El hijo de un ángel y una demonio (Pausada)

Capitulo 14

           

Estaban los tres en medio del bosque mientras que ambas se miraban con odio. -disculpa chicas... ¿Que se supone que son una de la otra?- pregunto Edson con curiosidad para que en el mismo momento, tanto Xenovia como Erza contestaron -¡enemigas eternas!- se voltearon dándose la espalda la una a la otra pareciendo niñas pequeñas. Edson las mira con confusión para después suspirar y retirarse camino hacia la casa. Pero sin que él se diese cuenta, Xenovia y Erza lo miraban algo tristes ya que no se sabía el porqué se sentían, unos instantes ambas se miraron con odio para después comenzar a discutir, -¿Ves? Incluso aún sigues echando a perder todo lo bueno- dijo Xenovia con los brazos cruzados con una mirada de asesina para que después Erza le respondiera -¿Yo? Por favor, es obvio que no quiere a una angelita sin sus alas- reía algo descaradamente.

Mientras ellas discutían, Edson camino a la casa de Xenovia, notaba que una especie de niebla verde comenzaba a ponerse un poco densa en su entorno, confuso miraba hacia los lados buscando a las dos chicas pero lo único que pudo ver fue una puerta de color roja, la cual se dirigió a abrir. Al abrir aquella puerta tan extraña que había aparecido de la nada, pronto se cerró para que después viera a su perro ladrar con alegría -¡Ma-Maximof! ¡Eres tú!- el chico corrió hasta su mascota pero antes de llegar, algo de color negro se acercó para después asesinar al perro enfrente de el -¡N-No! ¡Maximof!- llorando trataba de atrapar al hombre vestido de negro pero este desapareció.

En el mismo momento, se ve al profesor Guillermo caminar por el campus hacia el estacionamiento para agarrar su auto cuando de repente se escucha una voz -¡Profesor Guillermo!- el profesor volteaba -¿si dígame...?- algo en él lo atravesó para después caer al suelo, el mismo sujeto desaparecía de la escena mientras que Edson sufría de dolor al ver a su profesor quién lo quería tanto como si fuese su padre.

Un año antes...

Edson habría ingresado en la universidad de su ciudad, era poco conocido por ser el chico que vivió solo la mayoría de su vida, en eso, un profesor se acercó a él y le pregunto -disculpa ¿Tu eres el joven Edson Tapia?- el cual el joven lo miró con un poco de seriedad -sí, ese soy yo... ¿Qué necesita de mí?- pregunto de manera fría pero el maestro noto un poco de nerviosismo en él, lo cual Guillermo sonrió para después decir -un gusto, mi nombre es Guillermo Barragán, pero puedes llamarme Guillermo si gustas. Yo seré tu tutor- mirándolo con una sonrisa en el rostro, Edson cambio su estado de ánimo y le regaló una pequeña sonrisa.

Para Edson, el maestro Guillermo al ser tan buena persona con él, lo asemejaba como un padre para el llegándole a tener un gran cariño y respeto, le contaba los problemas que él tenía y juntos lo resolvieron. Eran una familia pequeña ellos dos, pero aquel día en donde su maestro favorito o más bien, su "padre" fue asesinado y encantado su cuerpo. Le partió el corazón al joven ya que le habían arrancado una parte de su alma al ver a la persona a quién admiraba muerta.

En la actualidad...

Edson lloraba al tener a su perro y a su maestro en brazos, después noto que se movían un poco notando que tenían los ojos en blanco, -eres un idiota, me hubieras salvado- el tono de voz del cadáver del maestro Guillermo se le escuchaba molesto mientras que el cadáver de su perro le gruñía, Edson realmente estaba dentro de su peor miedo.