Capítulo 39

913 52 92
                                    

Narra Sonic

Después de dejar a Ames en la mansión conduje varias calles dirigiéndome hacia el centro comercial, donde Tails me esperaba para poner en marcha nuestro plan de sacarme de encima a esa estúpida.

Simplemente no podía creer que volviera para joderme la vida, en serio que no. La muy desgraciada no me dejaba en paz y amenazaba con joder todo lo bueno que había pasado entre Amy y yo, y eso no podía permitirlo de ninguna manera.

La conocí hace más de un año atrás, por ese entonces me parecía muy linda pero lo que más llamó mi atención fue su personalidad calmada y pacífica. Quien diría que todo era una maldita fachada.

Caí en su embrujo al instante y empezamos a salir a los pocos meses de conocernos, nos veíamos todos los días en el instituto y todo era perfecto, hasta que empezó el drama.

Las chicas siempre habían estado a mi alrededor y, para que negarlo, tuve mi época de mujeriego; ellas siempre se fijaban en mi físico, o en mi dinero, o en mi posición como héroe, y eso provocó muchos problemas con ella.

En la mayoría de las ocasiones recibía cartas, obsequios o algún que otro piropo o coqueteo por parte de mis admiradoras, y eso a ella no le gustaba un pelo. Las peleas eran horribles, siempre gritándome que era un hijo de puta, que le era infiel con alguna de esas zorras, que me haría sufrir mucho si me veía con otra y bla, bla, bla, sus celos eran enfermizos y eso me estaba cansando cada día. No dejábamos de gritarnos y ella de reclamarme por estupideces y por culpa de sus inseguridades.

Empecé a analizar su extraño comportamiento y lo consulté con Tails, la tipa estaba mal de la cabeza, se había obsesionado conmigo y era malditamente insegura. En pocas palabras, estaba jodido.

Planeaba terminar esa tóxica relación de forma sutil pero justo cuando llegué ese día a su departamento escuché unos quejidos que provenían de su habitación, me fui acercando de forma sigilosa y me dí cuenta de que eran gemidos, entorné la puerta y la encontré en la cama con otro tipo. La vergüenza la llenó en cuanto entré y me quedé de brazos cruzados hasta que se percató de mi presencia. No le hice un escándalo como ella creía.

Simplemente le dije que estaba muy decepcionado de que fuera una zorra y añadí que su cinismo y estúpidos celos me parecían algo ridículo cuando era ella quien me era infiel, no yo, finalmente le dije con un tono carente de emociones que hasta ahí llegaba nuestra "relación". No la volví a ver hasta hace unos meses que quiso venir a joderme la vida nuevamente.

Al principio me la pasé ignorando su presencia y la saludaba por cortesía pero empezó a molestarme que me acosara de forma tan descarada. Se sentaba lo más cerca posible de mí en clase, me perseguía a casi todos lados, me robaba algunas cosas como plumas, libretas o, incluso, alguna que otra prenda, sigo sin saber cómo diablos se colaba en los vestidores de chicos después de las prácticas de fútbol, pero no quiero saberlo, suena demasiado enfermo y perturbador.

Hasta que un día me encaró y pidió—ordenó, en realidad—que volviéramos. Obviamente me enfurecí ante su cinismo e hipocresía de dejar en el pasado su traición pero ella le restó importancia diciendo que era agua pasada. Le dije que tenía novia y era muy feliz con ella, también le restó relevancia y dijo que le terminara. Por obvias razones no le hice un ápice de caso.

Siguió jodiendo con lo mismo hasta que un día me mostró una fotos de ella y yo besándonos, obviamente hace mucho tiempo, me chantajeó con ellas. Hicimos un trato. Me reunía con ella cada que le placiera y hacia todo lo que pedía, y no le diría o enviaría nada a Amy. Sintiéndome como un hijo de puta, acepté.

Empecé a distanciarme mucho de mi chica, y ella empezó a notarlo, al igual que Sonica. Le conté lo que sucedía y terminamos peleando porque no quería que metiera la pata con Ames, ella sabía que está estupidez con esa loca terminaría mal. Y se negó a ayudarme.

¿Comprometida Con Mi Mejor Amigo? SonAmy (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora