🔹¿Y sí dejamos de fingir? 🔹CREEK 🔹South Park

Contra la escuela

—Hey. Hey.

Craig despertó primero. Era muy temprano aún, por suerte habían logrado dormir un poco.

Ambos habían charlado hasta pasadas tres de la mañana hasta que el sueño les ganó y cayeron allí mismo, en el sofá. Ni cuenta se dieron cuando ocurrió. La azabache tenía encima a Tweek hecho una piltrafa. Bueno, ambos estaban así.
Piernas y un brazo por el suelo, ni idea de como pasó.

Craig se rio de la imagen. Y era raro que ella se riera. Más que raro. Sin duda, nunca había estado más contenta de que la luz del amanecer le despertara.
Y es que sentía que por fin todo estaba bien. O casi todo, pues él seguía siendo una niña.
Pero igual era absurdo pensar que tuvieron que pasar por tanto para darse cuenta que el mayor problema eran ellos mismos y sus inseguridades. Estar separados era todo lo que estaba mal.

—Tweek. Ya amaneció.

—¿Mm?

No había querido despertarlo. Por ella, lo habría mirado así por más rato. Recién descubría que ver a Tweek dormir sin todos esos temblores era bastante relajante. Pero debía hacerlo, pues la escuela los esperaba.

—Ngh. No quiero ir a la escuela. ¿Podemos dormir un poco más? —el rubio se limpió los ojos con sus manos, en un intento por despertar.

—Ni yo. Pero debemos, y pronto se hará tarde. —aprovechó para despeinar más los cabellos del niño.

—¿P-porqué debemos?

—Debemos, para mandar a la mierda a todos. Y que ya dejen esas idioteces del "Twenny" o como se llame.

Ella rodó los ojos y los de Tweek se vieron confundidos. Segundos después el menor sonrió con diversión.

—Jaja. ¿T-te molestan esos dibujos Craig?

La mencionada frunció el ceño.

—Si. Me molestan.

—¿Estás celoso, Craig?

—Carajo, Tweek. Ya cállate.

Ahora fue el rubio que frunció el entrecejo e infló un poco las mejillas.

—Beso de buenos días p-para mejorar ese mal humor tuyo.

Aprovechó esa cercanía que tenían ahora y le robó un beso a los labios de Tucker. Le sacó un pequeño sonrojo.

—Hmm. Eso fue marica.

—¡Tú serás marica!

—¿Entonces ya seré tía?

Esa última voz fue la tierna interrupción de Tricia. Venía bajando, ya vestida y aparentemente ya lista para irse al colegio.

—¡Auch! — De forma "bien romántica" Craig tiró a Tweek al piso al ponerse en pie y encarar a su hermana.

—Ya vete de una vez enana.

—¿Eso es un si o...?

Uno de los cojines del sofá salió volando con fuerza hacia Tricia. Otra vez, no le dio. La pequeña pelirroja alcanzó a correr y salir de casa antes de que eso pasara.

Craig suspiró y Tweek sobó su trasero antes de levantarse del piso, claramente molesto.

—¿Pero que ¡ack! te pasa?

—No seas nena —despreocupada metió sus manos a los bolsillos de su pijama.

—¿Qué? ¡N-no soy yo la nena aquí!