Capitulo 47

10K 1.5K 809
                                    

El moreno subió las escaleras de su hogar con el ánimo por los suelos. Aun recordaba aquella escena en el colegio de su hijo con cierta tristeza. Ver aquel muchacho suplicándole por su ayuda realmente… lo había dejado desconcertado. Sabía lo que había sucedido, él mismo había estado dándole ánimo a su adorado hijo, pero simplemente no podía creer que aquel chico de cabello café, fuera el que su primogénito estuvo describiendo durante la semana. Las características de su personalidad no indicaban que fueran los mismos.

—Alex… ―susurró el joven una vez que se introdujo a la habitación de su pequeño. Sin embargo una pequeña sonrisa brotó de sus labios cuando notó que su esposo ya se encontraba en casa. ―Veo que ya llegaste, cariño. ―el contrario asintió y se levantó de la cama para ir al encuentro con su esposo, quien lo recibió con un fuerte abrazo.

―¿Todo está bien, Chris? ―el moreno asintió dándole un corto beso en los labios para luego volverse a ver a su hijo.

―Pequeño, tienes visitas. Le diré que suba, ¿está bien? ―Alexander solo frunció el ceño y observo como sus padres salían de la habitación. El tiziano se acomodó en el borde de su cama en espera de aquella visita. Él ni siquiera tenía amigos que pudieran visitarlo.

Preguntándose una y otra vez, quién podría ser. Noto como a su habitación ingresaba una persona con una caja repleta de dulces y algunos globos de colores atados a esta. Su ceño se frunció ante la curiosidad que aquello le generaba.

―Hey, chico nuevo. ―escuchar aquellas palabras lo hicieron caer de golpe al suelo. Nathan. Susurró para sí, colocándose de pie con torpeza mientras veía al intruso dejar la caja en el suelo. ―¿Estas bien? ―preguntó con preocupación el castaño.

―¿Qué haces aquí? ¡Papá! ―gritó el chico evitando a toda costa el tener contacto visual con el castaño. ― ¡Papá! ―vocifero por segunda vez, notando como sus padres ingresaban a la habitación. Nathan quien mantenía su mirada gacha, suspiró ocultando las manos en sus bolsillos. Ya comenzaba a creer que ir allí había sido una mala idea. ― ¿Qué hace este chico aquí?

―Este chico se llama Nathan, Alexander. Y lo he traído para que hablen. Las cosas se solucionan hablando, amor. Y todos tenemos la oportunidad de hacerlo, así que eso harás. Y no saldrán de aquí hasta que lo hagas. ―dijo Christian autoritario mientras empujaba a su esposo fuera de la habitación y cerraba la puerta con seguro.

Después de aquel portazo, el silencio se adueñó del lugar. Alexander caminó hacia su cama y tomo asiento refunfuñando, mientras que Nathan solo lo veía y mordía su labio. Adoraba verlo de esa forma, adoraba ver como sus mejillas se inflaban y sonrojaban cuando se enojaba. Pero la verdad es que simplemente adoraba el poder estar allí, viéndolo, tal como había deseado hacerlo desde hacía una semana.

―Bien. Mi padre no nos dejara salir hasta que digas lo que tengas que decir. Así que mejor ahórrate la molestia de decir cualquier estupidez y dile a mi padre que ya hiciste lo que tenías que hacer. Y llévate tu regalo, no lo quiero. ―Nathan suspiró, él mismo sabía que aquello no sería fácil, pero no iba a rendirse así como así.

―No. No lo hare. Hare lo que dije que haría y si después de eso no quieres saber nada de mí, lo entenderé. Pero me vas a escuchar, Alexander West. ―el tiziano suspiró mientras cruzaba sus brazos.

―Está bien. Escupe tus mentiras. ―el castaño pasó una mano por su cabello y aun estando de pie, comenzó a hablar.

―El día que llegó el chico nuevo al colegio y le escribí una primera nota, lo hice porque estaba aburrido. Seguramente él se habrá dado cuenta de que las clases teóricas no son mi fuerte y la maestra iba a dar biología en ese momento, así que… pensé que fastidiar al chico nuevo sería divertido. Pero algo paso. Descubrí que fastidiarlo era además de divertido, agradable. Ver sus caras de molestia, ver como sonreía, incluso como mascullaba cosas cada vez que le daba una nota, me agradaba, me alegraba la mañana.

Hey, chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora