PARTE 18 "El entrenamiento de Sinbad"

1.2K 114 22
                                    

-Muy bien señorita, ahora después de mucho repasaremos todo lo que ha aprendido desde el comienzo- anuncio el niño con una larga y orgullosa sonrisa.

-Bien... ¡Estoy lista!- respondiste de inmediato, las palabras se te quedaban en la garganta de pura emoción.

Desde hace tiempo ya aproximadamente mes y medio, te dedicabas a entrenar todo el dia, por la mañana con el peliazul, Aladdin, por las tardes con el molesto de Judal, cada quien tenía su manera de enseñar y definitivamente te sentías menos agotada con Aladdin ni con el azabache. Después de tiempo de entrenamiento al fin verías si había rendido frutos tus esfuerzos.

-Si puedes hacer esto entonces podrás hacer lo que te propongas- alegre Aladdin no te quitaba su amable mirada de en sima. Alibaba estaba junto a el, este también te había ayudado en tu manipulación de magoi en estilo de fuego.

Asentiste con euforia en tu mirar y sin mas te posicionaste en modo de batalla, para ese entonces Aladdin y Alibaba no eran los únicos que te miraban en ese instante, sino que el rey de los 7 mares también te observaba como era de costumbre, siempre mostrando esa confianza en su mirada, de una u otra manera te sentias apoyada, demostrar todo lo que habias aprendido a tu héroe, eso solo provoco que te esforzaras mas.

Suspiraste con tranquilidad y concentraste todo tu magoi en tus manos y pies, ya resultaba mucho mas fácil, ya no era necesario de estar en peligro de muerte para usarlo, cerraste los ojos y aquella luz empezó a formar forma, en tu mano derecha y pierna izquierda una llamarada salió de estas mismas, el fuego era tan cegador que a cualquiera podría aturdir con solo mirarle, en tu mano izquierda y pierna derecha una corriente de aire los cubrió, abriste tus ojos y en seguida diste un ágil salto a un metro del suelo y aplaudiste con ambas manos, formando asi una fusión entre el fuego y el aire, creando de tus manos un gran tornado de fuego que se dirigió al cielo, para no lastimar el campo, Aladin grito de alegría dando un pequeño salto de emoción, por su parte Sinbad solo se quedó mirando atento, en cuanto aterrizaste al suelo el rey se acercó a ti con aquella amable sonrisa.

-Lo haz hecho muy bien- menciono avanzando a ti, sus ojos mostraban orgullo.

-¿¡Verdad que si!? Crecen tan rápido... sniff- Aladdin parecía extasiado y a la vez conmovido, su primera estudiante había resultado toda una prodigio.

-Asi es, haz hecho un excelente trabajo Aladdin, te felicito- el mayor desvió su mirada al pequeño – Pero no es suficiente-

Los tres se quedaron boquiabiertos, ¿cómo que no era lo suficiente?, eso desconcertó un poco a Aladdin bajándolo de las nubes a la tierra, estaba algo abrumado, pero también confundido. El rey al ver sus rostros de sorpresa este ladeo su cabeza y negó después con esta misma riendo gentilmente.

-No, No, No, parece que me di a entender mal, verán, es bueno que sepas de magi a pesar de que no eres una maga como tal, pero no solo necesitaras la magia y un cuerpo ejercitado para ganar una batalla, los mejores en combate son los que se adaptan a distintos tipos de batalla, ya tienes la magia, ahora necesitaras conocimiento del combate cuerpo a cuerpo- recalco Sinbad tratando de darse a explicar lo mejor que podía, al parecer esto les bajo los nervios a los tres, esto hizo sonreir a Sinbad y continuo – Bien, tenemos a Masrur y a Morgiana para entrénate físicamente, pero pienso que ellos no miden su fuerza cuando entrenan, salen ser un poco duros, asi que yo personalmente te enseñare todo lo que se de batallas de cuerpo a cuerpo-

Quedaste impresionada, Sinbad tenia razón, no serviría de nada si solo se confiaras en un estilo de lucha, era mejor saber de todo un poco. El entrenamiento de Aladdin había terminado, asi que no estaría mal tomar un par de clases mas, según el mismo Sinbad decía que era mucho mas rápido que practicar con magia, ya que la condición física ya la tenias, solo era pulir tus habilidades. Fue asi que ambos empezaron un intenso entrenamiento. Tratabas de golpearlo o patearlo pero el simplemente te esquivaba los movimientos, como si fuera obvio lo que arias, también te bloqueaba el ataque y con la misma fuerza que ponías contraatacaba, después de este lapso de tiempo el te enseño como leer los movimientos.

Tan dulce como melocotón (judal x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora