―De acuerdo, ahora hagamos entrega del último obsequio. ―el chico de cabello castaño suspiro, mientras observaba como Camila entregaba su obsequio a Michael, quien lo recibía feliz. Todos aplaudieron. Todos se encontraban realmente emocionados y contentos de poder disfrutar de aquel último día de clases, menos Nathan.
El muchacho observó desde la esquina del salón, como sus demás compañeros se abrazaban, reían y fotografiaban para guardar aquel momento, mientras que él solo los veía con algo de celos. Alexander no había aparecido durante toda la mañana, ni siquiera había respondido a los mensajes y llamadas que el castaño le había estado haciendo. Nathan estaba consciente de haber metido la pata, estaba consciente de que había dañado las cosas pero no creyó que eso resultaría de esa forma. Por un momento pensó que Alex le daría una oportunidad para hablar, pero no, esa oportunidad parecía ser más inexistente que los mismos aliens.
―Entonces, creó que es momento de despedirnos hasta el próximo… ―el llamar en la puerta los enmudeció a todos obligándolos a ver hacia la misma. ―Adelante. ―respondió la maestra mientras que las esperanzas se incrementaban en Nathan.
―¿Alex? ―murmuró para sí mismo con una amplia sonrisa.
―Lamento la tardanza, maestra. Supuse que era incorrecto dejar a Daniela sin su obsequio. ―la maestra asintió con una sonrisa invitando a pasar al recién llegado. ―Soy el papá de Alexander y me pidió de favor traerle el presente a su compañera, ¿dónde está? ―un pequeño grito se escuchó en el salón mientras que una chica se acercaba al mayor sonriendo ampliamente. Tomándolo y agradeciendo, la muchacha regresó a su puesto junto a sus demás compañeras entusiasmada por abrirlo. ―Bueno, misión cumplida. Sigan disfrutando de la reunión, feliz navidad. ―sin más, el muchacho se despidió del grupo y salió del aula en silencio.
Nathan quien había visto toda la escena desde su asiento sentía su pecho doler. Por un momento había pensado que era Alexander. Por un momento había creído que volvería a verlo, que podría abrazarlo, que podría…
―¡Señor, espere! ―gritó de la nada el castaño causando que todos lo observaran. Su madre observó confundida como el muchacho se colocaba de pie y salía en carreras del aula tras el padre de Alex. ―¡Señor, señor! ―gritaba con fuerza mientras sentía las lágrimas comenzar a correr por sus mejillas. ―¡Espere! ―volvió a gritar logrando alcanzarlo justo en la salida del colegio. ―Señor, por favor espere, necesito que me ayude, por favor, necesito que… que él me perdone.
El moreno lo observó confundido. Ni siquiera él entendía lo que estaba sucediendo.
―¿Estas bien?
―¡No, no estoy bien! Lo extraño, extraño mucho a su hijo. Soy un idiota, un estúpido, no debí haber hecho lo que hice, sé que usted debe odiarme por lastimarlo pero necesito, en serio necesito que él me escuche… por favor, se lo suplico. ―susurró el castaño mientras que las lágrimas corrían sin parar por sus rosadas mejillas.
El mayor suspiró ante la escena y simplemente negó, musitando un: lo siento.
•••
Pido disculpas por la demora, tuve un problema con la App, pero aquí está el capitulo de ayer, más tarde subo el correspondiente al día de hoy.Espero lo disfruten. Recuerden hacerme saber sus opiniones mediante votos y/o comentarios. Feliz día :3

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Hey, chico nuevo
أدب المراهقينNathan es un joven adolescente que suele aburrirse constantemente en las clases teóricas. Sin embargo, cuando la clase es interrumpida y la maestra da la bienvenida al nuevo integrante, el muchacho ve su ruta de escape a tal aburrimiento, comenzando...