Capítulo IV

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Estaba altamente asombrado y emocionado. Lo había logrado. ¡Lo había logrado! Había conseguido abrir una pequeña abertura en el espejo, lo suficientemente pequeña como para pasar un libro de su lado hacia la habitación de Thor. Estaba inmensamente feliz por su pequeño gran paso. Tal vez no podía traspasar él, pero ya sabía manipular su magia a tal punto de crear una especie de portal temporal entre dos espacios distintos. Pronto, muy pronto podría poner un pie del lado de su amigo y estar para siempre a su lado. Ya no volvería a estar encerrado en una desolada prisión. Nunca más.

Observó desde su lado hacia la habitación de Thor, allí, junto al espejo donde siempre estaba sentado su rubio amigo, ahora descansaba un libro, que pocos segundos antes había tenido él mismo entre sus manos. Entusiasmado, buscó otro libro y tocó el espejo, sus finos dedos acariciaron el cristal y al quitar la mano con lentitud, quedando solo su dedo corazón, sus labios se movieron y sus ojos se cerraron. Sonrió ampliamente cuando sintió un cosquilleo en su dedo. Al abrir los ojos las pequeñas ondas se extendían por todo el espejo. Era hermosamente extraño ver aquello, por un momento creía estar mirando hacia un tranquilo estanque de aguas mansas. El espejo fue retomando la tranquilidad de la normalidad y los dedos de Loki acariciaron el lomo del libro que anteriormente había buscado. Ahora la puerta hacia Thor estaba abierta. Con apresurada emoción empujó el libro por el espejo y muy pronto, cuando sus dedos ya no tocaban el tomo de historia con paginas amarillentas, escuchó un "plaf" y rio con alegría. ¡Otro éxito! Se puso de pie y comenzó a mirar hacia todos lados llamando a su amigo de rubios cabellos. Pero por mucho que lo nombrara, el Príncipe no daba señales. Luego se silenció por miedo a ser escuchado por alguna otra persona desconocida. Se acuclilló y comenzó a garabatear en el suelo. Quería verlo, quería ver a Thor y mostrarle lo que había conseguido con esfuerzo. Pero él no estaba...la soledad lo rodeaba. Tal vez ella era su verdadera amiga.

Sacudió la cabeza intentando apartar sus pensamientos, ¡Thor era su amigo! Y se había ido solo porque él le había gritado que se fuera. Si no le hubiese gritado, aun estaría ahí, en plena madrugada, mirándolo e incentivándolo a seguir probando. Suspiró audiblemente enojado consigo mismo. Había sido completamente injusto con Thor. Se abrazó las piernas y esperó... y esperó...Hasta que la luminosidad de su prisión comenzó a aumentar como cada nuevo día. Pero sus parpados comenzaron a cerrarse y muy pronto cayó rendido ante el cansancio. Su cuerpo se acurrucó contra el espejo y su mente se olvidó de cualquier preocupación. Su sueño resulto ser tranquilo y relajante. Pero ese sueño resulto ser interrumpido a los pocos minutos por unos, ya muy conocidos, golpecitos.

- ¡Loki! Despierta. -Se notaba claramente la excitación en la voz de Príncipe, quien no dejaba de golpear y llamarlo a viva voz. El aludido se desperezó algo molesto por la repentina euforia y gritos de su amigo, pero aun así sonrió recordando rápidamente lo que había conseguido hacer con su magia y lo que tenía para decirle. Se abalanzó hacia el espejo y quedo frente a Thor. A ambos les brillaban los ojos con emoción. -Hoy es un gran día. -Dijo el rubio y Loki se entusiasmó aún más. Tal vez su amigo ya había visto lo que hizo.

- ¿Lo viste? -Preguntó sin poder ocultar la alegría. Pero Thor solo le devolvió una mirada de confusión.

- ¿Ver qué? -El de cabellos negros se sentó más cómodamente en el suelo confundido.

- ¿Por qué es un gran día? -Preguntó, notando claramente que había algo que no concordaba en la conversación. Thor se acercó lo más que pudo al espejo y sonrió más que nunca. Fue entonces que Loki vio algo que antes no había notado. Thor traía una armadura puesta, dura y resistente, coloreada por una gran capa roja en su espalda.

- ¡Hoy Padre me llevara a ver los nueve mundos! ¿No es genial? -La blanca y resplandeciente sonrisa del rubio desilusionó completamente a Loki, quien solo pudo hacer una mueca ocultando la presión que en su pecho se comenzó a gestar. -Incluso es probable que conozca tu mundo, Jotunheim. -Thor enseguida se levantó y comenzó a recoger algunas pocas cosas de sus estantes mientras no paraba de hablar sobre lo fascinante que sería el viaje junto a su padre y lo mucho que había esperado para que eso sucediera. Volvió a acercarse diciendo que le traería muchos regalos de todos los lugares a los que iría. -Te traeré muchos libros. -Se acomodó la armadura y levantó la vista. El semblante firme e inexpresivo de Loki le advirtió que algo no andaba bien y la preocupación comenzó a crecer en su interior. - ¿Qué sucede Loki? -Preguntó pegándose al espejo para verlo mejor. Se notaba triste. Loki levantó el rostro para mirar a los ojos azules y señaló hacia los pies de Thor, éste no comprendió y esperó a que hablara, pero cuando los labios finos y rojizos del Mago se abrieron, el ruido de pisadas apresuradas hizo a Thor reaccionar e incorporarse rápidamente mirando hacia la gran puerta de su dormitorio. -Lo siento Loki, debo irme. Te prometo que volveré pronto. -Dijo ya preparado para irse, pero la suave voz de su amigo lo detuvo.

El Espejo. [Thorki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora