Baños públicos

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Osomatsu-san no me pertenece, solo uso sus personajes con el fin de saciar mi pasatiempo.

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Podría ser que la nueva vestimenta fuera un problema durante la estancia como fémina, pero eso no los haría romper la rutina de ir a los baños públicos. Aunque todos estuvieron atentos en una formación para escoltar a una estrella de cine o una famosa modelo; al fin llegaron al recinto donde eran conocidos por el dueño.

—Hola, Yamato-san—corearon todos.

—Buena tarde, chicos Matsuno—contestó alegre el hombre en la recepción, pero percibió un ambiente diferente— ¿Quién es la hermosa jovencita que los acompaña?

—Me llamo Karako, un gusto en conocerlo Yamato-san—dio una reverencia.

—El gusto también es mío, ¿Dónde está Karamatsu?

—Tuvimos que hacer un intercambio, el pobrecito necesita algo de ambiente campestre por un tiempo—exclamó con inocencia.

—Estoy de acuerdo, dulzura. Los baños femeninos están por allá—señaló el otro lado.

Los Matsus miraron el sendero sagrado; habían intentado de todo para poder entrar a esa zona, ahora con Karako podían sacarle provecho, cuando el hombre se fue para atender las tuberías arrastraron a la dolorosa chica.

—Karamatsu—llamó el mayor.

—Al fin podremos apreciar el hermoso interior de ese lugar, asegúrate de tomar buenas fotos de las chicas—ordenó Totty entregando su celular aprueba de agua.

— ¿No es ilegal hacer eso*?

—No si es para recompensar a tus hermanos por cuidar de ti—dijo Choromatsu.

—Te lo encargamos—corearon poniéndose como soldado.

—Okay, brothersrespondió como ellos y marcho directo al recinto.

Después de una hora los hermanos esperaron a la llegada del segundo, este no salió sola sino con un grupo de mujeres.

—Bien, nos vemos después Karako—habló una rubia.

—Espero que estés bien con tu repentina baja presión, bye-byese despidió.

Good bye, friendsdijo la azabache mientras uno de sus papelitos se caía junto con un hilillo de sangre.

— ¿Quiénes eran, Nee-san?—preguntó el amarillo.

—Unas chicas estupendas, My little Jyushimatsu—su voz galante decía demasiado—Gomen, Todomatsu-kun. Aparece muy censurado—explicó al entregar su teléfono.

Podría hasta escuchar los insultos de sus hermanos detrás. En las fotos parecía esa típica neblina que no mostraba los pechos o el trasero y hacia molestar a los cuatro, ya que Jyushimatsu parecía querer saber sobre su experiencia en el baño público de chicas. Los otros agudizaron el oído al tener en cuenta la conversación.

—Al parecer me ayudaron a lavarme el cuerpo, Kamiya-chan los tiene tan suaves y pequeños que parecen de malvavisco y luego Ono-chan es una pervertida cuando me abrazo por atrás; pensé que me iba a derretir porque me mordió el lóbulo...—los tres se metieron en la conversación.

— ¿Quién es Ono-chan?—cuestionó el de rojo.

—Una chica rubia con una sonrisa hermosa—contestó la azabache sonrojándose.

— ¿No crees que podrían ser bisexuales?—preguntó Todomatsu con malicia.

—No estoy segura, voy a preguntarle cuando las vaya a ver el viernes. Me invitaron a beber

—Habla bien de nosotros y puede que consigamos caerles bien—habló Choromatsu con intensiones oscuras.

—Lo haré, brothers.

—Ichimatsu-niisan ¿No te nos unes?—gritó a lo lejos el beisbolista.

—No, los alcanzo después. Tengo que ir alimentar algunos mininos—respondió en seco.

Karako lo miro por el rabillo del ojo ignorando las peticiones del sus hermanos y centrándose en el andar molesto del cuarto. Y se dio cuenta que era el único que no le favorecía ese cambio.

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*Es ilegal tomar fotos en los baños públicos o en aguas termales, se sanciona con una multa o hasta la cárcel.

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KarakoWhere stories live. Discover now