21-11-2017
Vaya pareja forman estos entes, inimaginables escenarios mentales causan al ser humano.
El primero de ellos es como esa chica guapa del antro, esa que con una mirada te atrapa, es esa sensual chica que se encuentra protegida con su grupo de amigas aquella que si fuera decisión propia, no estaría allí pues se siente fuera de lugar, es tranquila, todos la admiran pero pocos la conocen realmente no cualquiera logra hablarle, acercarse pero aquel que le trata con gentileza se enamora y decide quedarse así con ella, a su lado, en su constante compañía ; oh querida y reconfortante soledad, le has cautivado y atrapado, se sintió en tus redes hasta ese fatídico día en que le presentaste a tu más fiel compañera, aquella atractiva y peligrosa entidad tan cautivadora como destructiva, tan amada por unos, esperada por otros, tan temida por muchos más. Traicionera dueña de la noche eterna, es la amante seductora y paciente que espera por ti, espera que clames por ella, escucha tus gritos internos y se da a desear, aguarda impasible a que llegue el momento correcto.
Nada hubo que yo pudiera hacer. él estaba ya perdido en ambas, lo observé con la agraciada soledad y debo admitir que también yo me dejé enamorar y cada vez más por ella me dejé arropar, estábamos ambos cubiertos por su manto, escondidos en su abrazo, reconfortados, creímos que era justo el lugar al que siempre hubiéramos pertenecido y ella nos reconoció. Sí, él y yo vivimos muchos momentos juntos, nos alejábamos de la soledad pero siempre volvimos a ella...
Fuimos seguidores de estos dos entes entre bromas y verdad, entre alegrías y tristezas, entre comprensión y pequeñas probadas de tierna compañía; fue un poco de color a los grises días de ambos, pero no existió luz o color suficiente para alejar esa negra y espesa bruma que aquella celosa amante dejó caer ante tus ojos, sobre tu realidad. Llevaban tanto tiempo coqueteando y yo no lo entendía, no lo quise ver hasta que fue muy tarde, traté de alejarte, con todas mis fuerzas, mi amor, mi alma, mi ser... no lo logré, intenté enamorarte pero era inútil, estabas ya comprometido hasta los huesos.
-Si te hubiera conocido antes. -Fueron tus palabras en medio de aquel abrazo por la noche, con una lágrima amenazando con rodar por tus mejillas.
-Todos entramos en la vida de los demás justo en el momento indicado. -Te observé y abracé un poco más fuerte, no quería soltarte. Nada bueno en la vida puede perdurar y nuestro abrazo terminó caminando cada quien un poco roto hacia su habitación.
Ahora me arrepiento, debí hablarte antes, no debí alejarme, desde aquella primera vez que nos vimos debí acercarme un poco más a ti, o quizás debí haberte saludado en aquel teatro, debí pedirte una manera para estar en contacto pero no lo hice y ahora estoy aquí, sin ti, sin mi...
Te dejaste en los brazos de la muerte, fiel compañera de la soledad, esa de quien he hablado todo este tiempo, duele ver que le entregaste tus esperanzas, tu corazón. Te fuiste de aquí, no logré despedirme.
Estando el vaso medio lleno de vacío me ahogo y carezco en mi interior de vitalidad, no creo soportarlo, todo ha acabado.
ESTÁS LEYENDO
Historias
Short StoryPequeñas historias con grandes sentimientos encerrados, quizás algún día me anime a escribir una historia completa.