Capítulo 15

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Cuando Rose y su madre entraron al despacho de su hermano encontraron un escena extraña; Robert y Lord Worth enfrentaban a Lord Rickford, la excusa de su discusión por una carrera de caballos no tendría que haber ocasionado los gritos que escucharon, o si?
Caminando del brazo del duque pudo ver su mejilla algo roja como si hubiera sido golpeada. Qué podría ocasionar una discusión tan fuerte para llegar a los golpes?
- Todo se encuentra bien?— Se animó a preguntar al despedirse.
- No se preocupe, nada que no se pueda solucionar. Y usted? Le llegaron las flores?
- Oh estuvieron preciosas, adornaron la entrada de la casa, recién ayer las cambiamos — No pudo dejar de sonreír al recordar el precioso ramo y la nota que le envió.
- Me alegra que le gustaran y ver su sonrisa me dice que las flores lograron su objetivo — La sonrisa con la que terminó era segadora, ese hombre era realmente hermoso, un término que no pensó se podría atribuir a su género, ofreciéndole su mano le ayudó a subir al carruaje y partieron.
- No he logrado averiguar nada. — Dijo a su madre tratando de justificar la tardanza en despedirse del duque.
- No creo sea algo de importancia ese trio ha estado junto demasiado tiempo, no importa la discusión terminarán arreglándose. Respondió Lady Violet.
El saber que su hermano tenía amistades bien arraigadas le hizo pensar en las suyas, desde su llegada a Londres entabló relaciones con varias señoritas y todas estaban más interesadas en conocer a su hermano que en tomar el té y conversar con ella. Conocer a Margaret había sido refrescante, conversaban, reían y cuando conoció a Robert estuvo nerviosa por conocer a un conde tan apuesto, como ella señaló, pero la visita continuó sin preguntas como qué le gustaba al conde? Cuál era a su plato favorito? Le gustaba pasear a caballo por las mañanas? Esas y muchas otras que había tenido que contestar en innumerables ocasiones.
El único problema era su madre, no parecía gustarle su nueva amiga.
- Margaret y yo acordamos visitar mañana unas tiendas en busca de sombreros y guantes. Nos acompañarías? — la propuesta era para ver hasta donde permitiría su madre esa amistad, después de todo una salida con la condesa significaba que Margaret recibía su aprobación.
- Cómo te hiciste tan amiga de ella en tan poco tiempo? No vi que a ninguna  otra invitada a casa propusieras nuevas visitas o salidas. Me preocupa que sólo aproveche tu buen corazón para ascender socialmente.
El tono era preocupado pero Rose sabía que el hecho de que su nueva amiga no fuera una lady significaba para su madre un defecto. Ella aprendió todo lo que su madre le enseñó pero en este punto no había discusión, Margaret era su amiga e iba a luchar por ella.
- Margaret me ayudó en un momento incómodo durante un baile — eso hizo a su madre mostrarse intrigada —ya sabes que han surgido esos comentarios hacerca de mi casi perfección, la primera vez que los escuché me afectó y ella impidió me pusiera a llorar frente a todos, te imaginas? Fue por eso que nos encontraste juntas en la sala de descanso aquella noche.
- Rose, mi niña, esos son sólo comentarios malintencionados venidos de la envidia. Si hay algún defecto en ti ese sería el que nunca devolverías el comentario por otro que hiera a quien te lo dice. Eres demasiado buena.  Le dijo apesumbrada.
- Eso lo dices porque eres mi madre. Dijo Rose sonriente.
- Bien, le daré una oportunidad a esta nueva amistad, me contarás más de ella en casa. Estamos por llegar.

Luego de saludos y presentaciones Rose se encontraba sentada entre Lady Enma y su madre en la elegante sala de té de Lady Rickford. Lady Enma le hablaba de los proyectos en el orfanato que dirigía junto a otras amigas.
- La señorita Jones me ha asegurado que este hombre nos puede proveer seguridad su excelencia, ya hace mucho que tenemos esta idea. Imagínese la alegría que me embargó cuando supe que podíamos entrar y sacar de la miseria a muchas de las madres de nuestros niños. Expresó entusiasta.
-La devoción con la que diriges el orfanato es innegable, pero ingresar a los barrios sería demasiado peligroso. — el tono de la duquesa era serio, tomó un poco de té y continuó — Mi contribución a la ampliación en el orfanato está asegurada, pero no me gustaría ver a damas de bien inmiscuidas en problemas en los barrios pobres. Su esposo está de acuerdo con este plan?
El silencio que siguió a la pregunta disolvió cualquier duda, Lord Worth no sabía nada y Rose no creía que admitiera una incursión tan peligrosa a su esposa por muy buenas intenciones que tuviera.
-Quién es esa Jones que has mencionado? Preguntó la duquesa
- Una amiga que tenemos en común Lady Rose y yo. Es hija de un hombre de negocios muy importante y de recursos, no siempre sin embargo tuvieron las comodidades de las que hoy gozan por lo que ella conoce algunas personas con las que compartió niñez pero no tuvieron la misma suerte —Concluyó Enma
La duquesa continuó tomando su té y tomándose su tiempo para analizar la nueva información. Rose estuvo entonces sometida a una mirada evaluativa de Lady Rickford.
- Qué puede decir usted de la señorita Jones? Le parece confiable? — le preguntó.
- La señorita Jones goza de mi más absoluta confianza su excelencia; es una persona de buenos sentimientos, su infancia fue dura no sólo por las carencias económicas sino por la pérdida temprana de su madre, su padre ha prosperado y ella tiene tanto o más de lo que cualquier señorita soñaría pero eso no la hecho olvidar sus inicios. Justamente cuando conoció a Lady Enma la mención de sus actividades en el orfanato las llevó a iniciar planes en bien de los pequeños.
-Y usted Lady Rose no estuvo interesada en dichos planes?
- Debo decir su excelencia que dichos planes me parecieron muy arriesgados — Rose tuvo que mirar apesumbrada a Enma — Con nuestras actividades de ayuda a los mas necesitados siempre queremos hacer más de lo que podemos, hacer y abarcarlo todo pero no siempre podemos hacerlo, debemos agenciarnos de alguien más y en este caso la señorita Jones nos ha dado una pista. Yo creo que estas personas que podrían ofrecer seguridad bien podrían servir mejor de mensajeros, las mujeres sabrían que tenemos un lugar seguro para ellas y luego podrían decidir aceptarlo. Respondió.
-Una mujer con cabeza fría, Lady Violet realmente tienes una joya por hija, eso es lo que necesitamos para nuestros planes, menos apasionamiento. Si Enma sigue con sus planes ella misma irá por las mujeres, será asaltada o peor en esos lugares y no conseguirá nada. Estás desde ya invitada a toda reunión sobre los asuntos del orfanato — Rose no había tenido intención de ser parte del grupo de caridad de Enma y la duquesa pero la invitación era casi una orden. Además el tono de la duquesa había cambiado de serio a relajado como si ella hubiera pasado una prueba.
- Excelencia espero pueda perdonar la ausencia de Rose en algunas de dichas actividades, ésta es su primera temporada y se imaginará tiene muchas actividades pendientes. Dijo su madre. A ella si no le había gustado nada la invitación.
- Es cierto, la temporada es muy importante, cómo va todo? Contraiga matrimonio este año Lady Rose así podrá dedicarse a otras cosas pronto.
- Rose aún no ha encontrado al caballero indicado, tiene pretendientes y su hermano ha recibido propuestas pero no ha aceptado ninguna. Respondió su madre.
- Imagino que está analizado bien a sus pretendientes. La felicito, no entiendo esta locura de matrimonios por amor. —Rose no se perdió la mirada que lanzó la duquesa a Enma.
-Su excelencia no se termina de creer mi matrimonio con James, pues debes saber que Lady Rose está buscando amor en su esposo y eso es por lo que dice que aún no ha encontrado al indicado. — señaló sonriente Enma.
- Eso no puede ser cierto. Usted también? Preguntó asombrada la duquesa
- Mis padres fueron felices su excelencia sólo quisiera tener su suerte.
- No intentaré convencerla de lo contrario o se empecinara aún más, sólo trate de no casarce por debajo de su nivel por ese dichoso amor, cuento con Lady Violet para cuidar que eso no suceda verdad?
-Jamás permitiríamos que eso suceda, ella es una joya como usted ha dicho, encontrará el hombre adecuado — respondió su madre.
-Bien, volvamos a nuestros asuntos. Cuántos...
La reunión continuó, para cuando acabaron Rose se había convertido en integrante del grupo de caridad para alegría de Enma y preocupación de Su madre.

Casi perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora