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Capitulo 2: Él

Ya dije esta historia va un poco rápida porque no me deja seguir con las otras historias así que hasta que me deje concentrar la continuare.

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Yuuri estaba terminando de colocar los platos del desayunó mientras su madre servía el té a su padre, sus hermanos veía extrañados al joven con ese kimono rojo, y el cabello ahora corto, ninguno quería tocar el tema, pero en verdad, Yuuri salia de lo convencional en un omega.

Una de sus cuñadas le había dicho que se veía hermoso de esa manera, pero las demás lo señalaban diciendo que estando en el lugar del joven hoy estarían realizando su velorio.

Aunque Yuuri las escuchaba jamás dijo nada desagradable, ya que el mismo había considerado esa opción, por eso había cortado su cabello, no había tenido el valor necesario para dar fin a su vida deshonrosa.

- padre, cree que el día de hoy pueda ir a la ciudad - el mencionado casi se ahoga, era la primera vez que Yuuri pedía salir - los omegas de buena cuna no salían si no era acompañados por sus familias.

El hombre sabia que Yuuri había llegado a la edad donde el podía salir, ya no era un joven casadero, sólo él por decirlo de alguna manera - a donde quieres ir hijo? - él hombre comía y veía todos sus hijos, silenciando el nuevo chismorreo que había explotado en la mesa como pólvora - necesito algo de ropa nueva - fue la simple respuesta del joven - recibí kimonos nuevos por mi cumpleaños, pero no tengo accesorios con que coordinarlos, por eso pido permiso para poder ir a ver las nuevas tendencias en personas de mi edad.

Esto último lo dijo en un tono de voz bajó, las cuñadas aplaudieron la idea, necesitaba algo mas de color, y sus hermanos se ofrecieron  para ir con él, su madre coloco un beso en la frente y a su marido un apretón en el hombro - esta bien, pero lleva una acompañante, ya se que eres libre de ir y venir, pero calma los nervios de este pobre viejo - el pelinegro abrazo a su padre besando sus mejillas.

Después del desayuno se quito el mandil, vio su cabello, se coloco una chalina de seda negra para taparse del frío y un paraguas para cubrir su piel del sol, una joven empleada, beta de nacimiento lo esperaba en la entrada, afuera un carruaje.

Yuuri estaba emocionado, por primera vez saldría de casa, por fin algo bueno a su condición, subió al carruaje, el camino era algo largo pero valía la pena por fin pudo ver los verdes campos, la gente caminar por la calle, sentir el cálido sol en su fría piel, al llegar a la ciudad bajo con cuidado del carruaje, mirando a todos lados, vio por primera vez un automóvil, camino por las calles observando los nuevos aparatos de moda, televisores, radios, teléfonos móviles.

Su familia era muy rica pero también conservadora, por eso aunque sus hermanos tenían celulares el nunca había tenido ni visto uno.

La empleada caminaba tres pasos atrás de ella, tenían un rato visitando tiendas, había comprado nuevos paraguas,  sombreros, peinetas y kimonos

- por favor lleva todo eso al carruaje - le indico Yuuri - yo mientras visitare la tienda de pañuelos - la mujer se debatía entre dejar solo al omega y acatar las ordenes - vamos, no te preocupes, aquí estaré - la chica le sonrió y salio corriendo con las cajas en mano, el pelinegro camino directo a la tienda cuando vio a un par de mujeres que lo veían con burla, esto lo cohibió llevando su mano al cuello, pero continuó su camino, solo en ese momento fue consciente de que la gente lo veía hablando a su paso.

Yuuri sintio que le faltaba aire, así que camino lo mas rápido que pudo hasta una calle vacía, se inclino para empezar a respirar con normalidad y se adentro en la calle errando la dirección hacia las calles donde estaban las tiendas que gente como el visitaba.