Harry se encontraba caminado, de aquí para allá, al lado al otro lado. Pero nunca tan lejos de Malfoy. Aunque no lo quisiera admitir, no quería perderse. Aunque realmente la compañía de Draco era tortuosa, prefería eso a quedar solo en el bosque y más, sin su varita.
—¡Deja de moverte! —Gruño molesto, Draco. — Me distraes. —Susurró.
—¡Pues mira hacia otro lado, estúpido!
—¡¿A quién llamas estúpido, idiota?!
Harry iba a responderle, pero decidió callarse. No deseaba tener una pelea con él. Primero necesitaba volver a Hogwarts.
Malfoy negó, estar ahí parado no iba a servir de nada. Y si seguía caminando no iba a perderse, pues no sabía donde estaba ni a donde tenía que ir.
Harry también comenzó a caminar, uno a lado del otro pero con una gran distancia de por medio.
El de ojos verdes comenzó a prestar más atención a su alrededor, realmente era lindo el lugar y se podían oír los pájaros cantar. Sus músculos comenzaron a relajarse, no había peligro. A no ser que a Malfoy se le diera por atacarlo. Volteó su mirada, para dirigirla hacia el chico de Slytherin. Tenía el ceño fruncido, ¿Acaso no le cansaba poner esa cara?
Quizás una hora estuvieron caminando. Viendo el mismo panorama. Árboles y más árboles.—Manzanas. —Susurró Draco deteniéndose de prisa. Harry también se detuvo, mirando hacia donde la mirada de Draco señalaba.
Eso era un milagro. O tal vez comida era lo que Malfoy estuvo buscando todo el tiempo.
El rubio camino deprisa hasta el árbol, Harry también.
Cada uno por un lado diferente, dispuestos a sacar ellos su propias manzanas.
Pero eso a Amor no le gustaba. ¿Qué clase de pareja es tan egoísta?
Ambos chicos dispuestos a sacar la primera manzana, en este caso, jugosa y verde. Draco alzó su mano, pero la rama se elevó, el rubio miró aturdido eso.
A Harry también se le había escapado la manzana. Ambos se miraron. Y siguieron intentado, intentando.—¡Ni creas que te escapas! —Gritó Harry. Subiéndose al árbol, pero el árbol se sacudió. Haciendo que Harry cayera sentado en el pasto.
Malfoy trató de contener una risa. Eso era demasiado estúpido para dejarlo pasar.
—Espera... Hay magia. —Dijo Draco. Evidenciando lo evidente.
—No me digas. —Bufo levantándose.
Draco miró al árbol una vez más, ¿Por qué no los quería dejar sacar manzanas?
—Tal vez y no quiere que le quiten sus manzanas. —Concluyó Draco.
Harry pensó que esa idea podía ser certera.
—Pero si así fuera, sería más agresivo. ¿No? —Trató de buscar otra solución.
Otra vez volvieron a mirar al árbol. Tal vez Harry estaba algo acostumbrado a no comer demasiado, pero Draco tenía ante sus ojos unas sabrosas manzanas verdes.
Volvió a acercarse a una rama, pero esta se alzó.
Harry decidió que podría intentar subir una vez más. Aunque se cayera.
Estaba tratando de escalar el tronco cuando unas manos se posaron en su cintura. Alarmandolo por completo, tanto que estuvo a punto de pegar patadas.—¡Deja moverte! —Gruño Draco.— ¡El árbol no se a movido!
Tenía razón. Estaba quieto. Harry suspiró, siguiendo su cometido.
Sintiendo las frías manos sobre toda la tela de su ropa. Era extraño. Hace poco Draco lo iba a matar en Hogwarts. Y ahora estaba como si nada, haciendo eso. Con una conexión que les iba a ayudar a conseguir su ¿Comida?—¡¿Qué rayos es eso?! —Preguntó alarmado, cuando ya estaba muy cerca de una rama cargada de manzanas, las manos de Draco pasaron a sus piernas y en su trasero había algo.
—¡Callate estúpido! ¡Que tener el trasero del elegido en mi cara no me agrada! ¡Saca esas manzanas, ya! —Gritó. Había un pequeño sonrojo en sus mejillas. Cuanta vergüenza sentía. Pero extrañamente, estar así mantenía al árbol tranquilo.
Harry con las manos temblando comenzó a sacar las manzanas. ¿Por qué sucedía esto?
—¡¿Estás loca?! —Exclamó Desamor. Mirando la esfera.
—¿Qué? —Lo miró como si nada.— A veces simples cosas te llevan a grandes emociones.
—¡No esperes algo bueno de mi! —Se cruzó de brazos, indignado.
Habían diez manzanas en el suelo. Cuando Draco creyó necesario dejar que Harry se rompiera su estúpido culo. Así que como lo pensó, soltó a Potter dejándolo sin nada que lo afirmara.
—¡Pudiste haber avisado! —Exclamó desde el piso Harry.
—Debiste estar más atento. —Sonrió Malfoy. — Por mis fantásticos cálculos deduje que deben ser seis manzanas para mi y cuatro para ti. —Dijo recogiendo la cantidad de manzanas para él.
—¡¿Qué?! —Se acercó a las manzanas recogiendo rápidamente. — ¡Esta justo la mitad para cada uno!
—¡Pusiste tu trasero en mi cara! —Trató de quitarle una manzana a Harry.
—¡Pues no parecías disgustado! —Trató de alejarse. — Además no creo que seas capaz de comerte todo.
—¡Me las comeré todas! —Dijo evitando el primer comentario.
—¡Egoísta! —Se dio la vuelta y comenzó a correr.
—¡Infantil! —Comenzó a seguirlo.
—Esto no puede ser cierto. —Susurró desde el suelo Desamor mirando la escena.
—Yo no hice eso. Fueron ellos.
Luego de correr unos minutos Harry se sentó en el pasto, a comer las manzanas. Draco lo miró un momento, sacó un pañuelo de su bolsillo y limpio las suyas. Eran jugosas.
El sol ya se estaba poniendo, dando inicio al anochecer.
Después de guardar dos manzanas cada uno, comenzaron a buscar algo en donde dormir. O al menos Harry lo estaba haciendo. Malfoy se sentía verdaderamente frustrado por todo eso. ¡No tenía su varita! ¡Se sentía muerto!—No hay ningún lugar. —Susurró rendido Potter. Acercándose a sus manzanas, por si Malfoy se las quitaba.
El sol dejo de alumbrar el bosque.
Pero las estrellas calmaron el ambiente. Harry se cubrió la cabeza con la túnica y se recostó en el pasto. Estaba algo cansado.—Ni que le fuera a robar. —Susurró Draco mirando como Harry abrazaba las manzanas que le quedaban.
El rubio no quería recostarse en el pasto, por favor que los Malfoy no duermen en el suelo. Pero dormir apoyado en un árbol no era cómodo. El rubio bostezo. Mientras temblaba, las bajas temperaturas se estaban haciendo presente.
Harry en el suelo también temblaba.
La helada estaba cayendo.
Draco se acercó a Harry teniéndose a su lado. Tenía frío, Potter igual. No había problema si estaba un ratito ahí. Se dio media vuelta, pasando su brazo por la cintura de Harry, atrayéndolo a él. Aunque Malfoy nunca lo dijera en voz alta. Potter le importaba.
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Por tu amor.
FanfictionAmor y Desamor viven en una competencia y a su vez compañerismo, inevitable. Esta vez Harry y su enemigo de la escuela, Draco. Son víctimas de aquellos que los pueden hacer volar los cielos o hundirlos en el peor de los lamentos.