Capítulo 5.

481 76 41
                                    

El trabajo no era realmente malo, los chicos que estaban ahí eran suficientemente amables, y si había sido un buen día podíamos ir por cerveza a un buen bar. Esas salidas casi siempre terminaban conmigo despertando en un hotel con un par de prostitutas.

   Creo que eso era lo único que me gustaba de mi vida: emborracharme, reír y tener sexo. Si no amara tanto la música, podría estar completamente satisfecho con mi vida, estaba completamente seguro de ello.

   Un día, George subió a mi autobús, como casi siempre que quería hablar conmigo, y me sonrió en cuanto me vio. Había sido un poco difícil perdonarlo después de que me abandonara, pero al ver que su decisión sí había mejorado su vida no pude hacer otra cosa mas que apoyarlo. Él había colocado un pequeño taller de electricista, y le iba tan bien que ya estaba pensando en abandonar su casa para vivir solo. Por mi parte, yo decidí que regresaría a la universidad después de las vacaciones de verano, que pronto terminarían. Estudiaría Literatura Inglesa y después conseguiría trabajo de profesor o cualquier cosa que me ofreciera un buen futuro. No era como que me sintiera particularmente atraído por la carrera, pero era lo único que parecía amoldarse a mí.

   —Adivina quien se va a casar —me dijo George, colocándose a un lado mío para no estorbar el paso.

   —No creo que seas tú —bromeé, haciéndolo reír—. No, yo no. Pero mi hermano sí, y te ha invitado a la boda. 

   —No creo que Harry me haya invitado, nunca hablamos —George sonrió con un poco de culpabilidad—. Bueno, ciertamente él no te invitó, pero me pidió contratar a otro grupo que tocara en la boda, y creí que podríamos intentarlo.

   Lo miré estupefacto, frenando tan de pronto que las quejas de los pasajeros no se hicieron esperar. Después de disculparme con ellos, miré seriamente a George.

   —Déjame ver si estoy entendiendo, primero dejas la banda y me obligas a conseguir un empleo ¡¿Y después quieres que toque contigo en la boda de tu hermano?!

   —No seas exagerado, Paul. Sólo serán unas canciones mientras llega el segundo grupo, lo que sucede es que llegarán un poco después porque tienen presentación y mi hermano quiere que la cena tenga música de fondo —explicó George.

   —¿Quién es el grupo que va a tocar? —pregunté, genuinamente interesado. Si podían informar que llegarían tarde a un compromiso y no los habían despedido, debían de ser realmente buenos. 

   —Johnny y los no-sé-qué —contestó éste un poco fastidiado—. Ya sabes, los que le robaron el baterista a Rory.

   Sonreí ligeramente. Sabía de quien se trataba.

   —Creí que se habían retirado.

   —Lo hicieron, pero habían sido contratados desde antes de que anunciaran su retiro, así que tienen que ir —susurró George. Johnny and the Moondogs era una de esas bandas que todos en Liverpool conocían pero que nunca habían tenido suficiente éxito, sólo una vez logré verlos en vivo en The Cavern, durante su última presentación antes de ir a probar suerte a Hamburgo. Se decían muchas cosas de ellos a su regreso, que las cosas no habían marchado tan bien como habían planeado, que los habían despedido después de una riña en donde el bajista había terminado muerto y cosas mucho peores, eso fue lo que terminó por destruirlos, según la opinión de George. 

   —Espero que no terminen golpeándose entre ellos —comenté, frenando de nuevo y abriendo las puertas para que los pasajeros pudieran bajar. George soltó una pequeña risita—. Podríamos enredarnos en una pelea con ellos y saber como se siente que te rompan una guitarra en el cráneo. 

   —Últimamente mis deseos de morir han disminuido, muchas gracias. 

   —¿Eso es un no? —lo pensé un poco. Harry me agradaba, era una fiesta, me iban a pagar y definitivamente quería ver a Johnny and the Moondogs antes de su retiro.

   —Más te vale pagarme bien —le dije a George, haciéndolo sonreír. 

Querido Paul. [McLennon]Where stories live. Discover now