Ya era de día y quién se había despertado primero era Edson, levantándose de la cama se estiraba y tronaba su cuello haciéndole sentir mejor. Camino hacia la habitación de la peli azul que aún se encontraba dormida, al entrar la veía dormir de una manera que a él mismo le pareció increíblemente lindo ya que se encontraba abrazando una almohada pero, en su mente, le hizo creer que ella abrazaba su almohada extrañando a alguien que ella quería que volviera como su padre, su madre o alguien a quien amo desde niña, sacando un suspiro algo triste, se le ocurrió la idea de hacer el desayuno y poder tanto animarlo a él como animarle la mañana a Xenovia. Llegando a la cocina, sacó los ingredientes para comenzar hacer un omelette: jamón, queso, huevo, tocino- y para algo de beber, salió al bosque a ver si encontraba algún naranjo pero algo llamo su atención, una explosión roja se lograba ver desde lejos de la posición de Edson.
El joven, por curiosidad, se dirigió hacia aquella explosión que había visto, tardo poco pero al llegar lograba ver una silueta femenina dentro del humo rojo. -¿Hola? ¿Estás bien?- este pregunto mientras se acercaba poco a poco, -¡¿Quién rayos está ahí?!- contesto la mujer, pero su tono de voz pareciera molesto haciendo que está mujer saliera. Edson quedó sorprendido al notar que no era una mujer mayor quién estaba enfrente de él, sino una chica casi de la misma edad que él. La chica se le acercaba a él mientras él no sabía qué hacer, la chica era de un cuerpo algo blanco, sus ojos eran de color azul marino pero su cabello era de un color rojo tinto, teniendo hermosas curvas y de buen busto, por sorpresa de Edson, está se encontraba desnuda lo cual hizo que se sonrojara y le diera un pequeño derrame nasal. -Jejeje qué lindo, se emociona al ver a una chica desnuda... Bueno, quizás te dé el lujo mientras me concedas un deseo- lo abrazaba de una manera un tanto provocativa haciendo que este se le pusieran los pelos de punta. -¿cu-cual es t-tu deseo...?- pregunto con una voz temblorosa de nervios. -El que mueras por mi...- respondió susurrando a su oído y lamiendo lo lentamente haciendo que este reaccionara y la separase de el- espera, ¿Que dijiste?- pregunto algo confundido para que solo se escuchará la risa de la chica un tanto diabólica -dije, muere por mí- sacaba una espada grande del mismo color que su cabello.
Sin saber, Edson sentía algo raro en su cuerpo que lo hizo dormir sin saber que de nuevo perdería el control pero esta vez de una manera diferente, un aura de color blanco rodeaba todo su cuerpo. -¿Enserio me cumplirás el deseo de morir? Jejejeje qué lindo muchacho- alzaba la espada impulsando la y dejándola ir contra este, para la sorpresa de la pelirroja, este había detenido el ataque con sus manos y la miraba con una linda sonrisa y ojos azul cielo -lo siento, pero hoy no es mi día- respondió con una sonrisa en el rostro alejando la espada de él, -¿Que rayos...?- está confundida lo miraba ya que nadie en su vida, había logrado detener el ataque de su espada o si lo intentaban, les quemaba la piel. En el caso de Edson era errónea esa espada.
Edson se mantuvo de pie mientras que el aura blanca que lo rodeaba, hacia la forma de un par de alas y una espada que el agarró -no es día de juicio pero este será algo que no olvidarás nunca- decía sin dejar de sonreír de manera tierna pero algo orgullosa. -¿Alguien que tiene la valentía de pelear contra mí? Eso es admirable- está soltaba una sonrisa algo maligna creando una armadura alrededor de ella cubriendo su desnudo cuerpo.
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El hijo de un ángel y una demonio (Pausada)
Science FictionEdson Tapia, un chico de 17 años de edad, moreno de cabello ondulado, era un chico normal para la gente pero en el hay algo especial. El no saber los poderes sobrenaturales que tiene Edson, lo llevara a aventurarse en diferentes lugares peleando por...