Prólogo

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Changmin acomodaba las botellas de vino que había traído del súper en la cocina. Observaba desde su lugar a su amigo que se mantenía silencioso; Kyuhyun con una mano en el bolsillo del pantalón tomaba una botella de cerveza mientras se mantenía contemplando desde el balcón del último piso la vista de la ciudad bajo sus pies: las luces de la noche y los carros sobre la carretera. Changmin sabia que tenía bastante tiempo que su amigo no tenía aquel semblante.

—El ascenso te cayó bastante bien-comentaba-Es como si no tuvieras que preocuparte por nada ahora, ¿no es así? 

Changmin reia, y Kyuhyun volteaba desde su lugar riendo de vuelta antes de continuar con su vista en el mismo lugar. A Changmin le parecía que su amigo tenía un semblante alegre. Y no se equivocaba, Kyuhyun ese día se sentía mejor de lo que había estado en hace tiempo. Él mismo lo notaba y le sorprendía de forma agradable.

No se preguntaba por qué, pues aunque su ascenso era una buena razón, en realidad se daba cuenta que no tenía otra razón para estarlo pero lo hacía sentirse realmente bien y tranquilo, como si nada ni nadie pudiese perturbarlo ahora y eso era suficiente para él.

Como si ahora todo estuviese correctamente en su lugar realmente hacía mucho tiempo que no se sentía así de satisfecho.

Al otro lado de la barra Changmin seguía en la cocina asegurándose de tener todo listo para cuando los invitados se reunieran en su apartamento. También parecía animado, iba a decir algo pero justo en el momento el teléfono los interrumpía. Changmin miraba al aparato en la esquina de la cocina preguntándose a quien se le ocurría llamar o si es que quizá llamaban para cancelar contestando el teléfono en un par de movimientos.

Kyuhyun sin percatarse al otro lado del departamento continuaba sin ningún cambio pero el teléfono fue descolgado demasiado tarde y Changmin lo dejo pasar. Tenía la mala costumbre de nunca contestar las llamadas, algo por lo que su esposa debía llamarle la atención.

Pero pensó que si no llamaban de nuevo no debía tratarse de nada importante cuando el pomo de la puerta se movía con el tintineo de las llaves dándose cuenta que era su esposa acompañada de cinco personas más, amigos cercanos de la familia y por supuesto, de Kyuhyun.

—Cariño-su esposa lo saludaba abrazándose a su espalda al llegar hasta dónde se encontraba.

— ¿Max se quedó contento?

— Ama a tus padres.

Changmin al igual que Kyuhyun, iban a reunirse con los otros acabando con la tranquilidad natural del departamento. Kyuhyun saludaba a las personas que se alegraban al verlo, dando algunos golpecitos en su espalda.

—¡Kyuhyun, en hora buena!-la esposa de Changmin lo felicitaba y este sonreía—¿Pero por qué no fuimos a celebrar a un lugar más grande?

—No me gustan las cosas exageradas. Pero piensa que te hago un favor al no traer a tu esposo ebrio a casa.

Sunny, como se llamaba la esposa de Changmin, reía brevemente ante el comentario mientras su pareja pasaba dos grandes tazones de ensalada al comedor y entonces tomaban asiento en el lugar.

—Luces bien-seguía Sunny con la conversación.

—¿Te parece?-Kyuhyun preguntaba restándole importancia.

—¿Seguro que no estas saliendo con nadie todavía?

Después de esto aparecía un pequeña sonrisa en el rostro de Changmin pero prefería mantenerse en silencio acomodando las copas de cristal junto con los demás.

—No creo que necesite salir con alguien para tener una buena cara— Kyuhyun quitaba la vista de enfrente ayudando en la mesa como sus amigos alrededor y la esposa de Changmin se limitaba a alzar los hombros.

Alguien en la mesa acomodada los cubierto, otro serbia el vino, y cambiaban de conversación en seguida. Todos en la mesa reían y platicaba escuchando a Kyuhyun quién respondía todo sobre los pormenores acerca de ese esperado ascenso.

De pronto sonaba otra vez el teléfono, y esta vez Changmin abandonaba su lugar para atender en la cocina. Solo unos minutos después, llamaba a su esposa para que hiciera lo mismo.

Cuando Sunny atendía el teléfono que le pasaba su esposo, no podía hacer otra cosa más que cruzarse de brazos al escuchar la voz en la bocina:

—Veo que recordaste que tenías una familia.—hablaba con cierto recelo.

—¿Qué querías que hiciera? Estaba ocupado-contestaban al otro lado de la línea.

—Lo que sea, Sungmin. Siempre tienes una excusa.

—Eso no es verdad. Pero dejemos de discutir... ¿quieres que te cuente por qué tarde tanto en llamar?

—Bien, está bien, ¿alguna novedad?

—Estoy seguro que no imaginas lo que estoy a punto de decirte.

Changmin en la cocina miraba a su esposa la cual malhumorada en cuestión de segundos cambiaba su expresión en el teléfono. Ahora todo su mal genio se había esfumado y antes de contestar a su hermano que seguía escuchando por la bocina, tomaba la mano de su esposo bastante emocionada pero este no entendía lo que sucedía hasta que Sunny resolvía decir el motivo de su alegría:

—Sungmin regresará.

REGRESANDO A TI: Nuestras MemoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora