Hey, chico nuevo

Capitulo 72

―Nathan, ¿qué pasa? ―el castaño observó a su novio en silencio. Alexander no era tonto, él sabía muy bien que algo pasaba con su novio, solo que este parecía no tenerle toda la confianza para decirle. ―¿Crees que no me he dado cuenta? Sé que algo está pasando desde que iniciamos las clases y ya hace más de cuatro meses de eso. Las clases ya están por terminar de nuevo y tú sigues actuando extraño. Ya no estas con el equipo de futbol, ya no juegas, ¿por qué? Y no quiero que me digas nada, porque te juro Nathan que como sea averiguare lo que ocurre.

Nathan suspiró. ¿Acaso estaría bien decirle a su novio lo que pasaba? Lo menos que quería era que Alexander se preocupara.

―Cerecita… no te preocupes, en serio no es nada. Solo estoy algo triste porque terminaremos las clases e iremos a universidades diferentes, no quiero alejarme de ti… ―susurró abrazándose al menor. Alex demoro un rato en corresponder. Había algo en su interior que lo hacía dudar de las palabras de su novio. Sabía que una parte podía ser cierta, pero la otra… algo ocultaba.

―Está bien. Fingiré que te creo. ―dijo separándose. Nathan le miro un poco dolido por sus palabras, pero sabía que se las merecía. Aún más cuando Alex lo único que había hecho era preocuparse por él. ―Creo que ya mi padre llegó, te llamo luego. ―tomando sus cosas, salió de la biblioteca sin darle un beso de despedida a su novio. Nathan suspiró. Sabía que se merecía eso, pero le dolía.

Alexander iba mascullando cosas por todo el pasillo hasta la salida. Le enojaba de sobremanera que Nathan no le tuviera la confianza para decirle que estaba ocurriendo. En un principio pensó que todo se debía a su sorpresa del catorce de febrero, pero cuando eso paso y el castaño siguió igual, Alex supo que ocurría algo más. Llevaba tres meses intentando descubrir que era, pero su novio parecía saber guardar muy bien los secretos. Sin embargo, Alex ya estaba llegando a su límite en toda esta situación.

Suspirando, logró salir del colegio y observó cómo sus padres le esperaban fuera del auto. Sonriendo, corrió hacia ellos y una vez que los tres estuvieron frente a frente, los abrazó con todas sus fuerzas.

―Hey, bebe. ¿Qué ocurre? ―preguntó Christian bastante preocupado al ver a su pequeño así, este negó y solo se aferró más en el pecho de su padre Adrián. ―¿Tuviste un problema con Nathan? ―Alex asintió y alejó su rostro del cuerpo de su padre para ver al mayor moreno.

―Sigue sin decirme que le ocurre, papi. Y estoy llegando al límite con todo esto. ―susurró entre sollozos mientras Adrián suspiraba y volvía a abrazarlo.

―Seguro te lo dirá pronto, mi vida. No desesperes, ¿está bien? No estés así. ―él no era muy bueno dando ánimos, Christian era sin duda alguna el especialista en ello, pero debía intentarlo. Sabía que un abrazo no sería suficiente para calmar a su adorado hijo. ―Mañana hablen con más calma. Anda, regálanos una sonrisa.

Alex alzó la mirada y observó a su padre, este le regalaba una amplia sonrisa, la cual fue contagiada al tiziano. Christian sonrió de igual forma al ver la escena y sin poder evitarlo, comenzó a hacerle cosquilla a los dos. Estos reían a carcajadas por un rato, hasta que el moreno decidió detenerse.

―Así me gusta verlos, sonriendo. Ahora hay que sacarnos una foto, ¿está bien? Quiero conservar este momento. ―padre e hijo asintieron, mientras observaban como Christian sacaba el teléfono de sus bolsillos. Sonriendo se acomodó y juntándose a su familia, saco una muy buena fotografía. El moreno sonrió al ver la foto y luego se giró a ver a sus dos amores. ―Los amo, nunca lo olviden.

Ambos chicos asintieron y abrazaron al mayor de la familia. Alexander sonrió, junto a sus padres era algo difícil estar triste. Siempre se las ingeniaban para verlo feliz y eso lo llenaba de sobremanera.

Le haría caso a los consejos de su padre. Se calmaría, pensaría y mañana arreglaría las cosas con Nathan.

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¡Capítulos finales!

Espero les guste. Recuerden hacerme saber sus opiniones mediante votos y/o comentarios. Linda noche :3