Mi nombre es Juvia.
Según contaba mi padre, me asignaron ese nombre debido a que mientras mi madre estaba embarazada de mí, la aldea donde vivimos sufrió una importante sequía que dejó a todos los míos sin cosechas durante unos meses. Pero el día en el que yo nací, el agua de las lluvias volvió a bañar los cultivos.
Tenía 8 años cuando me separaron de mi hermano Gajeel. Él tenía 12, la edad considerada perfecta para los hombres de la aldea para poder empezar a formarse como guerrero. Por ello todos los años el jefe que los entrenaba, el viejo Makarov (entre los jóvenes llamado el viejo del saco), bajaba a la aldea y reclutaba niños para llevarlos a la montaña de entrenamiento.
<< La Gran Montaña >> llamada por ellos, solo porque se decía que las nubes tocaban la cima y por ello los dioses bendecían esa tierra y a quienes estuvieran allí. A mí eso solo me parecía una estupidez. Era tan fuerte de espíritu y de corazón como cualquier niño guerrero al que llevaban. Pero nunca vinieron por mí. Al parecer no está muy bien visto que una mujer sepa utilizar un cuchillo fuera de sus funciones domésticas. Ni un arco ni una lanza. Pero yo me niego a aceptar que solo sirvo para eso, cultivar, casarme y tener hijos guerreros. Así que cuando me separaron de Gajeel también empezó mi entrenamiento. Las mujeres, incluida mi madre, nos enseñaron a cultivar las tierras, a cocinar como ellas e incluso a curar heridas, pero no era ese el tipo de entrenamiento que yo quería. Por ello empecé a escaparme cuando no miraban y explorar el bosque que nos rodea, a seguir el río y descubrir dónde termina, a escuchar los sonidos del bosque y por supuesto a entrenarme físicamente. Solo mi mejor amiga Erza sabía lo que hacía. Poco después, ella empezó a entrenar conmigo. Eso me ayudó mucho. Por fin tenía alguien con quien luchar y entrenarme.
Por desgracia aquello solo fue hasta que un día mientras ambas peleábamos, Erza cayó por un precipicio. Consiguió agarrarse a una rama pero no era suficiente para que pudiera subir o para que yo pudiera ayudarla. No lo pensé mucho y me deslicé por el precipicio hasta llegar a ella. Conseguí agarrar su mano y ayudarla a subir a la cima, pero cuando hizo el último esfuerzo y consiguió subir, la roca donde tenía apoyado su pie cayó sobre mí y me hizo soltarme de mi agarre. Caí rodando por aquel sin fin de rocas y no pude ver nada más, solo sentir el dolor de las punzadas que mi cuerpo estaba recibiendo.
Cuando abrí los ojos, Silver me llevaba en sus brazos ante mi madre para que me curase. Escuchaba a Erza llorar diciendo que era su culpa, yo ni siquiera tenía fuerzas para moverme. Mi madre y Ur (la esposa de Silver y mejor amiga de mi madre) me curaron todas las heridas, pero las cicatrices todavía permanecen en mi cuerpo. No es algo que me importará, pero si a Erza. Erza se sentía culpable por lo que pasó, a pesar de las numerosas charlas que tuve con ella, ella no me escuchó y por un tiempo dejo de entrenar conmigo. Al bañarnos juntas en el río evitaba mirarme, por ello deje de bañarme con ellas.
Fue poco después cuando ocurrió lo peor que me podría haber pasado. A mis 14 años, un día volviendo de mis escapadas, mi padre me dio la noticia de que habían encontrado a mi madre, a Ur y a dos mujeres más, muertas entre los campos de cultivo. Parecían haber sido asesinadas pero nunca se supo por quién ni por qué. Escapé al bosque corriendo sin saber a dónde.
Creía que conocía el bosque en su plenitud, pero nunca había estado allí antes. Tan solo era un pequeño lago con una cascada, pero me pareció el lugar más hermoso que hubiera visto antes, y fue entonces cuando convertiría ese lugar en algo especial para mí y empecé a llamarlo ¨mi pequeño santuario¨.
Aquí comienzo la fanfic que hace eones comenté. Comentaros solo que toda la introducción será así, rápida, para poder iniciar en la historia del ¨presente¨ de Juvia. Espero que no se haga demasiado larga y que os llegue a gustar, nos vemos en el siguiente. ;)
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Blue Warrior
FanfictionAllí entre las montañas, los ríos y los valles, habita el poblado al que Juvia pertenece. Posicionado en una época donde el cultivo y la caza son la única forma de alimentarse. Juvia vive con su padre (el jefe del poblado) su madre y su hermano may...