Kyung. No pude presentártelo antes porque siempre aparece de la nada.

—Pues claro que lo he notado, ¿cuántas veces tuve que llevarlo a su casa porque me lo pediste?

—Lo siento, sobre eso… —se rascó la nuca incómodo por lo que iba a decir—. Él quería disculparse contigo y yo también, perdón por involucrarte en mi mierda.

—¿Podrías contarme las cosas? Por favor. Somos amigos y que haya estado enamorado de ti no significa que haré todo lo que te dé la gana, aunque lo esté haciendo.

—No te molestaré más, Kyung, lo prometo. ¿Podrías guardar este secreto por mí? No quiero que nadie se entere de que volví a hablar con él.

—¿Quién es? ¿Tuvo problemas con tu familia? ¿Por qué quieres ocultarlo de ellos? ¿Es por el que te mudaste?

—No es eso… ¿qué dirías si fueras mi tía y me vieras con alguien como Chanyeol?

—Lo mismo que estoy haciendo ahora, pedirte explicaciones y rogar porque, por primera vez en lo que llevamos de conocernos, me digas la maldita verdad y no ocultes la mitad de la información.

Kyungsoo parecía molesto. No, lo estaba.

Estaba aburrido de limpiar desastres que no le correspondían, de viajar por media ciudad para llevar a un treintañero borracho cuando la policía podía pillarlo manejando, siendo él un menor de edad. Amaba a Baekhyun como un amigo y daría todo de sí para asegurar su bienestar, pero no iba a involucrarse con un extraño que tenía toda la pinta de ser un problema.

—¿Vas a quedarte callado para siempre o te sincerarás de una vez?

—No puedo hacerlo, me tomarás por un loco si te digo la verdad.

Kyungsoo solo pudo suspirar ante la repentina decepción que se estaba tragando—. Me conoces lo suficiente como para saber que jamás en la vida me burlaría de ti tocando un tema sensible.

—Esta es mi segunda vida —le confesó, cerrando los ojos.

Sintió el peso sobre su cuerpo irse de repente y le acarició el hombro a su amigo.

—¿Esto es por lo que nos dijo la señora del tarot o lo dices porque estás seguro de ello?

—Estoy seguro.

—¿Desde hace cuánto sabes que antes eras alguien más? —no podía asegurar que estaba convencido. No había señales de que Baekhyun estuviese mintiendo, pero tampoco de que estuviera diciendo la verdad. Todo era confuso y borroso, pero la curiosidad que había crecido en su interior lo ayudaría a quitar cada duda que tuviese.

—Prácticamente desde que era un niño.

—¿Esto tiene que ver con el lunático con el que pasaste la noche?

Baekhyun asintió con los labios sellados.

—¿Lo conociste en tu vida pasada?

—Si quieres verlo de esa manera, entonces sí.

—Es tu primer amor, ¿no es así?

—Me temo que lo sigue siendo, aunque todavía no estoy completamente seguro de lo que quiero.

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