NO ME CULPES.

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"No me culpes tú amor me vuelve loca y si no lo hace no lo estás haciendo bien. Dios, ayúdame mi droga es mi bebé y la usaré por el resto de mi vida."

          No diré que no lo intentó, porque sería mentira. Él de alguna manera trato de traerme de nuevo a la vida, hacer que sintiera algo, pero yo no estaba lista no quería sentir.
Todo comenzó el día que me besó enfrente de mis amigos.

...
— ¿Por qué mierda no nos contaste? Esto es algo grande, importante -dijo Vee caminando de lado a lado, en frente de la mesa de nuestra casa.
—Porque aún ni sé que tengo o quiero con él -me encogí de hombros y miré mis manos. Estaba sentada en una de las sillas y me sentía como si fuera regañada, bueno era lo que Vee estaba haciendo -me reí para mi misma- a veces era tan mamá osa esta nena.
— ¿Cómo no vas a saber? ¡TE LO DEJÓ CLARO IDIOTA!
—Vee no quiero hablar de esto -me levanté de la mesa y caminé rápido hasta nuestra pieza.
—¿Te das cuenta de que estamos en la misma pieza y no te puedes escapar verdad?
...

Y entonces sentí que no era lo suficiente y dejé de hablarle aún cuando él seguía intentar llegar a mi le respondía lo que preguntaba y se acabó. Se comenzó a alejar de a poco y aquí estamos, dos semanas después y a penas nos vemos en la semana, porque me encargo de que sea así. Estoy todo el día en la U y cuando aparece no lo saludo, a penas lo miro y es que no quiero nada, en realidad no quiero lastimarlo y como estoy ahora, lo lastimaré.
—BABY! -escuché detrás de mi estaba mirando hacia los árboles que estaban en frente del casino saludable y me giré.
—Hola -sonreí era Pablo estaba con Roberto, Raúl y entonces lo ví en su celular, cuando alzó su mirada me vió.
— ¿Qué me cuentas metro 50?
— No mucho.
— Bueno, nos vamos tenemos inglés - Pablo y Roberto se marcharon y quedamos solo Raul, Harry y yo.
Mierda, incomodo.
—Yo... Voy a comprar -Raul fue a comprar.
—Bueno, yo voy a buscar a las chicas -tomé mi celular, lo desbloqueé y comencé a buscar el número de Vee, pero alguien me detuvo tomándome del brazo.
— ¿Qué onda? -me miro con sus ojos cafés buscando una señal en los míos
— Mhh, nada, ¿por qué? -lo miré por unos segundos y seguí buscando el número, entonces el me quitó el celular- Harry
—No, necesito saber. -estaba molesto, lo veía en sus ojos. Mierda.
—Harry, no ahora, de verdad que no puedo -me solté de su agarre mientras él solo asentía y me dejaba ir. Caminé hacia el comedor sin mirar atrás.
Luego de un día eterno en la U llegué a casa junto con Vee.
—Me estai webeando -me comencé a reír a todo pulmón cuando veo a esa niña en la casa.
—Harry, ¿en dónde están las tazas? -Me quedé paralizada y la ví entrecerrando mis ojos- hola -dijo con su voz aguda que me daban ganas de vomitar.
—Hola, Melissa. -extendí mi mano saludándola.
—Hola, Karina. -la tomó y con Vee nos dirigimos a nuestra pieza, pero en vez de sentarme en mi cama tomé mis audífonos y me fui a caminar.
Mierda, Melissa, cálmate. Respira  1, 2, 3.
Sentía esa presión en mi pecho.
TÚ decidiste esto, TÚ se lo entregaste en bandeja.
MIERDA! Tonta, tonta. Esta es la realidad Melissa, no es como las películas en las que el hombre te persigue hasta la luna para ganarse tú corazón. I D I O T A.
Volví a casa después de 2 horas más tarde sin ni una sola lágrima derramada.
—Volví -dije alto y todos estaban en la cocina excepto Harry.
—Hola -me sonrió como si su maldad estaba completada y yo le regalé la mejor de mis sonrisas y definitivamente él no entendía nada.
Me fui directo a mi pieza, pero alguien me arrastró hasta otro lugar.
—HARRY, BASTA DE ESTAS MIERDAS - dije cuando me dejó dentro de su pieza caminé hasta la puerta pero él la tapó- Déjame salir. Ahora. -por alguna razón él no estaba intimidado por mi tono de voz.
—¿Podemos hablar?
—¿Por qué no te vas a la mierda un ratito mejor?
— Missy...
—NO! -negué con mi cabeza, me iba a quebrar. Si no salía de ahí ahora iba a perder lo poco que quedaba de mi dignidad, de solo imaginar las cosas que hizo con ella mientras no estábamos mi estómago se revuelve- No tengo tiempo para estos juegos de mierda, déjame ir -entonces me tomó de mis brazos haciendo que chocara con la pared más cercara mientras sostenía estas a los lados de mi cabeza.
—Fue una mala jugada lo admito.
— ¿Mala? Fue pésima... -no me dejó terminar cuando ya estaba en mis labios besándolos, más intenso de lo que alguna vez lo hizo. Tomó mi pierna del muslo y levantándola hizo que llegara hasta su cadera dejándola ahí  mientras acariciaba parte de mi pierna.
He de admitir que si este era el Harry en privado entonces que nos encierren en un pozo que  con estos labios y su intensidad tengo suficiente por esta vida.
Me tomó en brazos y me llevó hasta la cama. ¿Que si iba a ocurrir? Tal vez ¿Era lo que quería? Más que todo lo que hay en el mundo ¿Estaba lista? Probablemente no y me arrepentiría de esto pronto, pero es que este hombre es como mi droga. El sabor a menta de su boca me hacía pedir más, movía mis caderas al compás de como su lengua jugaba con la mía.
— HARRY, MISSY !!  -tocaron la puerta- vengan a comer, está listo!! -dijo Vee desde él pasillo.

"Harry, eres mi nueva droga y me encanta."

AbrázameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora