Capitulo 9

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Era miércoles...

Era un miércoles en el que no hice otra cosa que no fuera pensar en la muerte de Michelle.

La verdad estoy muy confundida, no entiendo nada. No entiendo por qué.... Por qué hay cosas tan incongruentes en las cuatro desapariciones y en la muerte de Michelle?.... Michelle. Que pasó con ella? Por qué su cuerpo estaba mojado y su cabello seco? Por qué tenía una ropa diferente? Por qué?? Por qué el collar de oro con su nombre?.... No entiendo porque, y eso me frustra. Me frustra mucho. Será que el asesino me quiere decir algo? Todas esas cosas inconclusas son hechas por él... Pero por qué? Que me quiere decir??

—Estas lista?— pregunto Adam sacandome de mis pensamientos mientras se posaba enfrente mío y se botonaba la camiseta de cuadros que se había colocado.

—Lista para qué?— lo miré de arriba para abajo, se estaba alistando para salir.

—Diooos Mackenzie te lo dije esta mañana!— Adam se acercó al ventanal grande que había en el living en el cual se podía ver toda la ciudad— ya está "El depredador" en cines y Janeth quiere verse esa película así que hoy iremos a la función.

Yo rápidamente me arrodillé en el sillón del living, en el cual me encontraba acostada, y lo miré con desacuerdo.

—Adam! Tú sabes que Janeth tiene que ir mañana a la universidad. Ya viste la hora que es?!

—Si! La función es a las 7 y media, terminará a las 9 y 40 y Janeth se estará acostando por ahí a las 10 y cuarto— cálculo Adam sin quitar la mirada de la ciudad— hay días en los que se ha acostado a las 3 de la mañana y tú no le dices nada.

Es cierto.

—Igualmente Adam, tú sabes que yo no tengo tiempo para ir a cine, además he estado muy ocupada.

—Ocupada? Ocupada??!!— volvió a mirarme con el ceño fruncido— te la pasaste en pijama todo el bendito día acostada en ese sillón haciendo nada!... Además, deberías pasar tiempo con tu prima.

Yo desvíe mi mirada al suelo y bufé. Me levanté del sillón y me fuí para mi habitación a cambiarme, no sin antes lanzarle una mirada de fastidio a Adam.

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No le metí tanta cabeza a eso y opté por vestir un jean azul, una camiseta blanca de encaje con manga larga y unas Vans blancas. Me maquillé natural y me cepille el cabello dejándolo suelto. Luego tome mi celular y me deje caer en el sillón del living mientras esperábamos a Janeth.

—Oye qué raro que Janeth no haya venido más temprano— comenté sin despegar la vista de mi celular. Pude notar que Adam si me miró y se acomodó en uno de los sillones individuales que había en el living.

—Tambien se me hace raro— saco su celular y se puso a revisarlo— ella siempre viene al departamento cuando sale de la universidad y se queda aquí hasta las 7 de la noche. Talvez hoy tuvo una emergencia y tuvo que irse directamente a su casa, o posiblemente se fue a encontrar con una amiga, tú sabes que ella tiene muchos amigos, talvez está con alguno de ellos.

Gire a mirarlo de repente. La última parte de la explicación de Adam hizo que un pensamiento en específico pasara por mi cabeza y ocasionara que se me subiera todo.

En ese mismo instante tocaron al timbre del departamento y Adam no dudó en abrir la puerta.

Era Janeth. Radiante como siempre. Pero apenas la ví me di cuenta de que en ningún momento, desde que salió de la universidad, fue a su casa. Su maquillaje, leve, no se había retocado en todo el día. Si hubiera ido a su casa y si iba a volver a salir, sé que por lo menos se hubiera pasado otra capa de lápiz labial. Su cabello rubio estaba un poco desordenado. Janeth siempre lleva un cepillo para la universidad y se la pasa cepillando se todo el día, es extraño que este desordenado, eso significa que estuvo haciendo algo tan importante toda la tarde para no tener tiempo ni de sacar su cepillo y pasárselo por su cabellera. Y su ropa, definitivamente no fue a su casa, por el contrario se hubiera cambiado o se hubiera colocado tacones para salir de noche. La prueba más importante era que AÚN cargaba la maleta con sus libros.

Nos saludo a ambos y luego de dejar su maleta en el sillón partimos para el cinema.

Decidí no hablarle ni reclamarle nada sobre el tema de dónde estaba ni nada por el estilo, se supone que íbamos a pasar el rato juntas sin peleas ni preocupaciones.

Fuimos caminando hasta el teatro de Chicago, no queda muy lejos de nuestro departamento ya que ambos quedan en el centro de la ciudad.

El teatro de Chicago se gana las mirada de todas las personas que caminan por esa avenida. El letrero gigante que dice "Chicago" siempre es demasiado atractivo con las luces y decoraciones que hacen alumbrar la ciudad. El teatro estaba repleto de gente, como casi siempre. Entre semana no hay tanta como los fines de semana, pero siempre se encuentra una gran cantidad de personas.

Hicimos la fila mientras Janeth nos contaba lo que hacía en la clase de finanzas. A Adam y a mi nos gustaba hacerle preguntas al respecto.

Compramos tres boletas para la función de "El depredador" a las 7:30 de la noche. Fuimos afortunados ya que esas eran las últimas boletas que quedaban para esa película.

Al entrar se sintió la calefacción del lugar y, con el frío que hacía en la noche, se sintió como entrar al cielo. Dios... Me encantaba esa sensación.

—Chicas, ustedes hagan la fila para poder comprar las crispetas y gaseosas— sugirió Adam mientras nos pasaba un billete de 7 dólares— esperenme aquí, yo voy a ir al baño.

Nosotras afirmamos y vimos como Adam se perdía entre la gente que se encontraba dentro del teatro. Luego nos colocamos al final de la fila y nos sonreímos.

—Si te acuerdas la última vez que vinimos al cine juntas?— me preguntó Janeth sin dejar de sonreírme.

—Oh claro que sí! Vinimos a ver "Feliz Día de tu Muerte" y metimos helado sin que nadie nos viera— reí y de pronto otro recuerdo viajo por mi memoria— Y si te acuerdas cuando vinimos a cine con los primos Styles. Jamás olvidaré ese día... Fue épico.

—Te caiste en las escaleras buscando las sillas— se burlo Janeth y yo no pude evitar reírme también.

—Diablos sí... Ya se me había olvidado.

Janeth paro de reír y se me quedó mirando muy seria. Por un momento me sentí intimidada por mi prima.

—Se me olvida aveces que la única familia que me queda eres tú— Yo también la mire con seriedad mientras escuchaba cada palabra que salía de su boca— Mack cada momento a tu lado es muy valioso para mí. Tú eres la que me ayuda, la que responde por mi... ni siquiera mi mamá hace eso.

Pude notar en la mirada de Janeth sinceridad y en ese momento me sentí mal.. Por qué me sentía mal? Por ser tan egoísta talvez? Por no darme cuenta de que ella también era la única familia que me quedaba? Yo había sido una mala prima. Una muy mala prima.

Iba a responderle a Janeth pero en ese momento llegó Adam, justo a tiempo para ser nuestro turno en la fila.

Compramos tres combos de crispetas y gaseosas. Luego nos dirigimos hacia la sala y nos sentamos en nuestros respectivos lugares esperando a que comenzará la función.

—Espero que sea tan buena como ustedes dicen— comenté haciendo que Adam y Janeth sonrieran.

La sala estaba llena. Todos esperando el comienzo de la función. Exactamente a la 7 y 30 el operador entró a la cabina de protección con la misión de poner a rodar la película, pero todos nos llevamos una sorpresa al escuchar un grito de horror proveniente de la cabina.

Todas las personas de la sala nos alarmamos. Yo voltié a mirar a Adam y a Janeth, y ellos estaban igual de confundidos que yo.

Yo me levanté de mi asiento y salí de la sala acompañada de Adam y de Janeth. Al parecer afuera no se había escuchado el grito ya que nadie estaba alarmado ni preocupado.

Unos guardias estaban impidiendo el paso al último piso, pero al escuchar el grito, subieron corriendo las escaleras. Nosotros fuimos detrás de ellos y los seguimos hacia la cabina de protección. Al entrar nos encontramos con el operador, muerto de miedo, estaba temblando y tartamudeaba palabras que no se le entendían. Y en el suelo.... Yacia el cuerpo de Abby Jones.

Mackenzie White (La Mente Maestra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora