Mackenzie White (La Mente Maestra)

Capitulo 8

—Es difícil cierto?

—La verdad ningún caso es fácil.

—Tienes razón— la Sra Wayne se enderezó en su asiento mientras miraba hacia la ventana— pero eso es porque aún nos faltan muchas piezas para armar el rompecabezas.

Yo volví a mirarla mientras ella asomaba su mirada por la ventana. Se encontraba como siempre. Su cabello rizado con gel capilar perfectamente recogido con un gancho, su traje formal sin ningúna mancha o rasguño, sus ojeras debajo de sus ojos bastante notables y detrás de sus lentes se escondían sus ojos, los cuales reflejaban cansancio y estrés.

—Pero bueno, ningún caso es imposible de resolver...— la Sra Wayne quito su vista de la ventana y la posó en mi mientras dibujaba una leve sonrisa. Tomó una hoja y la plasmó en su escritorio, luego saco un esfero de un bolsillo de su traje y con su mano derecha escribió en letra grande "Michelle Lorne"— que es lo que tenemos sobre el caso de Michelle?

Yo junte mis manos y comencé a rebuscar en mi memoria todo lo relacionado con Michelle. Tarde menos de 1 minuto en reunir toda la información necesaria.

—Michelle Lorne desapareció el Miércoles 14 de Septiembre por la tarde y su cuerpo fué encontrado el Lunes 26 de septiembre a las horas de la madrugada. Causa de muerte desconocida. Apareció con su cuerpo al costado y su piel estaba húmeda mas su cabello estaba seco. El cadáver fue encontrado al lado de un río a las afueras de Chicago y llevaba una ropa diferente a la que tenía el día de su desaparición.

Yo veía como la Sra Wayne anotaba cada palabra que salía de mi boca. Apesar de que dije todo muy rápido, ella fue capaz de organizar todas las ideas en la hoja.

—Algo más?— pregunto mientras giraba el esfero con sus dedos.

—La última vez que fue vista con vida fue en el Starbucks de la calle Crosswalk a las 8 de la noche— agregué mientras me sumergía en mi memoria— y esto...

Llamé la atención de la Sra Wayne al mostrarle el collar que le había quitado a Michelle.

—Eso es de Michelle?!— exclamó la Sra Wayne mientras abría sus ojos como platos al ver el collar.

Yo afirme.

—Mackenzie!! Eso es de la escena del crimen! No debiste de haberte quedado con eso, es una pista clave... Una evidencia!!— la Sra Wayne se levantó de su asiento y camino hacia donde yo estaba. Luego me miró a los ojos— Sabes que te puede suceder si la policía se llega a enterar que manipulaste la escena del crimen!?

Yo me quedé mirandola mientras hablaba, sin responder, ni decir alguna palabra.

—Ese collar.... Hay que devolverselo a la policía.

—Que! No! Aún me falta estudiarlo— me excusé un poco alterada.

—Mackenzie...— suspiro la Sra Wayne mientras me miraba a los ojos— eso es parte de la evidencia, eso lo tiene que tener la policía!

O vamos!

—La policía trabaja muy lento...— me recosté en la silla y coloque mis manos detrás de mi cabeza—  Ese collar no es de Michelle. Tiene su nombre pero nunca fue regalado por alguien de su familia o amigos. Fue mandado a hacer hace poco, probablemente hacerlo costo 120 dólares o más y lo colocaron en el cuello de Michelle antes de entregar su cuerpo.

La Sra Wayne se me quedó mirando como si estuviera loca. Su mirada reflejaba confusión y se notaba desorientada. Dios... Definitivamente tenía que explicarle.

—Como lo supe?... Sencillo. Fui a hablar con la abuela de Michelle y niega haberle dado un regalo como ese y Laura Baker, mejor amiga de Michelle, asegura que ese collar no era suyo.

—Pero... Pero como sabes... Todo lo demás?

Suspiré.

—Ves el collar?— se lo pase y ella lo miró— es hecho en oro Goldfilled, no vale mucho, pero tallaron su nombre, así que supongo que se tuvo que invertir una cuánta cantidad de dinero. Observalo, es brillante, esta limpió y no tiene razguños, eso significa que fue comprado hace poco. Sus familiares y amigos aseguran nunca haberle visto este collar a Michelle, así que apuesto que el asesino compro el collar hace poco y se lo coloco antes de entregar su cuerpo. Porque? No tengo idea...— termine mi discurso y respiré. La Sra Wayne estaba mirandome con la boca abierta y con la expresión de sorpresa en su rostro.

—Por eso... Sra Wayne, necesito quedarme con el collar— guarde el collar en el bolsillo de mi pantalón y me levanté de la silla— con permiso.

Me dirigí hacia la puerta de la oficina de la periodista Jessica Wayne, tome la manija y la gire abriendo la puerta, pero antes de poder salir escuché su voz.

—Para que necesita el collar si ya sabe todo sobre este?

Yo volví hacia ella y le sonreí.

—Tengo que asegurarme no?

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—Y?? Como te fue mack?— me preguntó Janeth, quien estaba jugando con Adam en la Play Station que Adam compro hace un año para que él y yo jugaramos, pero solo la utiliza cuando Janeth viene a visitarnos.

—Pues supongo que bien— respondí mientras me dejaba caer en una de las sillas del comedor— aún nos falta muchas pistas para dar con el responsable de la muerte de Michelle.

Adam pausó la partida de ( lo que sea que estén jugando), se levantó del sillón y se dirigió hacia mi. Se paró al lado mío y me miró a los ojos.

—Necesitas mi ayuda verdad?

Yo sonreí y afirme con la cabeza mientras veía sus ojos verdes.

—Okay okay okay— Adam se recostó en la mesa— que necesitas?

—Necesito que lleves al estudio esto...— en ese momento Janeth voltio a ver con curiosidad el collar que yo le pasaba a Adam.

—Eso es un collar de oro!!??— la chica dejo el control de la Play en el sillón y se acercó a nosotros.

—Oro Goldfilled— corregí.

—Wow!!— Janeth contempló el collar por un buen rato— Dios... Le pertenecía a Michelle.

Adam clavo sus ojos en mí mientras yo respondía.

—Eso es lo que vamos a averiguar— volví mi mirada hacia Adam— por eso necesito tu ayuda....

—Tú....— Adam tomó una bolsa de evidencias y guardo el collar ahí— cuenta conmigo!

Yo le sonreí y me dirigí a Janeth la cual quedó perpleja al ver el collar de oro.

—Y tú querida.... Tienes que irte, ya es muy tarde y mañana tienes que ir a la Universidad.

—Ay Mack!! Pero acabas de llegar!— reclamó Janeth mientras me miraba.

—Y eso que!? Vamos... Sube al auto que te vamos a dejar en tu casa.

Janeth bufó de mala gana, tomó su maleta con sus libros y salió del departamento.

Yo le hice una señal a Adam para que saliéramos. Él tomo las llaves del auto y se dirigió a la puerta, pero antes pasó por mi lado y me dijo:

—Cuando será que le dedicaras tiempo a tu familia?...

Iba a responderle pero salió del departamento, dejándome con las palabras en la lengua.