Tan dulce como melocotón (judal x lectora)

PARTE 2 "Disturbio en el palacio"

El día era hermoso, los pájaros revoloteaban en una fina y hermosa danza, la luz del sol cubría en un baño de luz todas las superficies que le era posible y por ultimo el día se sentía cálido, un calor abrazador ante el cuerpo de cualquier persona, ese fantástico día nada lo podría arruinar...

- ¡¡¿Donde están mis melocotones?!!- O eso se pensaba, una voz algo gruesa y llena de desesperación se escucho entre los pasillos del palacio Kou, un muchacho de una altura mediana y una edad no mas de los 19 años de edad, caminaba con cierto aura de amargura y frustración entre los largos y solitarios pasillos del palacio.

- ¡Quiero una explicación! ¡¿DONDE CARAJOS ESTÁN MIS MELOCOTONES?!- nuevamente el chico de una cabellera larga trenzada grito a todo pulmón, parecía que la furia de este alejaba a todos los sirvientes que se dedicaban a labores comunes en el palacio, una mujer de arrapos simples pero con unas cuantas joyas en sus muñecas se escondía con una gran cesta de fruta en sus manos junto con otro sirviente el cual había parado en su tarea de limpiar las grandes ventadas del palacio, ellos y muchas mas personas parecían ocultarse como ratas ante la ira del joven azabache. Fue hasta que un guarda que estaba cerca de la zona se acerco a muchacho con completa cautela y cuidado de no provocar mas al azabache.

- M...mi señor... Le aseguramos que ya estamos en eso, hemos buscado por todo el poblado y no hemos encontrado na_ - fue interrumpido de repente por un golpe del joven magi dirigido a su mejilla, el guardia callo a los pies del magi y soltó su arma para tocar la parte golpeada y bajar un poco el dolor, en cuanto el guardia subió la mirada el joven azabache le miraba con odio y frialdad. Esa mirada en verdad podría doler mas que el golpe pues sabia exactamente con quien se metía. Un adolescente el cual posee poder suficiente para deshacerse de el  en un abrir y cerrar de ojos, caprichoso y para colmo cruel, toda una combinación bastante mala para un loco el cual cruzaba la pubertad de la peor manera posible.

- ¡No quiero mas mierda de esa! "estamos en eso" -imito la voz del guardia con un tono mas agudo de lo normal- ¡quiero que se encarguen de esto para ayer! ¡malditos humanos tan ineficientes! -entonces el magi tomo de el cuello con bastante fuerza a el guardia y lo alzo un poco- ¡quiero que todos los guardias encuentren ese fruto! o acaso ¿desean ser brocheta helada?.... 

- N....No p..para nada...- sin aliento apenas y pudo responder esto mientras sus pies volaban sobre el suelo, el magi lo apretaba aun mas de el cuello, lleno de ira por no conseguir lo que quería en ese momento, como un completo niño.

- ¡Déjalo! - una tercera voz fue valerosa en sonar, en cundo el azabache desvió su mirada a quien era el acreador a esa voz este soltó de mala gana a el guardia y puso ambas manos en su cintura, esbozando una sonrisa retadora a su contrario el cual no era ni mas ni menos que el peliazul Hakuryuu Ren el cuarto príncipe del Imperio kou. Se mostraba ante el azabache y el guardia ya derrotado en el suelo en búsqueda de oxigeno intrigado, y claramente no de un buen humor con el magi.

- Pero que tenemos aquí~ es el cuarto principie jajajaja! ¿ya pensaste en mis ofertas del poder absoluto cuando seas el rey de este imperio? - el chico de ojos carmín sabia a la perfección que esa no era la razón de su aparecimiento repentino, el muchacho se mostró con una falsa cara comprensiva y divertida, parecía que su cambio de personalidad era de un segundo de reacción.