C a p. 1

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•Lunes•

–¡Mikayla! ¡Despierta ya! ¡Se te hará tarde para ir al instituto! –Escuché gritar a mi madre con unos toquidos en la puerta de mi habitación, levanté la cara y vi el reloj en mi mesita de noche 6:15 a.m. me restrege los ojos y me paré, fui caminando como zombie a la ducha, regulé el agua y me decise de mi ropa y tomé un baño, al terminar me enrolle una toalla blanca y otra en la cabeza, busqué en mi armario el asqueroso uniforme y me lo puse me senté al frente del tocador cepille mi cabello y lo deje suelto, me maquille naturalmente y salí de mi habitación bajé las escaleras y vi a mi madre sentada en el comedor resolviendo algunas cuentas.

–Buenos días mamá – Le di un beso en la mejilla y me senté a lado de ella.
–Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste? – Dijo sin quitar la mirada en lo que hacía.
–Quería seguir durmiendo, detesto los lunes el día en que suspendan las clases los lunes seré la chica más feliz del mundo – Le dije.
–Eso sería extraordinario, por lo mientras que te cumplen ese "deseo" sigue siendo la chica amargada que eres – Dijo riendo, yo solamente rodee los ojos divertidamente.
–Bueno cariño, tengo que irme me necesitan en la empresa – Dijo levantandose y dandome un beso en la frente, mi madre era tan hermosa de test blanca, unos ojos color miel, color de cabello marrón, un cuerpo de infarto, sin ninguna arruga ya que se cuidaba tan bien en realidad no comprendo a los hombres papá se divorcio de mamá por irse con otra más joven que para ser sincera, no llega ni a los talones mamá y no lo digo porque sea mi madre sino porque es la verdad.

–Adiós mamá, nos vemos luego – Le dije haciendo un movimiento con la mano en forma de despedida.

Terminé mi desayuno y subí por mi mochila, bajé salí de mi casa subí a mi auto y lo puse en marcha al instituto llegué y lo estacioné, llegué un poco tarde ya que ya habían pasado 5 minutos entré y caminé por el pasillo hasta el salón de clases, pasaron las horas y por fin tocaron para salir al receso, en el trayecto del salón hacía la cafetería pude localizar a mi mejor amiga y mi mejor amigo en frente de mi casillero.

–¡Zorra! – Gritó mi amiga alegremente al verme.
–¡Zorra! – La abrazé – No llegaste las primeras horas a clases, fueron aburridas sin ti – Dije haciendo un puchero.
–Lo sienta Miky, pero tuve que acompañar a mamá por algunas cosas, pero ya estoy aquí con mis dos personas favoritas – Nos abrazó a Matthew y a mi.
–Destesto venir al instituto, pero lo bueno de todo esto es que veo a mis dos feas favoritas – Nos dijo despeinando nuestro cabello a ambas.
–¡Matt dejanos! – Le gritamos a coro a Matt.
–Además, ¿Qué otras "feas" más tienes? Nosotras somos las únicas – Dijo Karly.
–Nadie más, solamente decia que ustedes siempre seran mis feas favoritas pase lo que pase – Nos abrazo a ambas y nos fuimos caminando hacia la cafetería.
–¿A qué viene ese afecto de "amor" Matt? – Le dije frunciendo el ceño al igual que mi rubia amiga.
–Nada, solamente quería que lo supieran – Dijo encogiendose de hombros.

Entramos a la cafetería y nos sentamos en una mesa.

–Chicos tengo que hacer una tarea antes de entrar a clases, los veo luego – Dije dandoles un beso a cada uno.
–¡Cubranse todos, el mundo puede explotar! – Dijo y se puso abajo de la mesa, Karly y él empezaron a reirse y yo levante una de mis gruesas cejas al ver esa reacción, Matt dijo.
–Me sorprende que tú, Mikayla Hopper vaya hacer tarea – Dijo y volvieron a reir.
–Vayanse a la mierda – Les dije divertida y salí de ahí.

Iba caminando, mensajeandome con un chico que conocí en una fiesta el fin de semana iba tan concentrada en mi teléfono que choce con una persona que casi hizo que se me callera el teléfono.

–¡Oye, fijate! – Le grite a un chico, levanto la mirada y me perdí en sus ojos color avellana, era alto, color de cabello marrón nunca lo había visto en estos pasillos.
–Pudiste a verte fijado por donde caminas y nada de esto hubiera pasado – Dijo serio, pero que grosero.
–No me eches la culpa, tú también pudiste a verte fijado idiota – Dije y segui mi camino hacia mi salón, y así pasaron las clases aburridas pero lo único que me distraía para no quedarme dormida era mi rubia amiga Karly.

¿Andar con Menores? ¡Nah!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora