―¿Alex? ¿Alex, hola? ―Nathan frunció el ceño retirando el teléfono de su oreja. Su mirada se concentró en la pantalla del equipo observando simplemente los minutos que había demorado la llamada. ¿Por qué Alex le había colgado?
―¿Todo bien, Nath? ―el castaño suspiró y alzó la mirada encontrándose con su amiga.
―No lo sé, Mónica. Hablaba con Alex cuando llegaste y me abrazaste y... ¡mierda! ¡Mierda, claro! ―la rubia lo miró con el ceño fruncido mientras el muchacho se golpeaba la frente una y otra vez con la parte trasera del teléfono. ―¡Seguro me escucho cuando te abrace! ¡Soy un imbécil!
―Hey, Hey, cálmate. Si sigues golpeándote así no serás un imbécil pero si un unicornio. ¿Quieres contarme que te sucede? ―el castaño la miró haciendo una mueca. ¿Estaba bien decirle que su plan había fracasado? ―Tierra llamando a Nathan.
―No ocurre nada, Mónica. Iré a mi cuarto, gracias por venir, saludo a tus padres. ―dejando un beso en la mejilla de la chica, el muchacho se fue en carreras hacia su habitación, lo menos que quería hacer era saber de alguien en ese momento.
Mónica por otro lado se quedó allí, de pie en medio de la sala observando como su amigo se había ido sin querer que le ayudaran. ¿Qué se suponía que le pasaba a Nathan? Ella no lo sabía, pero lo averiguaría.
―Señora Smith. ―le sonrió la chica una vez que se adentró en la cocina. La fémina se encontraba terminando de arreglar las cosas de la cena, cuando la adolescente se acercó a saludar. ―¿Podría ayudarme con algo?
―Claro, pequeña. ¿Qué ocurre? ―la chica tomo asiento en una de las sillas del comedor y observó a la madre de su mejor amigo.
―¿Qué le ocurre a Nathan? Acaba de decir que arruino las cosas pero, ¿de qué cosas habla? ―un suspiro abandono el cuerpo de la mujer mayor que tomaba asiento frente a la adolescente que era su vecina.
―Las cosas con Alexander no le salieron tan bien como pensaba. ―escuchar aquellas palabras hicieron sentir a la rubia culpable. Por un momento creía que su amigo y el tiziano del salón eran pareja.
―Pensé que ellos... ―la madre de Nathan negó haciendo una mueca. Ella más que nadie tenía cierta ilusión de que su hijo y Alexander fueran pareja. ―Entonces, debo ayudarlo. ―susurro la chica más para sí que para su compañera. ―Espero hayan tenido una dulce velada, señora Smith. Mi madre seguramente ya debió preocuparse por mí. Nos veremos luego. Feliz navidad nuevamente.
La mujer solo observó a la adolescente salir en carreras de la cocina y minutos después solo alcanzó a oír como habían cerrado la puerta. Suspirando solo se encogió de hombros y se dedicó a alistar la casa para irse a dormir.
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¡Capitulo nuevo! Espero les guste. Recuerden hacerme saber sus opiniones mediante votos y/o comentarios. Linda noche ♡

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Hey, chico nuevo
Teen FictionNathan es un joven adolescente que suele aburrirse constantemente en las clases teóricas. Sin embargo, cuando la clase es interrumpida y la maestra da la bienvenida al nuevo integrante, el muchacho ve su ruta de escape a tal aburrimiento, comenzando...