Pocky Day 2.0

9.8K 1.1K 207
                                    

—Bien. Vamos, vamos, tú puedes. —Susurraba para sí, Midoriya, mientras se dirigía, con una caja de pockys entre manos, a donde el alto se encontraba. Caminaba con una intención clara en mente y esperaba que todo saliera a su favor.

Se acercó al escritorio del profesor donde Bakugou estaba recargado, con los brazos cruzados sobre el pecho, y observando a Kirishima y Kaminari discutir por algo que en verdad no prestó atención. No podía, todos sus sentidos estaban puestos en esa única persona y los nervios se lo estaban comiendo vivo.

—Kacchan, quiero que jugue... mos... —Dijo, reprendiéndose al segundo de terminar la petición porque a pesar de empezar con decisión, esta flaqueó en la última palabra y rayos, no es como si pudiera hacer algo ahora.

—Oh, ¿y por qué debería yo jugar ese juego de noviecitos contigo?

—Pues... pues porque en la mañana yo acepté a jugar contigo. Me lo debes. —Deku aseguró, sintiéndose inseguro porque esa razón en realidad era muy subjetiva y nada convincente, no para Kacchan, por lo menos.

—Yo no te debo un carajo, estúpido Deku. —Bakugou espetó, descruzando los brazos, acción que puso algo nervioso al peliverde.
Midoriya no quería pensar que el que esas manos estuvieran ahora abiertas, fuera porque pretendía usar su quirk en él. Por lo que, actuando rápidamente, sacó un dulce de aquellos, lo metió entre los labios ajenos –algo que tomó por sorpresa al alto- una sorpresa que utilizó para acercar su boca y comiéndose casi la mitad de dicho palillo, terminó por acortar la distancia hasta llegar a los labios ajenos.

Los unió, al fin, y siéndole imposible el no hacer algo de presión, además de abrirlos ligeramente para que el contacto pasara de ser un simple contacto, a que fuera un beso, uno simple sí, pero beso en toda regla; lo hizo, sintiéndose casi temblar por lo bien que se sentía.

—Gracias por jugar conmigo, Kacchan. —El pecoso dijo, alejándose rápidamente de un paso y no atreviéndose a mirar el rostro ajeno por miedo a lo que pudiera encontrar—. Y... para que lo sepas, el beso no fue, el beso no fue parte del juego, yo sí te besé porque quería hacerlo. —Confesó, antes de salir corriendo por la puerta del aula que gracias a los dioses estaba abierta, puesto que abrirla le hubiera quitado valiosos segundos para escapar.

Y mientras corría, no podía creer que había besado a Kacchan con intención y que además, prácticamente se le había confesado, o algo así. Ahora el problema era cómo rayos iba a hacer el día siguiente cuando si o si, tuviera que encontrarse con el alto.

—¡¡Deku, tú maldito!! —El grito del de ojos carmesí resonó por todo el pasillo y Midoriya no supo cómo, pero éste lo alcanzó y de un segundo al otro, su rostro era sostenido—. ¿Y eso se supone que era un beso? —Izuku no pudo responder porque al instante después, estaba recibiendo el beso de su vida—. Esto es un beso, y por si no te quedó claro... Me gustas.

Bakugou en realidad no pretendía decirlo, no todavía por lo menos. Pero suponía que si el idiota de Deku tuvo el descaro de medio confesársele en medio del salón de clase, él bien podría dar esa otra mitad y lo supo, supo en ese instante que había hecho lo correcto, al escuchar un <<Tú... también me gustas, Kacchan>>

DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora