capitulo 10: Eros

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Víktor le estaba sonriendo al pequeño japonés y con todas sus fuerzas evitaba no reírse de él.

Yuuri se miraba en el espejo de la tienda y por donde lo viera se sentía desnudo, de nuevo se cubrió con su ropa - es una broma! - tenía el rostro rojo de la pena, no sabía cómo terminó en la tienda.

-no! Yo creo te vez muy bien - Víktor sujeto las manos de Yuuri retirando la ropa que lo cubría, el Omega vestía un pantalón ajustado color azul marino, una camisa de algodón blanca algo holgada que tenía unos botones en frente y dejaba descubierto sus hombros, Víktor lo hizo sentarse mientras él se ponía de rodillas y lo ayudaba a ponerse las botas que le llegaban hasta medio muslo con un tacón cuadrado.

- me gusta, incluso las cosas sencillas en ti se ven sensuales - Yuuri se puso rojo como tomate y le dio un golpe a a Víktor en el hombro - no te burles de mi! - se levantó y miro en el espejo, esa ropa era más cómoda y le dejaba moverse libremente - pero parezco hombre - se cubrió el rostro - no te voy a gustar  vestido - se señaló - así.

Al más alto le pareció tierno su comentario, se acercó de nuevo y lo tomo en brazos - no seas tonto - se inclinó y lo besó con mucha pasión - esto también me pone -  sujeto la mano de Yuuri y la guío hasta su propio pene - vez, tú me pones duro uses lo que uses - Yuuri le sonrió y fue el ahora quién lo beso - bueno, estás ropas son cómodas, pero no entiendo porque quieres que use esto, no te gusta mi ropa?

- Víktor sonrió, me encanta como te vez y la forma en que caminas con ella, pero en un barco es mejor tener movimiento libre, he notado lo mucho que te cuesta moverte en el barco aún con marea tranquila, el día de la tormenta tuviste que usar ropa mía, no lo niego muchas fantasía van usando ese tipo de ropa pero creo es mejor que tengas cuidado a que salgas lastimado, además también tienes esas otras prendas que usas en nuestra habitación - sonrió mientras lo abrazaba - y esas me ponen un montón aunque nunca te lo diga.

Yuuri se sonrojo, ese hombre sabía cómo hacer a su corazón brincar, algún día ellos se enamoraran y tendran cachorros? Esa era una pregunta recurrente en estos tiempos pero también era mejor no pensar más de una buena amistad y sexo, muy bueno pero sólo eso, además recordaba a sus hermanas, ellas no amaban a sus parejas, pero eran felices en sus pequeños mundos, además el mismo rogó por una oportunidad de ser feliz, ahora la tenía aunque debía admitir que no era fácil de distinguir si esto podría ser felicidad o el error más peligroso de su vida.

- bueno, entonces creo puedo usar este tipo de ropa - se miro en el espejo.

Víktor y Yuuri terminaron recorriendo varias calles donde había tiendas de ropa, ahora el más alto comenzaba a pensar que no era tan buena idea lo de comprar la ropa, ese pequeño consumidor le estaba empezando a cargar la mano.

- Yuuri no crees que ya es mucha ropa? - preguntó al salir de otra tienda con más ropa de la que podría usar alguien en su vida - crees? - el japonés se detuvo frente a una tienda de ropa íntima, que tenía en exhibición una gran gama de ropa erótica - tal vez tengas razón - el bajito  tomo la pose del maniquí sin "percatarse", Víktor trago pesado - tal vez solo dejaríamos ver una tienda más - arrastrado a un muy divertido Omega, táctica no 6 aplicada efectivamente.

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Ya había obscurecido cuando salieron de la última tienda y caminaban al barco de regreso, querían cenar algo antes de regresar y ver qué tan borrachos ya estaban los chicos.

- crees que ya se meterían en algún problema? - Víktor río ha estas alturas del partido ya deberían haber salido de dos problemas y estar cursando la cruda o empezando el tercer embrollo - no, son muy tranquilos.

- Víktor? Qué se supone hacemos? - Yuuri veía a su esposo - no has robado Ningún barco, no hemos tocado tierra firme para atracar algún puerto, no has hecho nada malo, de hecho solo párese que en realidad es un barco mercante y no de piratas - Víktor río, su esposo no era nada tonto, lo abrazó por la cintura - esa es una muy buena pregunta mi querido niño, verás por ahora estamos evitando problemas y claro que estamos buscando algo, pero aquí no es ni el lugar ni el momento de hablarlo - se inclinó y dejó un beso en su frente - pero en cuanto sarpemos de aquí podemos hablar de tus dudas.

Error 401Donde viven las historias. Descúbrelo ahora