Trio de Amor (LGBT) ~ 2da Temporada: Próximamente ~

7: Hablar con la verdad (2da Parte)

~ Philippe ~

Para el presidente escuchar todo lo que su asistente le había dicho era algo que no podía creer, era algo inimaginable, esperaba otro tipo de historia, pero algo así. Era demasiado aterrador incluso imaginarlo. Por su parte Robert se encontraba cabizbajo, su mirada inmutable solo miraba como sus pulgares jugaban entre ellos.

— Entonces es por eso... ¿Tus...? — El mayor solo gruñía sentía furia e impotencia de pensar en todo lo que vivió su asistente. — No sé ni cómo llamarles. Lo que hicieron es inhumano. —

— Sé que fue inhumano, pero a pesar de eso, yo los he perdonado. Incluso después de lo que ocurrió, los doctores se dieron cuenta que esta cara no es para siempre. — Robert miraba sus manos las cuales volvió un puño lentamente. — Es reversible, pero aún no encontramos el detonante que hacen que mis emociones broten. —

— Te vi sonreír aquel día. Con Thomas, en la cena. ¿Qué tuvieron en común todas esas escenas? — Pregunto Philippe, más el chico solo seguía mirando sus manos.

— No lo sé... Pero espero poder descifrarlo yo quiero volver a ser normal. — El presidente observó detenidamente al joven, todo esto que le había contado acerca de él se había convertido en algo que lo uniría al chico. Sintió la necesidad de protegerlo, aquello no era un sentimiento paternal... Era algo distinto.

— Busquemos juntos esa respuesta. — Dijo el hombre con canas, quien puso su gran mano en la cabeza del chico acariciándolo suavemente. Robert volteó a verlo encontrándose con una sonrisa lo cual hizo que algo dentro de él se moviera, algo extraño. — Por favor, déjame acompañarte en tu aventura. —

— Presidente. — Fueron unos segundos en los que se vieron a los ojos, más se sintieron eternos. Lo que los sacó de aquel trance fueron unas lágrimas, pequeñas gotas de agua que caían de los ojos de Robert quien al sentir la humedad en sus ojos se tocó cerca de sus ojos sintiendo la lagrima caer. — ¿Estoy llorando? — El mayor se quedó viendo impresionado como Robert tocaba su rostro y de repente, una pequeña sonrisa sobresalió del joven quien seguía derramando lágrimas. — Estoy llorando... Yo, hace mucho que no... —

— Robert... — Susurro Philippe, acercó su mano al rostro del menor para guiarlo a recargarse en su pecho en señal de que todo estaba bien, ya que no encontraba que palabras decir en ese momento de debilidad por parte del asistente.

— Me siento contento de llorar, pero ¿Por qué estoy llorando? — Dijo el chico aferrando sus manos al pecho de su jefe y ocultando su rostro. Philippe lentamente puso sus bazos alrededor del cuerpo de Robert.

— No es momento de pensar en eso. Solo deja que salga todo. — Comentó con un tono de voz tranquilo.

Robert no respondió, simplemente el mayor sintió como su camina se ponía más y más húmeda por las lágrimas de su asistente. Philippe apretó con mayor fuerza el abrazo acercándolo a él dejándolo llorar hasta que estuviera mejor. La calidez que ambos producían con sus cuerpos le era agradable al mayor, algo que jamás había sentido. Era extraño, pero no quería separarse del cuerpo del joven, quería estar así más tiempo.

Pero a pesar de sus fuertes deseos unos minutos después Robert se reincorporo limpiando sus ojos, respirando profundamente y volviendo a tener su cara de costumbre. Para Philippe eso ya no importaba ya que sabía la verdad y sabía que su cara no era para molestar o cosa parecida, simplemente no era su culpa y estaba tratando con todas sus fuerzas de volver a como era antes. Para el presidente Montesco, Robert se había convertido en alguien a quien admirar, por sus deseos y por seguir teniendo la fuerza de seguir a pesar de su peculiar situación.