-¡Maldita alarma!- gruño y arrojo el reloj contra la pared para seguir durmiendo- 5 minutos más y me levanto- me vuelvo a echar en la cama con toda la intención de dormir un poco más.
Escucho que tocan la puerta pero como a nadie le importa mi privacidad, esa persona que antes estaba detrás de mi puerta decidió entrar a mi habitación. El intruso comienza a moverme suavemente y gruño, ¡Así es! gruño como un animal.
-Déjame tranquila quién sea que seas- alejo la mano de un manotazo pero sigue insistiendo- ¡déjame dormir!- me tapo el rostro con la otra almohada que tengo y de pronto la persona desconocida decide hablar.
-Si no tuvieramos clases hoy, te juro que te dejaría en paz- esa voz se me hace muy conocida y como aún no me quiero levantar la ignoro- ¡Levantate, maldita sea!- de pronto siento que me botan de la cama.
-¡Idiota!- trato de levantarme- pudiste haberme matado- finjo que lloro.
-No seas nena por favor- Axel, mi mejor amigo se acerca y me ayuda a levantar- vamos a llegar tarde si no te alistas en...- mira su reloj-...¡ahora!- grita dramáticamente
- Y luego dices que yo soy la nena- bufo ante su grito no muy masculino- sal de mi habitación para que me aliste- comienzo a empujarlo para que salga.
-Como si tu cuerpo fuera algo de otro mundo- se ríe- déjame decirte nena- hace una pausa dramática- que he visto tetas- mira las mías- y más grandes que las tuyas- me cruzo de brazos- es más...esto- señala mi pecho- es como una tabla- trata de acercar su dedo a mi pecho pero antes de tocarlo, aleja la mano como si le doliera- Me pinchó una astilla.
Le cierro la puerta en la cara y escucho que se ríe- ¡tienes 10 minutos para alistarte!- grita
¡Carajo! Debo darme prisa, no quiero volver a llegar tarde a la clase del profesor Padilla, odio a ese hombre con toda mi alma, es un gruñón y parece que me tiene un odio único, al menos es odio mutuo.
Me baño en menos de 5 minutos, no sé como lo hice pero ese es tiempo record al menos para mí, me pongo un short negro, una camiseta manga cero, unas vans negras, agarro un bolso negro y salgo corriendo hacia la cocina para agarrar una manzana para al menos tener algo en mi estómago.
Voy hacia la sala y encuentro a Axel coqueteando con mi hermana, miro hacia el techo y niego con la cabeza, no sé que hice para merecer esto y no me refiero a Axel porque sé que es un maldito mujeriego pero de mi hermana, ella ha estado enamorada de Axel desde que lo traje a la casa para hacer una tarea y desde ese día no deja de gustarle ni un poco y eso que varias veces le he repetido que si llegan a estar juntos sería como iniciar una tercera, cuarta y quinta guerra mundial.
Carraspeo y ambos voltean a mirarme- ya vamos, llegaremos tarde- le digo a Axel
Axel se levanta y juntos nos dirigimos hacia la puerta seguidos de mi querida hermanita pero antes de salir Axel le dice a Marie, mi hermana- Nos vemos luego lindura, tienes mi número, llamame- hace un seña con su mano como si fuera un teléfono.
Marie le asiente con la cabeza y yo cierro la puerta fuertemente ganándome una mirada extraña de mi amigo- eres un idiota- iba a preguntar algo pero lo corté- sabes muy bien porque, ahora vamonos- le digo
Caminamos hacia su jeep negro, si señoritas un jeep, como el de Patch. Me subo en el asiento del copiloto y él comienza a manejar, enciendo la radio y comienzo a cambiar de emisora hasta encontrar algo que me guste cuando de pronto Axel decide hablar.
-No estes enojada conmigo Mia- no le contesto- sabes que nunca me metería con Marie- lo miro con una ceja levantada o al menos eso creo- en serio no hagas eso
-¿Que cosa?- le pregunto
- Eso- señala mi rostro- en tu intento de levantar una ceja levantas las dos- eso es humillante pienso- y déjame decirte que es jodidamente humillante cuando haces eso.
-No es humillante- si lo es- al menos lo intento- cruzo mis brazos como una niña pequeña haciendo rabietas.
- Eres un niña muy amargada
Cambio de tema -Sabes que no me gusta que ilusiones a mi hermana- suspiro- ya sabes lo que siente por ti- el semáforo se pone en rojo- no lo vuelvas a hacer por favor ¿si?- le digo
-Mia, sé que amas a tu hermana pero soy débil
-No seas idiota, ¿como que débil?
-Marie tampoco es que me la haga muy fácil- dice
-¿Qué no te hace fácil qué?
-¿Es en serio Mia? ¿No la captas?- pregunta
- Pues no, disculpa por no tener una mente mal pensada como la tuya
-Yo nunca dije algo que se pueda mal pensar- sonríe
Le pego en el brazo- eres un idiota.
- Soy un idiota adorable- me mira y comienza a parpadear rápidamente- mira, si Marie me busca y me saluda, no puedo ser maleducado e ignorarla
-Podrías hacerlo- le digo
-No, soy todo lo que tú quieras pero maleducado no está en la lista de mis defectos
-Tienes razón- suspiro- al menos no le digas eso de que te llame
-¿Por qué?
-Primero porque en estos tiempo ya nadie llama, todos usan whatsapp, segundo porque ella se ilusiona muy rápido y tercero porque te ves ridículo cuando haces ese gesto de teléfono con la mano, pareces un viejo verde que trata de ligar con una chica en una discoteca.
- ¿Lo dices por experiencia propia? ¿un viejo verde trató de ligar contigo?- sonríe
En realidad si me pasó eso una vez, estaba bailando sola en una discoteca y un señor de unos 50 años se me acercó a pedirme mi número, no se lo di porque se estaba rozando mucho conmigo y eso me ponía incómoda, además de que estaba borracho. Decido callar esto porque si le cuento a Axel, seguro lo publica en todas sus redes sociales sólo para hacerme enfadar.
***
15 minutos después llegamos al instituto y salimos corriendo hacia el salón, en el transcurso el idiota de Axel se cae y yo me río con mucha fuerza por lo que dos profesores salen para callarme, lo bueno es que pude tomarle una foto a Axel en el piso, esto vale oro.
Estamos afuera del salón, viendo la puerta cerrada...
-¡Demonios!-decimos ambos
Estamos jodidos.
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Objetivo Encontrado
RomanceMia tiene 20 años y es estudiante de fotografía. Thomas tiene 30 años y es un gran arquitecto. Dos personas totalmente distintas, con diferente carácter, diferentes personalidades pero el destino los quiere juntos o... quizás no.