5° Parte

189 18 16
                                    

Se escuchaba el resonar de los pasos que Rigg daba. ¿Que haré ahora?. Bueno... pensándolo bien, yo no e echo nada malo como para que se enoje conmigo, dado que no fui el culpable de esta situación, nisiquiera pensé en llegar en corresponderle algo a Crowley. Aún así, no quiero que me llegue a tachar de infiel, mejor, no diré nada. Me levanté de la cama restandole importancia a que el rojinegro me viese desnudo, fui directo a una de las puertas de la habitación que conducía al baño, traté de demorarme el tiempo menos posible, lo cual, logré. En 10 minutos ya estaba listo. Sin embargo, son 10 minutos que pierdo al lado de mi amado.

-¿A donde vas?.- Pregunta Crowley.

-Con la persona que amo, ahora, vete.- Contesto.

-Hm...- Escuché y salí lo mejor presentado hacia la sala principal.

Bajé las escaleras a una velocidad moderada. Obviamente. Y al llegar abajo, me encontré con una de las peores y desagradables sorpresas posibles. Horn estaba parada al lado izquierdo de "MI" cariñito. ¿Por que vino? ¿Que tiene ella que hacer aquí?. Sea lo que fuese que tratase de intentar con Rigg, le corto las tetas falsas, de silicona.

Una vez estando abajo, voy hacia mi azabache y me arrimo a él, envolviendo su cuello con mis brazos, depositando un tierno beso en la mejilla y aprovechando que Horn estaba detras, le lancé una fría mirada.

-Te extrañé.~- Le dije cerca del oído.

-Ferid.

-¿Si?- Siento como levemente se aparta de mi.

-¿Qué hace Crowley Eusford aquí?.-Apuntó hacia el pie de las escaleras.

-¿Eh?- Lo miré con asombro y dirigí la mirada hacia donde señalaba su dedo.

En este momento nada mas me complaceria que encajar una de esas espadas malditas en Crowley para ver como poco a poco se desintegra y sufre. Le dije que se fuera. Estúpido. Crowley saludó a Rigg como si fueran grandes amigos, pero claro, no lo eran. Horn se quedaba intacta, mejor así. Por un breve instante, sentí como si Rigg tuviera los ojos clavados en mi, pidiendo explicaciones del por que mi ex estaba en la casa. Todo estuvo en silencio hasta que...

-Saito-sama.~- Dijo Horn, con su irritable voz. Me da nauseas con solo pensar que esta tratando de ser coqueta.

-Cierto.- Contestó Rigg, como si ya supiese de que trataba.

Entonces, Rigg se acercó y pasó la palma de su mano sobre mi mejilla, también me plantó un suave beso.

-Nos vemos.- Y se fue hacia arriba, con Horn, la cual lo seguía detrás suyo.

Parece que inconscientemente hice una expresión no muy agradable, ya que Crowley se acercó a mi tocando mi hombro.

-Tranquilo Ferid-kun.

Instintivamente reaccione y aparte su mano de un manotazo por mi parte, no lo quiero cerca mio. Ignoré su comentario y me fui a pasear cerca del jardín de afuera.

Por suerte, han pasado... si, dos horas y nada a intervenido en mi tranquilidad, excepto por una cosa, Rigg estab con Horn y mi mente se sigue llenando de cosas que me perturban. ¿y si voy a echar un vistazo? No creo que se enoje si es que simplemente están hablando. Tomo impulso y me levanto del cesped. Camino, traspasando el patio hasta llegar a la puerta, tomo la manilla y empujo hacia atrás para entrar, luego, me dirigo a las escaleras.

-¿A donde vas?- Que fastidio.

Lo empujo para quitarlo de mi camino, sin tomarle mucha importancia, ignoro lo demás y subo las escaleras lo más rápido que puedo.

-No vayas.- Toma una mi brazo. Me siguió.

-Dejame.- Me suelto.

Y nuevamente lo vuelvo a dejar atrás. ¿Que esta haciendo? ¿Por que trata de detenerme? ¿y si..?. Estoy frente a la puerta que conlleva al despacho de Rigg. Trago saliva. Tratando de provocar el mínimo ruido posible, abro un poco la puerta.

Rigg... por que...





YA ERA HORA DE ACTUALIZAR ESTO JSJSJS, espero les guste:"v y trataré de seguir actualizando.~ a decir verdad son pocos caps:'3.

El castigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora