Trio de Amor (LGBT) ~ 2da Temporada: Próximamente ~

13: Hora de comer

~ Robert ~

Era un nuevo día en la ciudad de Napa, donde la primera estaba logrando que la ciudad se llenara de color en sus árboles, la ciudad era tranquila, con turistas y gente amable, mientras caminaba con pasos acelerados Robert McLauren iba tarde a su trabajo, en su boca un croissant era devorado debido a que salió corriendo de casa sin darle tiempo de desayunar siquiera.

Su departamento no estaba alejado de su trabajo por lo que podía caminar y disfrutar del paisaje a pesar de no expresar su emoción como se debía. Mientras seguía dando pasos miró que una tienda donde había televisiones en venta, un programa de noticas que estaban hablando acerca de una gran campaña por parte de una casa de modas con el nombre de Celebrity, en ella se veía como estaban modelos en sesión de fotos en Turquía, uno de ellos era Samuele Montesco y en ese momento enfocaron a un chico junto al modelo y que al parecer estaba a cargo de todo, .

— Ese chico me recuerda a alguien. — Comentó el joven serio viendo detenidamente la imagen, pero sus pensamientos se esparcieron al recordar que iba tarde a la oficina. Robert siguió corriendo con velocidad hasta que por fin llegó a aquel pequeño edificio donde con prisa entró directo al elevador con donde estaba a punto de cerrar la puerta cuando el pie de alguien más intervino y no era nada menos que Neil Romano quien con cansancio entró al elevador.

— Casi no lo logro. Eres malo Robert, no me esperas. — Comentó el diseñador viendo como el chico estaba sin reacción alguna mientras seguía comiendo otro de los tantos croissants que tenía en sus bolsillos.

— Lo siento. — Fue lo único que dijo mientras seguía comiendo. Neil se quedó viendo y fue entonces que se acomodó a un lado de Robert para después acerca su nariz al cuerpo del chico, inhalando profundamente. El rostro del secretario volteó a ver al otro quien solo sonreía. — Eso es raro. —

— Es que hueles tan bien, que no pude evitarlo. — Fue lo que dijo al abrirse la puerta en su piso. — Nos vemos en la hora de la comida, corazoncito. —

— ¿Oler bien? Pero si huelo a croissant. — Comentó el asistente de mirada seria mientras metía un último bocado a su boca. — Bueno, no debería importarme. — Comentó mientras veía como se abrían las puertas dejando ver el cuerpo y el rostro de Thomas Johnson quien comenzó a brillar al momento de sonreír y eso era debido a que estaba viendo a Robert.

— Robert, buenos días. — Dijo con muchos ánimos. — ¿Cómo amaneciste hoy? —

— Tarde. — En ese momento salió del elevador el chico, pero al mismo tiempo sacando de su chaqueta su ultimo pedazo de pan, los ojos de Robert pasaron de su alimento a los ojos azules del jefe de ventas quien no le apartaba la vista. — ¿Quieres? — Alzó el pan en frente de Thomas quien sin pensarlo le dio una mordida acabando con la mitad del croissant comenzando a saborear su sabor.

— Está dulce, es delicioso. — Respondió mientras llamaba de nuevo al elevador. — Pero tengo que volver a con mi gente, te veré a la hora de la comida. — Las puertas se abrieron de inmediato y Thomas se despidió con beso en la mejilla de Robert, quien al ver como el mayor desaparecía detrás de las puertas se quedó un momento congelado.

— El croissant es solo de mantequilla. — Dijo mientras comía su último bocado. Fue entonces que comenzó a adentrarse en el edificio llegando a su cubículo donde ya lo estaba esperando.

— Llegas tarde Robert, el teléfono ha estado sonando. — Comentó cruzando sus brazos y una leve cara molesta.

— Lo siento, me levanté tarde. — Respondió el chico.