Jueves de la primera semana de verano, siete de la tarde.
-Llámale ya. Él mismo te dio su número. Pero no... -Se dijo a sí mismo Gissur, en lo que terminaba de marcar el número de aquel noruego que le visitó el día anterior.
-¿Sí? ¿Quién es? -Gissur entro en pánico al oír por la otra línea al hombre en quien pensaba, un pánico en mute. -... -Había pulsado el botoncito para llamar sin darse cuenta, cuenta se dio al escuchar esa suave voz. -Soy un hombre ocupado, así que, si no dice nada voy a cortar. -El platinado tomó aire y se dispuso a por fin hablar. -Halló. -Bastó con solo esa palabra para que el noruego supiera quien era quien le llamó, lo que evocó en él una pequeña sonrisa triunfal porque ahora tenía el número de aquel policía.
-Soy Gissur, ¿no te estoy importunando con mi llamada? -Habló el menor, buscando tranquilidad en el paisaje urbano que se veía a través de la ventana de su habitación. -Para nada, estoy en casa, bebiendo café. Usted dirá, oficial. -Mintió sin malicia, la verdad era que estaba en su oficina, entre un montón de hojas y unas cuantas fotos de cierta bielorrusa y cierta ucraniana. Mujeres del bando del ruso y las cuales le causaban bastantes molestias. Así también estaba leyéndose los informes que Fernão le había traído no hacía mucho rato.
-Oh, qué bien. Digo, ¿seguro? -Inquirió el platinado y se rascó la mejilla, se sentía algo nervioso, mas no lo demostraba, ya que hablaba con aparente tranquilidad. En pocas palabras, parecía adolescente hablando con su crush, y no estaba alejado de la realidad eso.
-En serio, tengo lo que queda de día y noche libre. Dígame, con confianza. -Gissur lo primero que pensó al oír eso fue que no quería que le hablara con esa distancia. -Vale, pero puedes tratarme de tú, ¿sí? -El rubio asintió a la par que dijo que sí. -Bueno, ¿qué puedo hacer por ti? -"Ser tu pareja es una opción", pensó el líder de la mafia. -El papel que me entregaste, dice "Nor", ¿es ese tu nombre? -Si era sincero con él mismo, puso ese apodo por no ocurrírsele qué nombre usar. -No, Nor me dicen mis amigos. -El islandés comprendía bien lo de los apodos que los amigos ponen, él mismo solía ser aludido con el apodo de "Ice".
-¿Y cuál es tu nombre? -El nórdico menor estaba muy interesado en saber eso. -Floki. -El platinado se recostó en su cama, sin despegar su oreja del teléfono móvil. -Sé de ese nombre, ¡es genial! Sé que es un nombre vikingo. -El mayor se sintió extraño, extraño por cohibirse un poco con aquel derroche de ternura de ese "¡es genial!" -Gracias, pero preferiría que me dijeras Nor, já? -Gissur dijo sí, con diferencia ya más relajado. -¿Cómo te suelen llamar tus cercanos y amigos? -Esta vez habló el nórdico mayor. -Ice... -Contestó con desgano el policía.
-Pero si es un buen apodo, ¿te puedo decir así? -El noruego buscaba ser más cercano a aquel islandés. -Está bien. Por cierto, tengo una pregunta importante que hacerte, Nor. -"¿Si podemos ser pareja?", le hubiera gustado oír eso de boca del joven policía con el que hablaba. -Verás... hm... Lo de reunirnos mañana... -"¿Quieres ir a un motel tras la cena?", pensó el mayor y ahí su imaginación voló, y bastante. -¿Debería usar algo especial? -Claro, se esperó ese tipo de pregunta, dulce y apetecible cinnamon roll, no lo miren, será suyo (?).
-No, no hace falta. -Es que, el noruego se veía tan bien siempre, incluso cuando le vio tras ser atacado parecía un modelo. El platinado se palmeó la mejilla por sus propios pensamientos. -¿Pasa algo, Ice? -Preguntó el noruego, preocupado por el repentino silencio. -Nada, nada. -La situación en sí al noruego le parecía cómica; hablar así tan para él "inocentemente" con quien le atraía era algo lejano. Alguien con su estilo de vida no estaba acostumbrado a estas cosas como lo era esta llamada y un trato gentil. -Ice, pude notar que eres de Islandia, debe ser un país hermoso, ¿no? -El menor asintió. -Sí, y tranquilo. Pero ¿sabes? Creo que me enamoré de... -"De ti", casi creyó que diría eso el isleño. -De la cultura de este país, comparte ciertas características con mi nación y eso me facilita el trabajo y me hace sentir no tan lejos de casa. Ay, debo estarte aburriendo. Disculpa, Nor. -De verdad la gentileza y ternura eran cosas tan ajenas al mayor, era lindo, pero seguía sin estar acostumbrado a ello.
-En serio, no creas que pueda estar aburrido. -El islandés se sonrió ligeramente. -¿Tienes pasatiempos, Ice? -Si bien su trabajo se había tornado bastante absorvente, no había dejado su pasión, el leer. -Sí, leer, soy aficionado a la lectura, sobre todo, sagas de mi país, literatura universal y sobre animales. -Mentalmente apuntó esa información aquel líder del crimen organizado. -¿Te gusta la mitología nórdica? -Otra pregunta formulada por el mayor. -Sí, es temática de mi interés y me gusta mucho.
Y con esa afirmación el noruego se motivó a hablar más, cosa que era inusual en él. Ese lapsus a su usual comportamiento se debía a que era tema de su total gusto y porque con quien hablaba le agradaba y atraía.
Y dieron las nueve de la noche y aquel par siguió hablándose por teléfono. Llamada que se vio interrumpida por Lovino, el compañero de Gissur, quien llegó exclamando que "se moría de hambre", lo que recordó al platinado que no había preparado la cena ese día, como le correspondía.
-Lo siento, Nor. Debo irme, nos vemos mañana, ¿sí? -El mafioso suspiró para sus adentros, siendo honesto, no quería que acabase la llamada, pero nada se podía hacer. -Vale, nos vemos, Ice. -Aquella fue la última frase de esa larga llamada.
-Ya prepararé algo rápido, Lovino. -Gissur se levantó y fue directo a la cocina. Ahora ya ansiaba que fuera viernes.
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Dos lados [Fanfic NorIce/AU Mafia]
Fanfic[Fanfic NorIce AU Mafia.] ¿Y si el amor está del otro lado? Y si el amor llega, ¿qué se hace cuando tú no conoces bien ese sentimiento? Quién diría que alguien que se mueve en las sombras sentiría atracción por quien está a cargo de su captura. Sí...