- En mi auto- dijo, como si fuera obvio y luego apuntó hacia el vehículo que tenía a un lado.
Era un Chevrolet Tahoe Hybrid en color negro.
- En tu auto...- musité- claro, debí imaginarlo- reí, sintiéndome como una tonta.
Él me sonrió y me abrió la puerta del copiloto.
- Sube- me indicó.
Me acerqué y me ayudó a subir, tomando mi mano para servir como un apoyo. Algo en mi estómago se movió y estaba segura de que no era la fierecilla; porque ahora permanecía muy quieta.
- Gracias- musité, ruborizada.
- De nada- me sonrió de nuevo, haciendo que el color se profundizara más.
Ya hasta estaba pensado que lo hacía a propósito.
Puse el estuche de mi cámara en las piernas.
Él subió a su asiento, y encendió el motor de la camioneta para ponerla en marcha.
- Bonito vehículo- dije.
- Gracias, pero me gusta más el de mi hermano- rió con franqueza-. ¡Oh! Ahora que recuerdo, dice que le encantaría conocerte.
- ¿Qué?
- La idea de Seonghee- aclaró.
- Oh, claro, pues en ese caso... genial- musité.
- Te va a agradar, es muy buena persona- me dijo, mientras maniobraba con el volante del auto para dar vuelta en una calle.
-¿Tratas de hace lo mismo que Seonghee?- inquirí, entrecerrando los ojos y mirándole.
- ¿Qué?- la nota de confusión en su voz no me pareció falsa.
- Buscarme pareja-dije.
- ¿Seonghee hace eso?
-Lo está haciendo, estoy segura- musité y luego me crucé de brazos, acomodándome en el asiento.
Él volvió a reír.
- Pues juro que no estoy haciéndolo con esa intención- sonrió y se detuvo en una luz roja.
-¿Y cómo puedo creerte?- inquirí, enarcando una ceja.
Rió de nuevo, divertido por mi juicio.
- ¿No basta con que lo haya jurado?- preguntó, escandalizado y divertido.
- No tanto- negué con la cabeza.
Seguimos avanzando cuando la luz se puso en verde.
- Bueno, creí que a lo mejor ya tenías pareja- dijo.
- ¿Y qué te hizo pensar eso?
- Pues, eres muy linda- se encogió de hombros-; no veo porque no.
Me quedé helada y me fue imposible formular algún pensamiento en ese instante. Yo le parecía linda a él.
El rubor corrió de nuevo por mis mejillas, pintándolas de rojo.
- ¿Ya me crees?- sonrió.
- Quizá.
Su risa estalló de nuevo y puso los ojos en blanco.
- Si que eres terca, ¿No?
- No, sólo un poquito dura de convencer.
- Estábien, está bien. Esa es una cosa por la que no se me ocurrió emparejarte con mi hermano, otra es que Seungcheol está enamorado de una chica misteriosa.
- ¿Una chica misteriosa?
Se encogió de hombros.
- Lo conozco muy bien para saber que está enamorado, el problema es que no me quiere decir de quién.
- Bueno, todos tenemos derecho a la privacidad- me encogí de hombros y él me miró-. Una amiga me lo dijo una vez.
- Bueno, creo que tienes razón- sonrió resignado-. Aunque me gustaría saber
- Eres curioso- adiviné.
- Mucho- admitió.
Dio la vuelta a una calle y siguió derecho. Miré por la ventana polarizada, maravillándome con el encanto de Venecia, sus edificios, sus calles, todo me parecía fantástico.
- Que bonito...-susurré.
- ¿Qué es bonito?- preguntó y mi atención volvió a él.
- La ciudad, la gente, todo...
Él volvió a reír.
- Sí, la primera vez que visitas Venecia sueles enamorarte del lugar.
- ¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?
- Casi dos años.
- Dos años- abrí los ojos de plato
- Bueno, a decir verdad, año y medio- Wow,¿por qué...?-me quedé a la mitad de mi interrogante, recordando las palabras de Seonghee: "Me contó que era de Seúl, que allí había nacido y que había venido a Venecia por lo mismo que yo: olvidar amores del pasado, sin embargo hasta la fecha no me ha dicho qué fue lo que le pasó..."
- ¿Porqué qué?
- Así que eres de Seúl- dije, tratando de evadir mi pregunta, borrarla de la conversación o algo por el estilo.
- Sí, allí nací- respondió-. Pero, ¿Porqué qué?- volvió a insistir.
- Nada, sólo me equivocaba de palabras, es todo- sonreí nerviosa.
Me miró con sus ojos entrecerrados, no del todo convencido y luego puso su atención en el objeto que tenía en mis piernas.
- ¿Qué es eso?- preguntó.
- Oh mi cámara.
- ¿Eres fotógrafa?- se asombró.
- Sí, y adoro serlo.
- Te gusta el arte entonces- concluyó.
- Por supuesto
- ¿Sabes? A mí me gusta la música.
- ¿Tocas algún instrumento?
- Sí, la guitarra, el pandero, el teclado y la bateria, un poco.
- ¡Wow! Eres talentoso entonces.
Él sonrió, halagado por mi comentario.
- Gracias.
Siguióconduciendo y cada movimiento que él hacía me provocaba una sensación rara de encanto, en ese momento la respuesta de la pregunta que Seonghee me había hecho se escuchó en mi cabeza: sí, él era perfecto.
Luego de unos minutos, su voz interrumpió el silencio.
- Llegamos- avisó, entusiasmado.
Miré hacia el frente, luego a la izquierda, y me maravillé con lo que vi.
Bajé del auto, al igual que él y sentí cuando el frío me rozó los brazos. Los cabellos que se salían de la boina se movieron.
- Ven vamos. Tenemos que ir a alguna de las góndolas- hizo un movimiento de cabeza, para que lo siguiera.
Nos acercamos más y pude ver el canal de agua y otras tres personas que querían subirse al negro transporte de madera. Me paré justo antes de subir.
Jeonghan me miró.
- ¿Qué pasa?- preguntó.
- He oído que las agua de los canales de Venecia son profundas- dije, con temor.
Él rió.
- ¿Tienes miedo...?
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MANUALE DEL PROIBITO ; Yoon Jeonghan [ADAPTADA]
FanfictionFalso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y f...