La habitación era iluminada tan solo por una lámpara de mesa, que se encontraba junto a un diván y recostado sobre el cómodo mueble, estaba Loki, leyendo un libro que le resultaba de lo más aburrido. Con paciencia pasó pagina por pagina hasta que lo terminó. Con descuido dejó que el libro resbalara por sus manos, y cayera al suelo, su brazo quedó colgando por un lado del diván y sus ojos se cerraron con cansancio. Sue cuerpo delgado ocupaba toda la longitud y su cabeza mirando hacia el techo, descansando. Ese día estaba más apesadumbrado que nunca. Con la otra mano y manteniendo sus ojos cerrados, buscó entre sus bolsillos un pedazo de espejo cuadrado. Lo colocó sobre su pecho y lo acarició. Lo había intentado, una vez más. Ya no podía recordar la veces que había probado contactarse con Thor. Y aunque lo deseaba con profundidad y anhelo, no lo había logrado. En todos esos años no había obtenido respuesta o señal alguna.
Treinta y cinco años habían pasado desde que su espalda había golpeado con fuerza y dolor el suelo de la tierra, dejándole marcas que tardaron días en desvanecerse. Y aunque el dolor seguía incrustado en su corazón, se las había apañado para sobrevivir en ese mundo que solo conocía por cuentos y libros de historia.
Con el tiempo aprendió todo lo que necesitaba saber sobre los humanos y poco a poco se fue transformando en un experto en engaños, timos y estafas, sabiendo que esa sería su única forma de conseguir lo que necesitaba y luego de conseguir lo que deseaba. Su magia se convirtió en lo mas preciado que tenia a parte de la compañía de su fiel amigo Fenrir, su única inspiración para seguir adelante luego de tanto tiempo y desesperanza. Aunque podía tener lo que quisiera, cada capricho y cada aspiración, ya no podía sobrellevar la angustia de sentirse abandonado por la persona que amaba.
Y ahí estaba, intentado una última vez, ya no lo haría. Si Thor no quería buscarlo, pues él tampoco perdería más tiempo intentandolo. Abrió los ojos y miró el espejo en su pecho. Ya habían pasado tres días desde que usó el hechizo pero el objeto no le reflejaba nada más que oscuridad y niebla. Agarrándolo con ambas manos, se sentó y presionó el espejo con desesperación y bronca. La fuerza fue tanta que se quebró entre sus dedos. Un quejido de dolor escapó de sus labios y dejando caer una de las partes, miró la otra con un ojo cerrado. El pedazo se había incrustado en su mano. Suspiró negando con la cabeza, haciendo que sus negros cabellos bailaban sobre su nuca.
Con cuidado apoyó su brazo sobre su rodilla y con la otra mano agarró el pedazo metido en su carne, de un movimiento lo quitó y soltando otro gemido y dejando caer el trozo, observó con resignación la sangre que comenzaba a brotar de la herida, chorreando en un fino hilo. Dejó la mano colgando y se tiró hacia atrás, respirando con calma. Tan relajado estaba que quedó dormido sin intención.
Cuando despertó la mano se le había entumecido. Rio sin sentido ante su torpeza y volvió a erguirse. Quitando el sueño de su rostro, levantó la mano lastimada, aún quedaban algunas gotas por caer, pero ya estaba gran parte espesa y otra coagulada. El suelo era un desastre, pero no era algo tan serio como parecía.
El aire que ingresaba por el gran ventanal corredizo del balcón le refresco de forma renovadora la mente. Sintiendo que debía ser más optimista. Escuchó el sonido de las cortinas agitándose por el viento, y aunque no podía ver hacia afuera porque estaba de espalda a la ventana, podía oler la humedad que auguraba una cercana tormenta.
Un fuerte ruido le hizo reconsiderar la idea de que la tormenta ya estaba por comenzar y los relámpagos se lo confirmaban con cada destello. El mundo humano tenía tantos tipos de cambios climáticos, le resultaba sorprendente las catástrofes que podrían causar. No le quitaba el sueño, en todo ese tiempo conviviendo con los humanos, había aprendido lo crueles que podían ser, pero eso parecía ser una característica de todas las especies racionales. El comprender que él era una especie superior le había formado un egoísmo de superioridad y autoconfianza suficiente como para desear ser el mandatario del planeta tierra, con la certeza de que si quería, lo podía ser.
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El Espejo. [Thorki]
Fanfiction*Thor & Loki* Un misterioso espejo permite que dos jóvenes, uno que toda su vida había estado encerrado y otro de sangre real, comenzaran una sana amistad secreta. Amistad que con el tiempo evolucionara en algo más. Y que el destino intentara separa...