Drabbles

Fetiche

—Kacchan... últimamente he estado pensando que tienes un fetiche con los conejos. —Midoriya comentó, mientras veía a su novio detrás suyo por medio del espejo.

El alto estaba haciéndole en esos momentos unas orejas con espuma y previamente ya le había hecho lo que se podría llamar una nariz y si el peliverde era sincero con toda la situación, le causaba algo de gracia, pero no se atrevía a reírse porque seguramente se ganaría un golpe como reprimenda.

—Hmm... puede ser. —Contestó Bakugou, alzándose lentamente de hombros y continuando con lo que estaba haciendo sin inmutarse.

—¿Y por qué no conseguimos uno de verdad, en vez de que estés disfrazándome a mí como uno de ellos? —Preguntó el aspirante a dicho animal, totalmente convencido de que era una muy buena idea. Los conejos eran lindos después de todo, y tener uno como mascota no sería algo malo.

—No, no quiero uno de verdad. Seguro terminaré pisando a la plaga esa, además el pelo me da alergia, cagan mucho, mean mucho, cogen mucho y los únicos que podemos coger aquí en nuestra casa, somos nosotros. —Explicó el pelicenizo, terminando de hacer por fin las orejas y viéndose satisfecho con su obra—. Ahora, ponte de pie.

—Pero me acabas de decir... —Midoriya estaba algo confundido, pues hace apenas un momento Bakugou le había dado a entender que le gustaban los animalitos esponjosos. Sin embargo, se puso de pie como le habían pedido.

—¿Dije qué? —Cuestionó Bakugou, mientras se ponía en la parte trasera del más bajo y con un poco de espuma a la que le dio forma de esfera, lo mejor que se podía con dicho "material", comenzó a acomodarla donde terminaba la espalda baja y donde empezaba el delicioso, redondeado y muy respingado culo de su pareja.

—Dijiste que te gus... Kacchan, ¿qué estás haciendo? —Midoriya se interrumpió para preguntar algo que en realidad, pensaba saber la respuesta pero...

—Listo, ahora sí que eres todo un conejito, Deku. Suave, lindo, esponjoso... —Susurró el más alto y de verdad, de verdad dichas cualidades tan adorables, no debieron sonar tan eróticas. Pero justo así sonaron bajo la voz de Bakugou Katsuki.

—Bue... bueno, Kacchan. Ya me disfrazaste, ya te divertiste, ahora terminaré de bañarme. —Dijo el de ojos verdes, mirando al alto hacia atrás por sobre su hombro.

No obstante, esa sonrisa de medio lado que recibió como respuesta, le dejó claro que aquel tenía otros planes.

—¿Terminar de bañarte? No, no, no, Deku —Negó Bakugou, quien se le pegó completamente contra la espalda y trasero, seguramente aplastando y echando a perder su "cola de conejo"; para acto seguido agarrarle el trasero con ambas manos y separando sus nalgas, acomodar allí la semi erección que ya portaba—. Es hora de aprovechar mi duro trabajo y hacer lo que mejor hacen los conejos. —Susurró el alto sobre su oído y bueno, Deku no tuvo que preguntar nada porque era obvio ¿no?

Y él no era quien iba a decir no a una buena ronda de sexo en la ducha.

.

Media hora más tarde, ambos ya vestidos y listos para ir rumbo a sus respectivos deberes, se despidieron con un beso suave pero prolongado antes de salir.

—Que tengas un buen día, Kacchan. Nos vemos en la noche.

—Ajá, gracias. Igual. —Contestó el alto, dándole la espalda al otro y emprendiendo su camino, pensando que de hecho los conejos no le gustaban mucho, pero sí que tenía algo con ver a Deku pareciendo uno. El chico, su chico se veía caliente y totalmente comestible.

Aunque quizás no fueran sólo los conejos, seguramente Deku se vería muy bien con orejas y cola de zorro, o de gato, o de perro... en fin, debía comprar unas orejas y un plug de esos que asemejaban una cola de animal.

—Puta mierda, tengo que conseguirle uno de esos pero para ya ¡Joder!

Y no, imaginar a Deku con ello no le iba a hacer su día muy tranquilo.