Mercy | (+18)

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•••Capítulo Siete•••

Hey tu! Si tu mism@ siéntete libre de votar y comentar lo que quieras jeje. Love u hermos@

*Se va a dormir y te deja leer tranquil@*

Bryce y yo estábamos en un parque, habíamos venido aquí después de la escuela ya que yo no quería llevar a casa, porque se que mi papá está allá esperándome y eso me pone los pelos de punta, me hace sentir con mucho miedo.

-¿Crees que tu padre se moleste si le digo que eres mi novia?

Me volteo a verle acomodándome encima suyo. Trago saliva, y no puedo sentir pánico para pronunciar alguna palabra.

-Yo..yo no-

-Creo que es muy temprano para decirle, pero dudo que le moleste que salgas conmigo.- Dijo interrumpiéndome mientras hablaba y acariciaba mi cabello.

-Cierto.-Susurro recostando mi cabeza en su pecho.

Nos quedamos callados por unos minutos, solo escuchando nuestros alrededores, tal vez pensando en esta locura. Sus manos siguen acariciando mi pelo, rozando cuidadosamente mis brazos, haciéndome sentir cosas bonitas, muy bonitas.

-¿Te he dicho que me encantan tus rizos?- Niego y murmuro un "no" -Pues ya lo sabes, muñeca y no me cansaré de repetirlo.

Mis mejillas se enrojecieron y sentí que moría.

-Creo que debería irme a mi casa.- me levante y lo mire acostado en el césped mirándome desde abajo, con sus brazos flexionándose y esos ojos hermosos observándome.

-No me mires así.

-¿Así como?- murmuró el Ogro de ojos verdes.

-Así de esa manera.- Susurro cuando vuelve a mirarme como si me estuviera haciendo miles de cosas indebidas. -Parece que me estás..-

-Desnudando, besando...porque juro que son cosas que han cruzado mi mente.

Sabía que estaba roja de un tomate, como es que el me hace esto. Le odio mucho.

-Basta, para de decir estupideces y vámonos.- me di la vuelta tomando mi mochila y empezando a caminar a su carro.

Estaba llegando cuando sentí como me jalaron haciendo que me volteara y chocara con algo duro.

-¿Quien dice que son estupideces?-las manos de Bryce se encierran en mi cintura y me pegan a el mientras él esconde su cabeza en mi cuello.

-Bryce...

El gimió por lo bajito.-Hueles delicioso, muñeca... no sabes las ganas que tengo de probarte.

Ay sálvenme,

-Las personas nos van a ver mejor vámonos ya, no quiero que vayan de chismosos donde mi padre, no quiero enojarlo.

Ayer me tocó y fue brusco muy brusco pero no lo hizo por delante y creo que fue peor esta vez, aunque ya el lo había hecho antes siempre me incomoda y me duele que lo haga por detrás, y mas ahora que me sentía tan sensible ahí abajo.