- No se mueva milady.
- Disculpe, no lo haré. Me quedaré quietecita.
Rose estaba cansada de tantas medidas para sus vestidos había soportado alfiler tras alfiler puesto sobre ella pero estaba llegando a su límite, suspiró y se dijo así misma
- Puedes hacerlo, es un pequeño paso en tu búsqueda del amor, si no vas adecuadamente vestida nadie te mirará y si no te miran tu amor no te encontrará.
-Decías algo Rose? Preguntó su madre.
-Sólo estoy dándome ánimos, contestó con una sonrisa cansada. Crees que falte mucho? Preguntó esperanzada.
-Si estás muy cansada podemos dejarlo y reanudar mañana.
- No, quiero acabar hoy día. Aguantaré lo necesario. Dijo decidida.
-No te preocupes madame Beátrice ha dicho que éstas son las últimas pruebas.
Por fin acabarían, llevaban una semana viniendo a la modista y el proceso que al principio le gustó tanto pronto se volvió tedioso. Ver tantas telas, cintas, bordados, pedrería le había encantado, escoger los colores para los vestidos de fiesta, de mañana, de tarde, de paseo, de amazona, le produjo ansias por verlo todo listo y preparado para su primera visita a tomar el té a casa de Lady Enma tal como habían acordado, su primer paseo por Hyde Park con un caballero, realmente usaría su traje de amazona? no le gustaba montar con la silla especial para las damas esperaba poder pasar por alto esa actividad, pero lo que más le robaba el sueño era pensar como quedaría su vestido para su primer baile y los que usaría luego para recibir a sus pretendientes. Pero el precio a pagar por tantos sueños y tantos vestidos eran pasar horas de horas siendo medida, envuelta en telas y telas sin parar. No importa, se dijo. Todo es para encontrar a mi amor.Rose y su madre se disponían a salir de la modista cuando dos mujeres entraron por la puerta. Por sus apariencias eran madre e hija, la dama mas joven la miro directamente y la miró de pies a cabeza evaluándola. Tuvo ganas de arreglarse el vestido y revisar su peinado estuvo a punto de hacerlo pero logró mantener sus manos quietas. La mujer mayor pareció reconocer a su madre e hicieron las presentaciones. Se trataba de la condesa de Durham y su hija Lady Mary. Acordaron verse pronto en una visita de té y en los respectivos bailes que cada familia y se despidieron.
Ya en el carruaje Lady Violet iba debatiendo acerca del bordado en el dobladillo de su vestido. Rose estaba feliz de ver a su madre emocionada por la temporada, desde la muerte de su padre hace dos años no parecía tener luz en su mirada, sólo en los últimos meses la apresurada y fallida boda de su hermano y su próxima entrada en sociedad la habían sacudido dándose cuenta de la vida que seguía a su alrededor.
- Creo que no le caí bien a Lady Mary, dijo
-Oh querida no digas eso, si apenas y se saludaron
-Desde cuándo conoces a la condesa? Son grandes amigas?. Rose esperaba que no, estaba segura que Lady Mary la había evaluado y no había aprobado su examen.
-Nos conocimos en la temporada cuando conocí a tu padre, la verdad sea dicha ella y yo competimos por los pretendientes ese año. La mirada de su madre se iluminó como recordando buenos tiempos.
-Compitieron por mi padre?. Eso desconcertó a Rose, ella siempre había pensado que sus padres se miraron, se enamoraron y se casaron, todos felices y contentos en una burbuja de amor sin que otras personas se interpusieran.
Su madre sonrió - Rose en una temporada los caballeros visitan a las damas, no te lo dije? Es una forma de conocerse, saber sus gustos, conversar unos momentos. Tu padre estaba buscando una esposa, como corresponde a su título él visitó algunas damas y estoy segura averiguó sobre nosotras, un hombre de su posición debía casarce con la mujer adecuada. Pero tu padre y yo nos enamoramos de eso no tengas dudas y cuando él pidió permiso para cortejarme a mí no volvió a visitar a nadie más. La condesa...bueno en ese tiempo no era condesa al igual que otras damas se entristecieron seguro cuando tú padre me eligió a mi entre todas ellas pero eso es parte de la temporada, las visitas se dan, los compromisos se concertan y si hay alguna rivalidad por pretendientes luego se olvidan. Quizá fue por eso que no te sentiste a gusto con Lady Mary. Recuerdo bien que su madre era muy competitiva y puede haber transmitido ese espíritu a su hija.
-Rivalidad por pretendientes? Pero si es muy hermosa! Cuando entre en un salón no habrá quien no se vuelva a contemplarla. Respondió Rose extrañada.
-Hija mía recuerda que la belleza exterior no lo es todo y además es efímera, lo importante es la calidad de sentimientos. Pero sobretodo y aunque tu padre y yo nos casamos enamorados no siempre el amor es la causa de un matrimonio o del inicio de un cortejo. Los caballeros pondrán sus esfuerzos en las damas que los atraigan con su belleza sí pero además tendrán en cuenta sus habilidades y contactos, por ejemplo tú eres la hija de un conde y hermana del actual conde y aunque no está bien que las damas tratemos estos temas tienes una cuantiosa dote. Así que sí creeme cuando te digo que serás una dama a tener en cuenta.
- sabes a cuanto asciende mi dote? Preguntó curiosa
-Rose. La reprendió su madre.
-Si ya lo sé de eso no se habla. Contestó sonriendo.
El carruaje paró en la casa de ciudad de su hermano en donde realizarían su baile de presentación y pasarían la temporada completa. Bajaron y Rose se encaminó a su dormitorio. Lo revelado por su madre la ponía nerviosa, acaso tendría que enfrentarse con alguien más cuando encontrase a su amor y si él la encontraba pero había alguien más bonita, mejor preparada o con una dote más grande? No, no podía pensar así, el verdadero amor no vería defectuosa su nariz Hamilton para él sería la más bella, danzaba, cantaba y tocaba el piano a la perfección o eso decía sus maestros, y sabía que su dote era grande. En una ocasión su padre lo mencionó durante la cena, no diciendo la cantidad exacta claro pero si dijo que era la dote digna de la hija de un conde. Esperaba que fuera suficiente. Para su amor tenía que ser suficiente.

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Casi perfecta
Historical FictionLord Stephen Rickford duque de Sunderland ha regresado a Londres después de dos años viajando en el continente, al llegar se da con la sorpresa que de sus dos grandes amigos uno esta felizmente casado y el otro a punto de hacerlo,aunque este último...