Malditas asiáticas.

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—¡GAH! ¡CRAIG, HASTA QUE RESPONDES!

—Oh, hey Tweek.

No supo porqué exactamente, pero no respondió la primera llamada. Ni las que siguieron a esa. Esperó hasta irse de casa de Token y aún un rato más hasta estar descansando en su cuarto.

El otro chico quedó en decirle después toda la información que pudiera sacarle a su papá sobre el puto brujo.
Lo extraño fue que después de escuchar aquello sobre Kenny y Tweek, lo demás que dijera el niño rico pasó bastante desapercibido para él.
Extraño.
Sí a eso había ido a esa mansión en primer lugar, necesitaba cualquier cosa que le ayudara a restaurar su antiguo yo. Algo que lo devolviera a ser varón.

¿Qué puta magia era esa?
Tenía algo importante en mente, arreglar su género. Ahora venía ese maldito chisme sobre su "novio" y era en lo único que podía pensar.

"Es natural, ¿no? Es natural pensar en esto y que de alguna forma me preocupe, porque se supone que es mi novio. Es normal que me importe, debe ser."

Tweek había estado diciendo mucho palabrerío sin sentido al teléfono. Craig, por estar en su mundo, poco oyó.

—... ¡Por eso ocurrió! Craig, debes creerme a mí. ¡No me di cuenta, luego de que te fuiste, cómo lograron tener dibujos hechos tan rápido! ¡Y la escuela enloqueció por completo, y, y...!

Ahora podía escuchar lo que decía, y comenzaba a cobrar sentido para él.

Esas malditas asiáticas.

Pero también le era fácil notar que Tweek se quedaba sin aire, probablemente estaba llorando.
Entendía sus nervios, y no quería verlo mal. En verdad que no.

Pero ella misma no estaba de lo mejor. Era algo complicado. Ahora debía admitir, que era algo complicado estar lidiando con esta mierda de ser niña de repente, como para ahora lidiar también con un... ¿rompimiento?

Respiró profundo.
—Tweek. Escúchame.

—¡GAH, Jesucristo! Craig, yo te juro, yo... ¡Es que Kenny, y, y...!

—No, Tweek. Escucha. Sólo escucha mi voz. Sé que no es igual que la de antes —su mirada vagó por el piso—... Pero a esta voz le sigues importando igual. Escucha. ¿Tienes una bolsa cerca?

—Agh, Craig, yo... Creo que si.

—Bien. Ve por ella, y haz lo ejercicios que te he dicho. Tranquilízate. No te pongas mal, todo va a estar bien, ¿ok?

—Espera...

Tweek trató de calmar su respiración, y no dudó en hacer caso a quien aún consideraba su novio. O novia. Le daba igual.

La del chullo pudo sentirse mejor cuando escucho los sonidos de la bolsa al inflarse. El rubio iba a estar bien.
Y ella también. Debía estarlo, todo tenía que solucionarse, así estaba planeado en su cabeza.

—¿Estás mejor?

—Si... Gracias Craig.

—No hay de qué, amor.

Ya ni siquiera ponía atención a cuantas veces le ponía sobrenombres cursis a Tweek. Salían de él como el aire al respirar.
Pero Tweek los notaba. Sí que los notaba.
¿Cómo no notarlos? Eran demasiado hermosos y hacían vibrar a su corazón.
Cada uno era especial para él cafeinómano.
Quería decirle cosas lindas a Craig también, pero era demasiada presión. Podría morir en el intento.

—Craig... Ngh, no vayas a faltar mañana a la escuela, por favor...

—No te preocupes, Tweek. Ahí estaré.

🔹¿Y sí dejamos de fingir? 🔹CREEK 🔹South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora