-¿Ahora a donde carajos iremos?- El magi estaba sentado aun lado de ti, mostrando un perfil irritado e intolerante, tenia sus piernas y brazos cruzados entre si.
-No te preocupes por eso Judal... ahora déjame ver tu herida- Mencionaste lo mas dulce que pudiste, acercándote mas a este mismo, en su abdomen tenia una leve herida debido por el rayo, además que su piel estaba un poco quemada.
-Tks... estoy bien ...- este se negaba a ser revisado por ti –Es mas... tu tuviste menos suerte que yo, te dio un fuerte golpe ¿no es asi? Déjame ver-
-¿ah? ¿Por que te dejaría ver el lugar donde me golpeo si tu no me dejas revisarte?-
-Estupida mocosa ¡Jamas aprecias mi ayuda como Magi! ¡Tu que sabes de heridas y golpes! Por lo menos yo podría curarte con mi magia- protesto el pelinegro, se veía enojado pero a la vez algo sonrojado.
-¿¡Tu desde cuando te preocupas por mi!?- tus mejillas también se sonrojaron un poco. Ambos juntaron sus frentes retadoramente, detrás de ustedes estaba Hakuryuu que los observaba con extrañesa y algo de nervios.
-Chicos chicos no peleen aquí por favor, ahora estamos fuera del imperio y nos abrimos paso a mar abierto... debemos de pensar que haremos ahora, asi que por favor ambos tomen la compostura-
Como perros regañados ustedes dos se voltearon las caras haciendo un leve puchero, parecían niños peleando por un juguete o una cosa mucho mas trivial. Hakuryuu bajo su rostro resignado, pero por lo menos había podido parar un pequeña discusión, eso le permitio pensar... entonces se le prendió el foco de inmediato.
-Judal, dirigete a Sindria-
-¿Ah? ¿Y que haremos ahí exactamente?-
-Hay alguien que nos pueda ayudar- Sonrio con total confianza el príncipe, Judal lo miro confundido, pero de igual forma no tenia otra opción que confiar en Hakuryuu, asi que la alfombra tomo un nuevo rumbo, El país de Sindria.
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La vista era igual de hermosa que la ultima vez, pero ahora tenias esa tranquilidad de ir sin personas que quisieran destruir ese lugar, podias apreciar la isla que daba paso a una gran población que vivía dentro de la misma. Judal se detuvo en las afueras de la isla, visualizo el panorama con seriedad, saco su barita y envio un pequeño rayo morado a la isla, te exaltaste, pues no pensabas que aun en esas situaciones Judal quisiera pelea, pero tus pensamientos se desvanecieron cuando viste que el taque fue retenido por un campo de energía que cubria al país.
-Como me lo imaginaba, el rey estúpido jamas deja a su amado país sin protección- Dijo en tono burlón el magi, se levanto de la alfombra y alzo su barita una vez mas –No es tan difícil atravesarla después de que ya cruzaste mas de una vez, un movimiento limpio y estaremos dentro- unas pequeñas risas salieron desde sus labios.
-Espera... ¿entrado mas de una vez?- Repitio Hakuryuu sospechando, y cuando al fin se dio cuenta solo se exalto dando un grito ahogado.
El Magi dio una limpia estocada al campo, cortándolo con una especie de magia repelente, formando una grieta lo suficientemente grande como para que los tres pasaran sin problema, Judal movio la alfombra con rapidez pues aquella grieta no duraría mucho en cerrarse, en cuanto menos lo pensaste ya estaban dentro.
Podias ver a las personas trabajar por debajo de ustedes, era demasiado curioso, casi no había pobreza en ese país, todos se veian si no bien estables, pero lo que mas llamo tu atención que la ultima vez no te diste cuenta, es del palacio sobre aquella gran montaña, apostabas que desde ahí se podía ver toda la ciudad, era alto, te emocionaba el hecho de que estarías ahí y no por una guerra, podrias disfrutar la belleza de ese lugar al 100%. Tus ojos brillaban de la emoción y en solo pensar que podrían encontrar a algo o a alguien el cual pedir de su ayuda.
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Tan dulce como melocotón (judal x lectora)
FanfictionTu vida cambiara abrupta mente, tendrás que tomar el puesto de esclava del oraculo oscuro, todo por salvar a tu madre la cual esta en cama y solo con ese trabajo ganaras lo suficiente para ayudar a tu familia. Sin embargo grandes desventuras te espe...