Tengo 3 opciones.
1.- Le abro la puerta y hablamos como personas civilizadas.
2.- No le abro la puerta y lo ignoro.
3.- Me hago una cirugía en el rostro, me cambio de nombre y me mudo a otro país.
¡Ya lo decidí!
La opción 3 es la indicada
¿No?
Ya estoy delirando, ¡¿ahora que hago?! miro el reloj que está encima de puerta y son las 10 de la noche y aquí es cuando me hago la pregunta...
¿Qué hace un hombre a estas horas de la noche en la casa de una señorita que ni siquiera conoce?
Pues te recuerdo que estabas acosándolo me dice mi conciencia y teóricamente hablando, no lo estaba acosando, sólo estaba yendo por donde él iba y le tomaba foto al fondo justo que estaba detrás de él, esos son coincidencia de la vida.
Dejo mis pensamientos a un lado y pongo una oreja en la puerta y ya no se escucha nada del otro lado, asi que decido abrir la puerta lentamente para asegurarme que ya no está y eso que hice fue un grave ¡no! un gravísimo error...
Él sigue ahí y cuando estoy apunto de cerrar la puerta otra vez este pone su pie impidiendo que la cierre por completo, empuja la puerta y entra como si fuera su propia casa.
Mi casa se ve como una casita de muñecas con él adentro, él es tan alto y musculoso que su sola presencia impone y te pone...
Sacudo mi cabeza para sacar pensamientos impuros y me cruzo de brazos- ¿Sabes que eso es allanamiento de morada?- le digo enojada
Él me mira y se ríe-no es allanamiento si tengo una orden de entrar a tu casa si quiero- me dice como si fuera obvio
-¿Así?- levanta un ceja- Pues...pues muéstrame ese disque permiso que tienes- le digo- sino me veré en la necesidad de llamar a la policía- lo amenazo
Él mira algo detrás de mí y luego me mira- ahí está tu permiso- me dice
Frunzo el ceño, volteo y me sorprende al ver un hombre muy parecido a mi objetivo, me había olvidado de cerrar la puerta pero este ya lo hizo, veo que saca algo de su maletín, es una hoja y me la da, me debato en agarrarlo o no pero a las finales decido leerlo.
Lo leo una y otra vez.
NO PUEDE SER. COMO LO HIZO.
Ustedes se estarán preguntando a que me refiero o al menos tienen una idea pero se los confirmaré...
Este tipo no sé como lo hizo pero consiguió el permiso, si es que así se le puede llamar, creo que es más una orden, ¡si! eso es, una orden de allanamiento pero eso no es lo raro, lo raro es que lo consiguió en un par de horas cuando esto normalmente se puede demorar días, ¡DÍAS!.
-Pe...pero...- tartamudeo-...como...- no logro terminar la pregunta.
-Tengo mis contactos- me dice como si supiera que le iba a preguntar.
Normalmente estas órdenes se hacen con policías pero no veo ninguno por aquí, abro lo ojos y corro hasta la puerta y sí, mis sospechas son ciertas hay una maldita patrulla afuera, comienzo a echar humo por las orejas, esto es el colmo, regreso a donde está y hago lo mismo que hice la primera vez que abrí la puerta y era Axel.
Le tiro una bofetada.
¿Por qué? pues porque estoy enojada, furiosa, frustrada y realmente ofendida, ¿quién se cree que es este tipo?
Él me mira furioso y ambos nos miramos fijamente, los dos estamos echando llamas por los ojos, parece que ninguno se cansa de mirar al otro porque ninguno despega la mirada hasta que el otro intruso decide hablar.
-Ya calma los dos- pone su mano en el pecho de Hamilton y lo empuja lejos de mí- tú- me señala y me dice- no queríamos hacerte enojar- levanto una ceja o hago el intento- sólo queríamos hablar civilizadamente y llegar a un mutuo acuerdo- se acerca a mí y me tiende su mano- mi nombre es Drew Hamilton, abogado de Thomás Hamilton- miro su mano y la acepto porque aunque suene loco me cae un poquito bien pero solo un poquito- Hay que tomar asiento para conversar mejor-.
Miro a Hamiltonto y hacemos una batalla de miradas, su hermano porque supongo que es su hermano ya que tienen el mismo apellido, lo agarra del brazo y lo jala para que se siente en el sofá, yo suspiro y hago lo mismo.
Una vez sentados, Drew comienza a sacar algunos papeles y me mira- Bien, comencemos- dice- ¿Sabes porque estamos aquí?- niego con la cabeza y el otro Hamiltonto bufa, Drew le da una mirada amenazante- te lo explicaré- comienza- hoy 10 de Enero del 2017 estuviste en la cafetería "Coffee anda read" ¿es correcto?- levanto los hombros- mi cliente Thomas Hamilton- lo señala- me indica que usted señorita Mia Woods, estuvo tomándole fotos sin el permiso de él, ¿es eso cierto?- me pregunta.
Pues el no tiene pruebas de lo que está hablando y no me han puesto una biblia para que jure decir la verdad así que...
-Eso es mentira- le digo- yo ni siquiera lo conozco- lo señalo- este tipo me está culpando por algo que nunca hice- me cruzo de brazos y me relajo porque no tiene forma de probar que miento ¡Já! soy una genia.
-¿Cómo tienes el descaro de mentir?- me dice el Hamiltonto.
-No estoy mintiendo, yo sería incapaz de hacer tal cosa- con esto me gano mi pase directo al infierno
-Bien, para verificar que no está mintiendo, necesito ver la memoria de su cámara o en todo caso si ya bajó las fotos necesitaría ver su computadora o laptop- me dice
Ahora si estoy muerta.
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Objetivo Encontrado
RomanceMia tiene 20 años y es estudiante de fotografía. Thomas tiene 30 años y es un gran arquitecto. Dos personas totalmente distintas, con diferente carácter, diferentes personalidades pero el destino los quiere juntos o... quizás no.