Una Mente Esquizofrénica

Cap.6 ¿Verdad o mentira?

—¡Señorita Zuleika! ¡Buenos días!. Le grito entre risas burlonas y con el rostro del señor que reparte el periódico, se asusta al verme así, primero me observa bien y después cambia su rostro al de un niño asustado y muy molesto. Se tranquiliza un poco

—¿Cobain? ¿Eres tu?. Me dice
—¡No! Yo soy el señor que reparte el periódico ¿Quieres ver?. Le respondo y no dice nada; salgo corriendo hacía la camioneta para ir por unas hojas del periódico dentro de la camioneta. Llego a la parte trasera y cojo un pliego, en el titular decía “¡Enfermo Ronda Por Las Calles De La Ciudad!” con eso me di cuenta que también mataría al que escribió ese titulo ofensivo a mi persona, ¡No Estoy Loco! Seguí leyendo y en una esquina decía “Tenemos la historia del padre que recibió el cuerpo de su hijo descuartizado en la puerta de su casa y también la narrativa de su hija” Me quedo con la grandísima duda de saber que dijo Zuleika de mí. Abro el periódico y me voy hasta esa sección...
Decía Zuleika en la nota: “La verdad si fue algo aterrador, será un evento que jamás olvidaremos mi familia y yo, pero a pesar de eso, yo sabía como era Cobain, tarde que temprano me esperaba algo así por parte de el, aún así, el no es malo y eso lo entendí después, sufrió un accidente trágico de pequeño el cual le afecto mucho, yo si lo quería mucho solo que mis padres me prohibieron hablarle, incluso ellos le mandaron un mensaje a través de mi celular, eso desató todo esto y no se que vendrá después” Hago bola de papel el  periódico todo arrugado, lo arrojo al suelo y comienzo a caminar hacía el sótano, abro la puerta de un golpe, yo sostenía un pedazo de cristal en la mano

—Lo que respondas justo ahora dependerá de un futuro, no te equivoques Zuleika. Le digo
—De que Cobain. Responde
—Lo que le dijiste al periódico local ¿Es verdad? Habla ya. Le pregunto
—Yo te conozco más de lo que te imaginas Cobain, no es casualidad que yo te guste, recuerdo como jugábamos desde niños afuera y dentro de mi casa en la cual vivo ahora ¿Quieres conocer la verdad? Veo que no recuerdas algo, estábamos jugando afuera de tu casa  cuando de repente tus padres estaban peleando, tu padre te grito que subieran a su auto y te fuiste, ese día jamás te volvería a ver por el momento, en la noche saliste en las noticias, el carro donde viajabas había caído a un barranco a las afueras de la ciudad, se encontraron dos cuerpos pero el tuyo no estaba, después de los años mi padre había dicho que un joven se había mudado a tu casa la cual estaba abandonada, no le tomé mucha importancia porque pensé que estabas muerto
—¡Mentiras Cobain! La chica te está mintiendo. Dice Kilian
—Dejen escucharla, quiero seguir escuchando su historia. Le contesto a Kilian
—¿Con quien hablas Cobain?. Me dice Zuleika
—Con Kilian ¿No la estás escuchando? Dice que estás diciendo mentiras. Le respondo a Zuleika
—¡No! No les hagas caso Cobain, tienes que escucharme a mí. Me dice
—Es una mentirosa Cobain. Dice Kilian mientras se me empieza a acelerar el corazón, aprieto el pedazo de vidrio —Tu mataste a tus padres Cobain, por culpa de Zuleika, cree me a mí, yo siempre he estado contigo, la señora Kilian jamás te dejará.
—¡Mentirosa!. Grito al aire mientras le clavo el trozo de vidrio en la mano a Zuleika, ella grita lo más fuerte posible pues el cristal había traspasado su mano, comienzo a retorcer el trozo de vidrio haciendo un agujero en la palma de su mano mientras no para de gritar por un simple rasguño el cual hará que pierda su mano, la sangre escurría por todos lados, saco el cristal de su mano, lo arrojo hacía atrás y meto mis dedos de cada mano en en agujero de la palma, tiro tan fuerte de ellos que chispea sangre y huesos por doquier, su mano estaba dividida en dos partes, tomo uno de sus dedos y comienzo a morderlo hasta que logro arrancarlo, así me voy uno por uno

—¡Para Cobain para! ¡Deja de hacerlo!. Me grita Zuleika
—No pares muchacho, esto es muy divertido. Dice Brais
—¡Para Cobain! ¡Me duele mucho!. Insiste Zuleika, con el grito mas fuerte que he escuchado y lágrimas en los ojos
—¡No Pares Cobain! Recuerda que te dijo loco, eso fue letal. Interrumpe Kilian

Tomo un cuchillo de carnicero y corto su mano desde la muñeca... Ella se desmaya.
Lo que quedaba de su mano, estaba tirado en el suelo, agarro la ropa del señor que reparte periódico y me visto, era color azul, un pantalón azul, chamarra azul viejo y gorra azul maltratada, tomo los lentes que estaban en una mesa. Me pongo los lentes para bajarme de la camioneta, estaba en frente de su casa (De Zuleika) y me paro en la puerta, presiono el timbre dos veces a lo que sale de prisa el padre de Zuleika

—Hola, perdón, creía que eras la policía, hace rato mi hija se extravió y no la encuentro por ningún lado, estoy preocupado. Me dice, suena su voz muy agobiada y preocupada
—No te preocupes, ya aparecerá. Respondo con la voz gruesa para fingir ser otra persona
—Gracias amigo, perdón por mis modales ¿Que se le ofrece señor?. Me pregunta
—Le traigo indicio de su hija, creo que me encontré algo que le pertenece. Respondo
—¡A ver!. Me grita

Saco de mi bolsillo el pedazo de su mano (De Zuleika) y lo pongo en las manos de el, abre los ojos más grandes que un búho, sin pensarlo dos veces me abalanzó sobre el y muerdo su cuello lo más fuerte que puedo hasta arrancarle parte de la garganta, mi boca estaba llena de sangre, el padre de Zuleika cae al suelo, me acerco a su oído y le susurro

—No te preocupes suegro, yo cuidaré de ella para siempre y si muere primero que yo, la enterraré donde te enterraré a ti... Saludame a mis padres.