Desertor

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Siempre surge la necesidad de escupir sangre en el papel, -mejor dicho verdades en el papel-, esto ocurrió hace unos días, fue el 15 de noviembre y es algo que jamás olvidaré, lo irónico de todo esto es que se trata de alguien que apenas conozco, más de media vida esperando su regreso y ya nunca más volverá, a esta persona se le dice comúnmente "padre o papá".
Crecí viéndolo detrás una pantalla, observando sus fotografías y escuchando su voz a través de un teléfono, sus llamadas siempre fueron cortas pero un niño crece creyendo en cada palabra que dice su padre y él sabía mentir demasiado bien, me dio alas para volar pero nunca me enseñó cómo usarlas, como saben siempre quise hacer música, tocar algún instrumento o ya de perdida estudiar una buena carrera pero no, él nos dijo que haría otra cosa y así fue, pasó los últimos años ahorrando para eso y al final no hizo nada.
Recuerdo muy pocas cosas de cuando estuvo con nosotros, ¿cuántos son? Pues somos tres hermanos, mi hermano(el mayor) luego yo y por último mi hermana.
La última vez que lo vi fue hace doce años, recuerdo que le pregunte que como eran los trenes, me explico un poco cómo funcionaban mientras hacía en un cuaderno el dibujo de uno, dibujo muchos vagones, yo estaba muy pequeño y a esa edad lo poco que entendí es que van muy rápido, además, él no era un buen dibujante así que solo eran garabatos.

Ahora solo siento odio, rabia y rencor, creo que al final son lo mismo, ganas de escupir este dolor, de salir de este lugar, elegir un camino al azar y no volver jamás, y es que cada día que veo a mi alrededor vuelvo a encontrarme con lo que un día soñamos, las alas dañadas que me diste ya no sirven, el arco iris que inventamos ya no tiene ningún color, las estrellas se apagaron y volvieron esos días grises, el cuadro en el que estabas lo rompí, las hojas de papel en las que te intente escribir aún siguen estando en blanco y esto es lo poco que puedo decir, he inventado tantas frases que ya no hay sitio en donde quepan, he desgastado hasta mis lagrimas intentando recuperar mis fuerzas, mis letras ya no sirven y sé que nunca lo han hecho pero aunque ahora todo parezca perdido siempre hay un faro indicando a donde ir, gracias por todo o nada, la verdad no sé qué decir...
Estoy cansado de sentir y de escribir, así que déjame en paz, las palabras se hacen un nudo cuando intento respirar.

Adiós papá.

Posdata:
No sé ni para que escribo esto.

Sueños Convertidos En CancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora