Capitulo 12.- Yo

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—¿Oficial G? Que pasa bíceps porque permitiste ayuda, no la necesitamos. Le susurro lo más bajo que puedo
—No pedí su ayuda, solo compórtate y no hagas nada estúpido.

Hum creo que el ya debió haber sabido que hacer algo estúpido es mi segundo nombre pero bueno espera mucho de mi, después de trotar un par de cuadras el oficial G se detiene,

—Creen que no me doy cuenta. Dice el oficial G —Solo por qué te debo un favor Z, creo que así estaremos a mano ¿Verdad?
—¿Eres oficial Z entonces?. Le pregunto a bíceps.
—Si G, así estaremos a mano, para que tú me debas una, dejaré que me dispares en la pierna tú sabes muy bien dónde, así podrán irse y yo nunca supe sus identidades. Le contesta el oficial G
—Que generoso la verdad. Comento
—Pero todavía me pregunto, si podrías haber tenido la ayuda de varios oficiales aquí ¿Porque te decidiste a pedirle la ayuda a un enfermo mental, psicópata asesino que está loco?. Pregunta G
—¿Loco? Le pregunto yo
—Hablaste de más otra vez G. Dice bíceps
—¿Otra vez maldita zorra?. Le digo al oficial G —Es momento de unas clases privadas

Brinco sobre el oficial G enredo mis brazos por su cuello y comienzo a apretar, al instante el maldito se deja caer hacia atrás estrellandome contra el pavimento pero G no se mueve...

—No eres tan novato niño después de todo. Dice bíceps
—¿Verdad? Ayúdame a levantarme, me tengo que estirar, el desgraciado me sacó el aire. Respondo
—Y tu le sacaste un pulmón. Dice Bíceps riéndose

Creyeron que caería tan fácilmente en esa jugada, de hecho la provoque para que G al momento de dejarse caer hacia atrás para aplastarme, saque el cuchillo de mi pierna con la otra mano y cuando cayó prácticamente se lo clavo el solo, diríamos que provocó su propia muerte. Saco mi arma del bolsillo y apunto a su cabeza, veo que me mira fijamente a los ojos y disparo, pero para mí sorpresa eran balas de goma, solo le dejé una tremenda marca en la frente

—¿De goma? ¿enserio? Oficial don Z que pasa, pensaba que usaban armas de verdad, y, ¿cómo le ibas a dar un balazo en la pierna? Al menos que se lo dieras en los testículos la perra ésta quedaría inmóvil. Suelto una risa burlona y escupo en el cadáver que tengo a mis pues, luego disparo otra bala de goma a sus bolas para ver qué sucedía, pero ya no hace ningún gesto. —De todas maneras ya no los ibas a necesitar. Afirmo
—Bueno vámonos de aquí, ya estuvo bueno por hoy de tonterías. Dice mientras me quita el arma falsa de la mano. —¿Enserio pensaste que ibas a traer un arma de verdad? Por lo estúpido que eres no dejaría que jugaras con una de verdad. Dice mientras sonríe sarcásticamente
—Sabes que te puedo quitar la de verdad. Le digo mié tras doy un paso hacia adelante
—Inténtalo. Responde mientras se sube la manga derecha y levanta el brazo
—Bueno, después. Digo mientras retroceso con las manos delante mío para que pudiese verlas. —Ya habrá oportunidad.
—A casa entonces. Me responde

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2021 ⏰

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Una Mente EsquizofrénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora