Capítulo 8

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Miércoles 26 de Septiembre

Steph

Mañana


Por la mañana llegué temprano a la escuela, tenía los audífonos puestos y el máximo volumen seleccionado. Iba bailando por los pasillos Believer de Imagine Dragons, empujando a personas, dando puñetes a las paredes, rodeando a personas y botando sus cosas mientras reía silenciosamente.

Estoy liberando estrés, solía hacerlo muy seguido, en casa, en mi habitación, con la puerta asegurada.

Algunos chicos tenían cara enojada y parecía que decían cosas nada agradables pero yo sólo veía como abrían la boca y tenían su ceño fruncido, no los escucho.

Ethan me sujetó de los hombros y sacudió un poco, me saqué uno de los audífonos al mismo tiempo que lo veía aburrida.

—Después de clases, no lo olvido.

Me puse de nuevo los audífonos pero la canción ya había acabado, ahora se reproduce That's What I Like de Bruno Mars. Sin embargo, me sacó los audífonos de golpe y me tomo la mano sacándome de los pasadizos del lugar.

—¡Auch!.—Sobé mis orejas que empezaron a doler.—¿Qué quieres?

—Van a llamar a alguien si sigues molestando a alumnos y botando cosas como si estuvieras loca.

»Aburrido.«

—¿Qué escuchabas? ¿Heavy Metal?

Empecé a morder mis uñas y sonreír arrepentida, no quería darle la razón aunque puede que haya estado bailando como una mala imitación de Lil Xan, soy un poco impulsiva.

—En realidad, era Believer.

Rió, y no sabía por qué, ahora él es quien parece un loco.

—Amo esa canción.—Siguió riendo.—¿Qué haces con un tipo como Sammuel? Es solo un plibek, por aquí hay muchos.

—Sí ya lo noté, algo tarde pero...

¿Plibek?

—Ven, te apuesto a que nunca te has fijado en mi hermano, es un tipo muy guapo.

Lo seguí hasta el salón de clases, ahora ya no tenía los audífonos puestos y escuchaba todo lo que decían a mis espaldas. Algunas palabras idiotas para la estupidez estuve haciendo hace un rato, en el camino me encontré con Jessie y Edie empujándose contra las paredes, sonriendo, al verme su sonrisa cayó, seguro por nuestro encuentro ayer, en el cine.

—Steph, lo de ayer solo fue un malentendido.

Fingí estar escribiendo algún mensaje de texto para pasar de largo y no tener que hablarles más.

Ethan me guió a un asiento, diciéndome que en unos minutos llegaría su hermano, he estado tan metida en mi mundo que ni siquiera me había fijado en él antes.

Enteramente culpa de Sammuel.

—Es él.

Levanté mi cara de la mesa y vi a su hermano entrando por la puerta, sonreía como si hubiera visto la cosa más hermosa del mundo. Traía un suéter color blanco que decía somos, cuando llegó al lado de Ethan me di cuenta que tenía una igual, color plomo y letras grandes que decía hermanos.

—Ahora entiendo porque dijiste "Es un tipo muy guapo" maldito egocéntrico.

—¡Jasson, mira me encontré a una nueva amiga!

—Malditos gemelos.

Y dejé caer mi cara—otra vez—en la carpeta.



Bailando con bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora