Twenny es lo de hoy.

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El día anterior.

—Solo digo, Kenny, sí eras gay, ¿porqué no nos habías dicho?

—¡Al carajo, no soy gay! Estúpidas niñas.

Stan estaba como al principio, como la primera vez que las niñas asiáticas dibujaban arte yaoi de Tweek y Craig. Sólo que ahora involucraban a uno de sus amigos cercanos; Kenny McCormick.
Éste último estaba como loco quitando todo dibujo que se encontrara vagando por las paredes del colegio.

¡¿En qué puto momento se le ocurrió a esas inadaptadas juntarlo a él con Tweek?! ¿Porqué razón?

Ni siquiera se hablaban, y según lo que él entendía Tweek y Craig llevaban una relación verdadera, o algo así. Aunque con los recientes cambios extraños y cosas raras que les pasaban a esos dos, pues entendía menos.
Claro, tampoco es que estuviera demasiado interesado en eso.

Se había enterado —como todos en la escuela—, de que ahora resultaba que Craig era transgénero. Y al parecer no como la estupidez de aquella vez del culo gordo, porque sí sus ojos no lo engañaban, esto era enserio.
Craig realmente lucía como una niña.
Él no estaba enterado de cómo es que funcionaban las hormonas. La verdad es que de seguro ninguno de sus compañeros y probablemente no muchos en el pueblo tenían una puta idea.
Si no, se habrían dado cuenta de lo absurdo que era pensar en Craig transexual de un día para otro y con cambios tan notorios. Absurdo, estúpido, sin sentido.
Como todo en el pueblo montañés.

—Kenny, yo tampoco lo comprendo —ahora Kyle fue quien tomó palabra, mientras veía como el rubio rompía otro dibujo—... ¿Cómo alguien es trans de un día para otro? ¿Cómo eres tú gay de un día para otro? ¿Kenny?

Maldición. Ahora Marsh y Broflovski lo miraban buscando verdaderas respuestas. ¿Acaso no se daban cuenta que estaban actuando igual que otros pendejos?
Se refregó la cara retirando un poco su gorro.

—Puta madre. ¡Kyle, Stan! ¡No soy gay! ¡Soy Kenny-lame-coños McCormick! ¡Por favor! Esto solo es una grandísima estupidez que se le ocurrió a estas niñas locas.

Marsh miró a su mejor amigo, luego se quedó estático, pensando y recordando sobre el asunto.

—No lo sé, Kenny... Mi papá al final me dijo que es Japón quien decide quien es gay o algo así. Y me parece que entonces, has sido elegido.

—Creo que Stan tiene razón, Kenny —el pelirrojo se le unió—. No puedes huir de tu destino.

Kenny miró a ambos, incrédulo de lo que oía. Su ceño se frunció.

—Verga chicos, ¡no me jodan, enserio!

—Creo que no puedes escapar de esto, Kenny. No quiero meterme demasiado porque no soy gay y no sé sobre el asunto —el pelinegro de ojo azul se rascó el gorro—, pero no sé si debas meterte con Tweek. Él tiene una relación y creo que deberías buscar tu propio hombre o algo así, ¿sabes?

En eso Kyle estaba totalmente de acuerdo. Kenny seguía en la luna danzando con puticornios por las tremendas idioteces que oía.

—De nuevo coincido. Aunque con eso de que Craig es niña no sé si esa relación seguirá o ya no.

—Si, pero ese no es asunto nuestro.

—Es verdad —asintió Broflovski ante lo dicho por su mejor amigo—. Piensa en nuestras palabras, Kenny.

El de la ushanka se fue alejando con algunas cosas en sus manos.

—¿Videojuegos en mi casa, Kyle?

—¡Te patearé el culo!

—¡Eso quisieras!

La voz de sus amigos se fue perdiendo entre la multitud, y el chico pobre no pudo más que quedarse pasmado y tratando de analizar cada palabra, quería adivinar si aquellos niños hablaban enserio o solo querían joderlo más.

🔹¿Y sí dejamos de fingir? 🔹CREEK 🔹South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora