-"Estos cambios no me gustan".

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Actualidad.

Pensó que iba a ser más simple.

Apenas iban tres días y la desesperación comenzaba a sentirse.
Sus padres aparentemente no planeaban regresar, al menos no pronto.
Sólo le quedaba charlar con su hermana sobre esa mierda de ser niña. Y demasiada ayuda no era, pues Tricia era muy pequeña aún. Además que no llevaban la mejor relación del mundo, claro era.

Si, esas mierdas eran parte del problema.

Pero el problema mayor tenía nombre y apellido: Tweek Tweak.

Craig fue justa, para nada egoísta. Era, por lo visto, muy probable que no volviera a ser un niño. Y sí Tweek era gay, no sería justo que lo obligara a nada.

Le gustaba mucho Tweek. En verdad le gustaba, y más que eso; era mucho cariño el que le tenía ya. Era su novio.

Y ahora su ex-novio.

Debía aceptar que no le gustaba para nada que la nueva pareja del rubio fuera ese McCormick. No le daba buena pinta y además nunca le cayó muy bien. Presentía cosas malas departe de ese muerto de hambre.

Pero no se podía meter por más que quisiera. Sí Tweek lo había escogido, por algo sería. No podía arruinarle más la vida al lindo rubio.

No iba a admitir que estaba destrozado por dentro, gris, con asco y sin ganas de nada. Ir a la escuela era horrible.
Siempre fue, pero ahora lo era más.
Era tener que ir y ver al del café sentado en la mesa de esos ineptos, al lado justamente de ese Kenneth.
No le gustaba la sonrisa de ese tonto, como sí de tomara todo eso a juego.

Respiró varias veces. Debía ignorar esos pensamientos que lo llevaban a dejar fluir sus emociones y hacer locuras; porque en definitiva eso no era lo mejor. Soltar sus sentimientos a lo estúpido nunca era una buena idea. Tenía que estar neutral, tranquila.

Aunque seguramente hoy sería un peor día. Era Halloween.

Todos andarían con preparativos estúpidos o hablando de disfraces, o alguna otra cosa así.
Antes le emocionaban un poco esas cosas. Pero en especial hoy no.

Suponía que era muy difícil por lo que estaba pasando, un rompimiento. Resultaba natural estar desganado, eso debía ser. Nada demasiado dramático.

A parte ni siquiera tenía un disfraz y no planeaba ir a gastar tiempo y dinero en uno.

Ni que más hacer.

Salió sin ganas de su cama para meterse a la ducha y al desnudarse se miró al espejo.
No le gustaba lo que veía ahí, pero tampoco le importaba demasiado. No personalmente.
Era muy pragmático como para eso.

De igual forma ya no toleraba ese estúpido cabello. Le incomodaba y no lo quería ver más.

Tomó unas tijeras y se lo cortó. Casi tan corto como lo tenía antes.
Quizá sólo un centímetro más largo.

Sonrió suave al verse.
Ahora se recordaba más a él mismo. Era casi igual, por la edad, de hecho, no había muchas diferencias. Sólo sí ponías atención a las facciones, un poco más delicadas que antes.

No importó ya nada de eso por esa mañana.
Logró elevar un poco su autoestima.

Se duchó rápido y se vistió con sus ropas de siempre y su amado chullo.

Bajó y comió únicamente un tazón de cereal, para dirigir la vista a la sala, donde se encontraba su hermanita.
Ella la miró curiosa y Craig sólo seguía comiendo.

—Te ves diferente -la pelirroja comentó.

—¿Ah, si? -respondería la azabache, luego de masticar.

🔹¿Y sí dejamos de fingir? 🔹CREEK 🔹South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora