No Debí Preocuparme
Tac...tac...tac...
Estaba nerviosa lo admitía, no paraba de caminar en círculos mientras miraba como mi madre se mordia las uñas. Desde que me salvaron está mañana no hemos visto a Dylan y tengo un mal presentimiento, ya casi es de noche es bastante peligroso ir de noche ya que se dificulta nuestra vista. Ahora mismo me encontraba en el techo mirando si alguien aparece a través de un telescopio que estaba en el techo, por lo que dijo mi madre, Dylan se lo consiguió amablemente para ella poder verme, por lo que no me creo nada mi madre puede ser muy intimidante y pudo usar hasta una llave para que Dylan lo haga. Perdida en mis pensamientos escuché un sonido atrás de mi y voltee rápidamente con la espada en mano.
- Tranquila.... - Dijo mi madre con las manos levantadas.
- Lo siento, estos últimos días mis sentidos se agudizaron - Dije guardando la espada y volviendo a mirar por el telescopio.
- No, perdón por no avisar - Dijo tocándome el hombro suavemente - Oye Alex, ve abajo yo vigilo por si aparece, seguramente está esperando en algún edificio hasta que se dispercen.
- Bien, estaré en la piscina - Dije bajando.
Ya abajo fui a cada una de las habitaciones buscando donde se encuentra el cuarto de alguna chica porque al parecer la mayoría son para invitados. Por fin! Entró y voy directo al armario buscando un traje de baño. Todos son demasiados provocativos y muy abiertos, creo que este es el único cerrado.
Bueno al parecer si es el único cerrado, quien viviría aquí?. Me pongo el estúpido traje de baño ya que me dio lucha dure como treinta minutos al ponermelo. Baje y camine directo a la piscina obviamente con la espada, no la iba a dejar sabiendo lo que podía pasar.
Toque lentamente el agua con el dedo grande de mi pie, mientras sentía como se me erizaban los vellos por todo mi cuerpo me entre en ella nadando en círculos y disfrutando de la poca frialdad del agua. Como necesitaba respirar saque la cabeza y me quite los mechones de cabello que me estorbaba la vista, esperen que es ese sonido, voltee hacia todos lados pero no encontraba el origen de ese sonido. Salí rápidamente alcanzando mi espada y fui a la entrada de la mansión lo más rápido posible encontrándome con una come carne con ropa deportiva moviendo el candado.
Le traspase la espada en la cabeza a la estúpida come carne y me doy la vuelta, creo que necesito descansar. Caminando me dirigí directamente a una silla de esas de playa y me acosté hay cerrando los ojos esperando a que la oscuridad me envuelva.
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- Joder no molesten - Dije a punto de matar a quien sea que me este tocando la cara. - Mierda!!!- Ya molesta me siento en la silla en la cual me dormí y lentamente abro los ojos encontrando a mi madre con expresión de emoción.
- Joder mamá que te sucede, estás loca? - Me levanto sintiendo el dolor de mi pobre espalda y trasero, al parecer me puse en una posición incómoda.
- Adivina quien regreso...- Dijo lentamente pero yo seguía sobandome lo poco de trasero que me quedaba.
- Me vez con intenciones de adivinar, mamá? - Pregunte totalmente irritada.
- No me hables haci aunque estemos básicamente en el jodido fin del mundo sigo siendo tu madre - Vi en su mirada lo enojada que estaba, pero no me importó en lo absoluto. Le digo mamá no es porque lo sea, que tipo de madre te esconde tus poderes sabiendo cuánto sufriste por solamente ser diferente? Me debería de agradecer que le tengo aunque sea un poco de respeto, y no soy estúpida se que ella lo a pensado.
- No tenías que avisarme algo? - La observe durante varios segundos con una mirada desafiante hasta que vi que reaccionó y volteó la mirada.
- Dylan regresó...
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¡Cuidado, un caminante!
Teen FictionEra invierno, pronto comenzaría la Universidad. Las noticias del país cada vez recaían, y mi madre me había enseñado unas raras técnicas de ataque como si eso en algún momento me fuese a servir de algo. Sin embargo, una mañana de ese hermoso invier...